Influencia Humana en el Entorno Natural: Desafíos y Medidas Ambientales

Influencia de la Actividad Humana en el Medio Natural

La actividad humana en el medio ha implicado una doble dimensión: por un lado, dañamos el entorno con las actividades que realizamos, mientras que, por otro lado, implementamos una serie de medidas para paliar dichos daños.

Los problemas medioambientales principales son la sobreexplotación del medio (por encima de su capacidad de regeneración), la contaminación y la destrucción del medio.

La preocupación en España por los problemas medioambientales comenzó a finales de 1960 y se cristalizó en la creación del ICONA (Instituto de Conservación de la Naturaleza) en 1971. Poco después, se crearían las primeras políticas medioambientales, llegando a ser recogidos varios aspectos en la Constitución.

En la actualidad, muchas de nuestras políticas medioambientales están sujetas a las directrices de la Unión Europea (UE) y a las de los acuerdos internacionales. Los objetivos principales de estas políticas se resumen en tres ideas clave: prevenir, corregir y conservar.

El Relieve

El relieve terrestre resulta alterado por algunas actividades humanas como la minería y la construcción de infraestructuras, siendo las consecuencias la alteración visual del medio, la destrucción del relieve y la contaminación.

Para paliar este problema, se han iniciado una serie de políticas para conservar los espacios geológicos, creando la figura de los LIG (Lugares de Interés Geológico), convirtiéndolos en geoparques (pertenecen a la red de la UNESCO) o parques geológicos.

El relieve costero también ha sufrido grandes alteraciones en los últimos 50 años a causa de la expansión del turismo de sol y playa. La regresión de las playas, junto con la artificialización de la costa por la presión urbanística, ha creado verdaderos problemas de contaminación en estos espacios.

Por esto, la Ley de Costas, reformada en 2013, intenta regular este aspecto, buscando recuperar la naturalidad del litoral, recuperando tramos urbanizados y degradados, y garantizando el uso público.


La Atmósfera

La degradación de la atmósfera se puede observar en la contaminación del aire, la progresiva desaparición de la capa de ozono y el calentamiento global.

Las causas principales son las emisiones de sustancias como el azufre, el dióxido de carbono y los óxidos de nitrógeno, procedentes principalmente de la quema de hidrocarburos.

Contaminación Atmosférica

La contaminación atmosférica puede provocar:

  • La lluvia ácida: Precipitaciones con una acidez superior a la normal. Se produce cuando el vapor de agua se une con las sustancias contaminantes. Son comunes en zonas cercanas a centrales térmicas (A Coruña, León, Teruel, entre otras).
  • La campana de polvo: Es una niebla formada por partículas contaminantes en suspensión. Proceden del tráfico, de las instalaciones de calefacción y de ciertas industrias. Afectan sobre todo a las grandes ciudades.
  • La niebla fotoquímica: Es una bruma ocasionada por la acumulación de ozono en la troposfera. Se produce por la reacción de la luz solar con ciertos contaminantes. Su consecuencia, además de contaminante, es una atmósfera más oscura. Afecta principalmente a las afueras de las grandes ciudades.

Las consecuencias principales de todos los procesos indicados son los daños a la salud humana, al medio ambiente y a las actividades primarias.

Las soluciones se han plasmado en diferentes resoluciones internacionales, como la Convención de Ginebra en 1982 y las Directrices de la Unión Europea, que originaron en España la Ley de Calidad del Aire en 2007. Esta ley fija los máximos de concentración de contaminantes en la atmósfera. Estas normas fueron continuadas con los sucesivos Planes Aire, que establecen las medidas a tomar para reducir las emisiones contaminantes.

Reducción de la Capa de Ozono

La reducción en la capa de ozono estratosférico es uno de los grandes problemas a los que se enfrenta la sociedad actual. Las causas principales son las emisiones de los clorofluorocarbonos (CFC), usados en aerosoles, extintores y refrigerantes.


El cloro reacciona con el ozono y lo convierte en oxígeno normal.

El Protocolo de Montreal en 1987 ya intentó tomar medidas para prohibir la utilización de los CFC. Para 2030, deberán también desaparecer los sustitutos de los CFC, los HCFC (Hidroclorofluorocarburos). Estas medidas han conseguido estabilizar el espesor de la capa de ozono.

Cambio Climático

El cambio climático se produce por un aumento de la temperatura global del planeta, que se estima puede llegar a unos 6ºC a finales del siglo XXI.

La causa principal es la progresión del efecto invernadero, producido por el aumento del vapor de agua y de ciertos gases como el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso. Estos gases actúan como un cristal, permitiendo la entrada de rayos solares, pero reteniendo la temperatura.

Las consecuencias del cambio climático, como resultado del aumento de las temperaturas, son:

  • Elevación del nivel del mar debido al deshielo en los polos.
  • Incremento de situaciones de sequía en otras zonas.
  • Desaparición de bosques y especies animales.

Además, las actividades humanas primarias se verán gravemente afectadas.

Con la firma del Protocolo de Kioto, se establecieron una serie de objetivos de reducción de los GEI (Gases de Efecto Invernadero) entre 2005 y 2020. España y la UE se comprometieron a una reducción del 20% de los mismos. La realidad es que, al final de la primera fase de control, España superaba en un 26% sus compromisos.

La Cumbre de París de 2015 marcó un nuevo objetivo a nivel internacional, ya que se convirtió en el primer acuerdo vinculante en materia climática. Lo firmaron 196 países para intentar que los aumentos de las temperaturas no superen los 2º C. La UE se ha comprometido a reducir sus emisiones hasta en un 40% respecto a los niveles de 1990 antes de 2030.

Para mejorar la adaptación al proceso de cambio climático, se creó el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático de 2006. Sus objetivos son diagnosticar el impacto del cambio climático y proponer medidas efectivas para paliar los daños.


Contaminación Acústica

La contaminación acústica es la emisión de ruidos de forma molesta para las personas o el medio ambiente. Las causas principales son las actividades industriales, las actividades de ocio y el tráfico.

Las consecuencias de la contaminación acústica incluyen: fatiga auditiva, estrés, ansiedad y cansancio.

Para paliar este problema, se creó la Ley del Ruido de 2003, que obligó a las comunidades autónomas a actuar contra esta problemática. Se proyectaron estudios para construir las infraestructuras necesarias para mitigar sus efectos, como la regulación del tráfico y la instalación de pantallas protectoras.

Contaminación Lumínica

La contaminación lumínica es la emisión de luz durante las noches que supera lo necesario. Provoca un aumento del brillo del cielo nocturno, causando daños en las especies animales y vegetales del planeta. Es un problema que se encuentra principalmente en las grandes ciudades.

Las Aguas

La contaminación del agua se produce de diversas maneras:

  • Alteración de su morfología: Modificando cauces de ríos o alterando la morfología de los humedales.
  • Sobreexplotación: Principalmente en océanos, mares, ríos y lagos. No solo se refiere a la extracción de materias primas, sino también a su desecación por exceso de consumo, lo que ha llevado a tomar medidas como:
    • Rápida reparación de fugas.
    • Mejora del sistema de regadío.
    • Programas de ahorro del agua.
  • Contaminación por vertidos: Se produce por el vertido de desechos a los ríos y océanos principalmente. Muchos de estos vertidos tienen un origen agrícola e industrial, aunque los vertidos urbanos son también muy contaminantes. Muchos de estos vertidos acaban en los acuíferos por la acción de lixiviado.

Para mitigar estos problemas, se han creado sistemas de información y alerta de calidad de agua para evitar el consumo de agua contaminada, y también se están aplicando las medidas de Tolerancia Cero de Vertidos. Además, en los espacios marinos se están protegiendo ciertas zonas.


Vegetación y Bosques

Los daños en los bosques se deben tanto a causas naturales (altas temperaturas, plagas, falta de agua) como a causas humanas (incendios, contaminación atmosférica).

España cuenta con programas de prevención y lucha contra todos estos factores que perjudican a la masa vegetal de la Península.

Otro de los grandes problemas es la alteración de la masa vegetal por la sustitución de las especies autóctonas por otras de cierto valor económico, que a veces afectan negativamente a su entorno.

La deforestación es la destrucción de la masa vegetal. Las causas principales de este proceso son las talas destinadas a la obtención de madera y la roturación de tierras para cultivos. Otro de los elementos que provocan deforestación son los incendios.

La consecuencia principal de todos los procesos anteriormente indicados será el aumento de las emisiones de dióxido de carbono.

El Plan Forestal Español 2002-2023 se propone un desarrollo sostenible y un uso multifuncional del bosque. También se propone prevenir los incendios forestales y la repoblación de cerca de 4 millones de hectáreas.

Producción de Residuos

En España, la producción de los RSU (Residuos Sólidos Urbanos) ha ido en crecimiento en los últimos años. Esto, sumado a que su eliminación conlleva consecuencias negativas, nos sitúa en una situación difícil de mejorar.

Las soluciones propuestas son:

  • Clausurar y recuperar los vertedores incontrolados.
  • Disminuir los vertidos a través de la “triple R”: reducción, reutilización y reciclado.
  • Obtener valor económico de la quema de los productos no reciclables.

Reducción de la Biodiversidad

Como ya se ha estudiado en temas anteriores, España es un país que, por su especial ubicación, tiene una rica variedad de especies tanto vegetales como animales.

Todas las acciones humanas que perjudican al medio ambiente amenazan a las especies que conforman la biodiversidad peninsular. La consecuencia directa es que algunas especies se encuentran en un claro peligro de extinción (ejemplos: piña de mar, cardo, oso pardo, lince ibérico).

Para mejorar la situación de ciertas especies, España se ha suscrito al Convenio sobre la Diversidad Biológica. Además, a partir del año 2007, las autoridades españolas han desarrollado una serie de legislaciones con el objetivo de salvaguardar la supervivencia de las especies en peligro de extinción.