Jerarquía Urbana Española: Un Modelo Funcional
Atendiendo a las funciones que desempeñan las distintas ciudades y no solo a su población, el sistema urbano español se jerarquiza de la siguiente manera:
Niveles de la Jerarquía Urbana
Metrópolis Nacionales
En el primer nivel jerárquico, aparecen dos aglomeraciones: Madrid y Barcelona, lo que confiere al sistema un carácter bicéfalo. Ambas metrópolis superan los 3 millones de habitantes y ejercen su influencia sobre todo el territorio nacional. Además, se encuentran estrechamente vinculadas a otras metrópolis mundiales. Son los dos principales centros de decisiones empresariales de ámbito nacional y cuentan con servicios muy especializados y empresas de alta tecnología. Por último, en el caso de Madrid, como capital del Estado, desempeña una función administrativa muy importante.
Metrópolis Regionales de Primer Orden
En esta categoría se incluyen Valencia, Sevilla, Bilbao y Zaragoza, con una población comprendida entre los 500.000 y 1.500.000 habitantes. Estas aglomeraciones mantienen flujos intensos con las metrópolis nacionales y ejercen su influencia sobre un área extensa de carácter regional. Concentran servicios de alto rango, lo que corresponde a su condición de metrópolis regionales.
Metrópolis Regionales de Segundo Orden
Algunos ejemplos de estas metrópolis son Oviedo, Alicante, Santander o Murcia. Cuentan con algunos servicios altamente especializados, como las universidades, pero su área de influencia es mucho más reducida. Con una población entre los 200.000 y los 500.000 habitantes, suelen mantener flujos intensos con la correspondiente capital regional (metrópolis de primer orden) o constituirse en capital de regiones poco extensas.
Ciudades Medias
Con una población entre los 50.000 y los 200.000 habitantes, la mayor parte de ellas son capitales de provincia. Las funciones más características de este grupo de ciudades son las comerciales y de servicios de ámbito provincial, aunque algunas pueden tener una especialización industrial (como Avilés) o portuaria (como Algeciras). Algunos ejemplos de este tipo de ciudades son Segovia, Burgos, Castellón o Logroño.
Ciudades Pequeñas
Tienen una población de menos de 50.000 habitantes. Sus funciones son mucho menos especializadas (administrativas y comerciales), aunque pueden contar con algunos equipamientos de cierta especialización, como centros sanitarios, de enseñanza secundaria y de formación profesional. Su área de influencia es comarcal. Ejemplos: Valdepeñas, Hellín o Plasencia.
Relaciones y Flujos Interurbanos en el Sistema Urbano Español
Las ciudades del sistema urbano español se relacionan entre sí a través de distintos tipos de flujos interurbanos (económicos, de personas, políticos, culturales). Estos flujos se manifiestan de la siguiente manera:
- Madrid mantiene relaciones intensas con todas las ciudades, especialmente con Barcelona.
- Barcelona tiene una influencia más débil en general, aunque intensa en el sector oriental y las Islas Baleares.
- El cuadrante noroeste es el de mayor integración, con intensas relaciones entre sus metrópolis principales (Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Bilbao).
- En el resto del sistema, las relaciones son menores.
Principales Áreas y Ejes Urbanos de Desarrollo en España
Definición de Eje de Desarrollo Urbano
En la actualidad, el sistema de ciudades tiende a articularse, formando lo que se conoce como ejes de desarrollo. Un eje de desarrollo se produce cuando las ciudades se articulan en torno a un conjunto de infraestructuras de transporte terrestre (fundamentalmente carreteras), a las que se une la concentración de actividades económicas y de población.
Ejes Principales del Sistema Urbano Español
Eje de Madrid
Su situación central dentro del sistema de infraestructuras le confiere una posición de conexión estratégica entre varios ejes. Tiene un gran peso dentro del sistema económico español, aunque sufre problemas de congestión; por ello, está extendiendo su área de influencia a las provincias limítrofes.
Eje Mediterráneo o Levantino
Se extiende de Girona a Murcia y es uno de los que tiene mayor potencial de desarrollo. Su nivel de urbanización es muy elevado y presenta una estructura económica muy diversificada: industrial, terciaria, agrícola, entre otras.
Eje del Ebro
Desde Bilbao hasta Tarragona, aunque ofrece un gran potencial, presenta algunos vacíos demográficos en las provincias de Huesca, Zaragoza y Lleida.
Eje Cantábrico
Se desarrolla desde el País Vasco hasta Galicia. Presenta algunas discontinuidades urbanas. Es un espacio urbano en crisis (debido al declive de las actividades mineras e industriales) y está poco integrado en las redes vecinas.
Eje Atlántico Gallego
Concentra la mayor parte del sector productivo gallego y forma parte de un eje de mayor envergadura que se prolonga hacia Oporto (Portugal).
Eje Andaluz
El litoral andaluz constituye un gran corredor de importancia turística y es, además, la continuación natural del eje mediterráneo y su conexión con África. Menos desarrollado es el eje interior, que se articula en torno a la Autovía del 92 (de Almería a Sevilla, pasando por Granada).
Eje Madrid-Andalucía
Presenta poca población y ciudades a su paso por Castilla-La Mancha y parte de Andalucía. Sin embargo, hacia el sur, en la zona de Sevilla y el área de Jerez de la Frontera y Cádiz, se observa un fuerte crecimiento demográfico.
Eje Oeste: Ruta de la Plata
Se extiende desde Huelva y Sevilla hasta el Principado de Asturias. Mantiene en todo el interior tasas demográficas bajas.