Introducción
La pesca es la actividad depredadora que consiste en la captura de especies marinas y fluviales. Su vertiente productora es la acuicultura, que consiste en la cría de peces, una actividad creciente en nuestro país y en todo el mundo debido al agotamiento de los recursos pesqueros por la sobreexplotación.
Significado de la Pesca en España
España es un país de gran tradición pesquera y una gran potencia pesquera mundial. Pese a ello, esta actividad ha ido perdiendo peso en el conjunto de nuestra economía: descenso de la población ocupada en el sector y disminución de su contribución al Producto Interior Bruto (PIB) (por debajo del 1%). En la dieta alimentaria española, a pesar del descenso de los últimos años, sigue consumiéndose una importante cantidad de pescado (aproximadamente 23 kilos por persona al año en 2020).
1.1. Evolución Histórica
La pesca en nuestras aguas tiene sus antecedentes en la época prehistórica y alcanzó una dimensión comercial en la época antigua. En la Edad Media, tuvo un marcado carácter de subsistencia.
No obstante, fue durante este periodo cuando los barcos accedieron a Groenlandia, Islandia, etc., descubriéndose poco después las posibilidades que ofrecía el bacalao. También continuó practicándose durante siglos la pesca de atunes en almadraba en la desembocadura del Guadalquivir.
A partir del siglo XIX, la pesca adquirió una dimensión nueva por efecto de la Revolución Industrial. Además, el ferrocarril facilitaba el transporte del pescado y acercaba su consumo al interior.
En el siglo XX, tras el paréntesis de la Primera Guerra Mundial, en 1930 faenaban ya 40.000 barcos y las capturas rebasaban las 300.000 toneladas. La Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial paralizaron de nuevo la actividad pesquera. Al finalizar ambas, la fauna piscícola había vuelto a incrementarse. Este hecho permitió el aumento de las capturas hasta niveles insospechados, que se mantuvieron durante las décadas siguientes.
Con todo, las transformaciones más espectaculares en la pesca se produjeron, al igual que en la agricultura, en la década de 1960. En 1961, en el contexto del I Plan de Desarrollo Económico, se promulgó una ley que aspiraba a modernizar la flota pesquera y a reestructurar la actividad. A partir de este momento, el grueso de las capturas empezó a recaer en una moderna flota congeladora muy bien equipada para la pesca en las aguas del Sahara, Mozambique, etc. Así, en la década de 1970, España alcanzó su récord de capturas de pescado.
Sin embargo, pronto comenzaron a plantearse los problemas de una flota sobredimensionada, de unos caladeros sobreexplotados y otros de difícil o imposible acceso por el nuevo Derecho del Mar que comenzaba a surgir. En 1982, en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, se establecieron las Zonas Económicas Exclusivas (ZEE), lo que significó que, en adelante, el 90% de los recursos pesqueros mundiales quedaban comprendidos en los límites de las zonas privativas de aprovechamiento.
Para España, las consecuencias fueron inmediatas y muy perjudiciales, al quedar cortado el acceso a los caladeros tradicionales, situados en aguas que habían gozado de la condición de internacionales y de libre aprovechamiento pesquero hasta ese momento.
1.2. Situación Actual
El sector pesquero español ha podido sobrevivir a décadas de incertidumbres, conflictos y problemas por el arraigo de la pesca en las regiones litorales, la importancia social y económica del recurso, etc. En la actualidad, la pesca en España se caracteriza por:
- Su destino principal es el consumo humano. Predomina el consumo en fresco.
- Las especies capturadas son peces en más de un 90% —destacando la merluza, la anchoa, el atún, el bonito y la sardina—, siendo el resto moluscos y crustáceos.
- La flota pesquera está integrada por una flota artesanal de bajura, con numerosas embarcaciones pequeñas y que utilizan técnicas de pesca tradicionales, y por una flota de altura y gran altura, integrada por grandes buques que pescan en caladeros ajenos e incorporan modernas técnicas como la pesca eléctrica o por aspiración, limpieza y congelado del pescado a bordo, etc.
- Lugares de pesca: Además del Caladero Nacional, la flota pesquera española faena en caladeros comunitarios (Unión Europea) y en caladeros internacionales.
- El volumen de la pesca desembarcada llegó a su momento álgido en la década de 1970, pero desde entonces ha decrecido por el agotamiento de los caladeros nacionales, la reducción de la flota pesquera y las limitaciones impuestas a las capturas.
La pesca atraviesa hoy una situación de crisis, motivada por diversos problemas que la política pesquera trata de solucionar:
- El problema de los caladeros, que provoca un insuficiente abastecimiento de pescado y exige realizar costosas importaciones.
- El tamaño excesivo de la flota pesquera (en relación con las posibilidades de pesca) y su elevada edad media. La gran mayoría de estos buques son pequeños, de la modalidad de artes menores.
- La población ocupada en la pesca es escasa, envejecida (solo el 4% tiene menos de 40 años) y con escasa formación. La escasez de tripulantes es, hoy en día, el problema más grave al que se enfrenta la flota pesquera española. Si no se encuentran soluciones a corto y medio plazo, muchos barcos tendrán que amarrar.
- El uso de las telecomunicaciones y las nuevas tecnologías aún es insuficiente (para la detección de bancos de pesca, captura selectiva de especies, nuevos cultivos marinos, etc.).
- La necesidad de adoptar nuevas normas de seguridad, sanidad y bienestar animal (correcto etiquetado del pescado, control de la contaminación y las enfermedades, etc.).
- La sobreexplotación de los recursos pesqueros por el exceso de capturas y el uso indiscriminado de determinadas artes de pesca.
- La contaminación de las aguas por vertidos industriales o de combustibles de barcos.
A todo ello hay que añadir el impacto de la crisis sanitaria en el sector. La flota española vivió pérdidas de ingresos por las caídas de precios de numerosas especies debidas a los cierres de hostelería, riesgos sanitarios y largas estancias en alta mar durante el primer año de pandemia por las dificultades en los relevos de tripulantes.
El Comité de Crisis del sector pesquero, integrado por la Confederación Española de Pesca (CEPESCA), la Federación Nacional de Asociaciones Provinciales de Empresarios Detallistas de Pescados y Productos Congelados (FEDEPESCA) y la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP), apuntaba unas pérdidas de un mínimo del 30%. Entre sus demandas proponían la reducción del IVA del 10% al 4%, tipo fijado para productos de primera necesidad como la fruta o los quesos.
Recientemente, el sector ha sufrido un nuevo golpe debido al encarecimiento de los costes, derivados principalmente de la subida del combustible. A ello se unen el aumento de los precios de la electricidad, los mayores gastos logísticos y el encarecimiento de las materias primas, lo que ha llevado al sector a reclamar soluciones tanto a nivel nacional como europeo.
1.3. La Política Pesquera Común (PPC)
España pertenece actualmente a la Unión Europea, por lo que participa de la Política Pesquera Común (PPC), que guarda gran afinidad con la Política Agrícola Común (PAC) y contiene cuatro puntos básicos:
- Política de conservación de recursos: Con este fin se establecen los Totales Anuales de Capturas (TAC), base para la asignación de cuotas a los países miembros.
- Política estructural: Orientada a la mejora de las estructuras pesqueras, de la industria transformadora y de los equipamientos portuarios, trata de ajustar la flota a las disponibilidades de pesca.
- Organización Común de Mercados (OCM): Tiene una gran similitud con la agraria y está encaminada a establecer y garantizar rentas equitativas a los pescadores y precios razonables a los consumidores.
- Política de acceso a los caladeros exteriores: Se realiza mediante acuerdos de diversa naturaleza con terceros países para que los buques de los países comunitarios puedan pescar en sus respectivos caladeros.
La pesca es uno de los sectores que se verá afectado por la salida del Reino Unido de la UE, el llamado Brexit. La probable restricción del acceso a aguas británicas y de Irlanda del Norte a los barcos de la Unión Europea preocupa a muchos países de la Unión. España no tiene una gran presencia pesquera en aguas del Reino Unido, en comparación con otras flotas comunitarias. No obstante, hay una importante presencia de capital español en la pesca del Reino Unido. El total de buques españoles afectados es de 113, de los cuales 89 pescan en las aguas del Reino Unido y 24 en las aguas de las Islas Malvinas, donde se captura principalmente merluza y pota.
Regiones Pesqueras en España y Principales Caladeros
Con estas perspectivas, las regiones pesqueras españolas han variado su significado tradicional, incluso los puertos, entre los que hoy destacan Bermeo (Vizcaya), Vigo, Huelva, Algeciras (Cádiz), etc. Del mismo modo, ha variado el significado económico y las repercusiones sociales de la actividad pesquera, que gravita hoy sobre el Atlántico en detrimento del Mediterráneo.
2.1. Regiones Pesqueras
España se organiza en ocho grandes regiones marítimas:
- Cantábrica: Abarca las costas del Principado de Asturias, Cantabria y el País Vasco. Destacan puertos como Santander y San Sebastián.
- Noroeste: Se extiende por las costas gallegas. Destacan puertos como Ferrol y Vigo.
- Suratlántica: Agrupa las costas atlánticas andaluzas. Destacan puertos como Huelva y Cádiz.
- Surmediterránea: Abarca las costas entre la Punta de Tarifa y el Cabo de Gata. Destacan puertos como Algeciras, Málaga, Motril y Almería, así como Ceuta y Melilla.
- Levantina: Se extiende desde el Cabo de Gata al Cabo de la Nao. Destacan puertos como Cartagena y Alicante.
- Tramontana: Abarca desde el Cabo de la Nao hasta la frontera francesa. Destacan puertos como Tarragona y Barcelona.
- Balear: Abarca las islas Baleares. Destacan los puertos de Ibiza, Palma y Ciutadella.
- Canaria: Incluye las Islas Canarias, con importantes puertos como San Sebastián de la Gomera, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria, Puerto del Rosario y Arrecife.
2.2. Principales Caladeros
Un caladero es un área marítima apropiada para calar o disponer las redes de pesca por su abundancia en especies explotables. Existen caladeros en alta mar y caladeros costeros.
2.2.1. Caladeros Nacionales
España tiene un amplio perímetro costero, en el que encontramos distintos caladeros:
- Caladero del Cantábrico y Noroeste: Dividido en dos regiones (Noroeste y Cantábrica). Dentro de ellas, Galicia tiene la primacía pesquera en España, pues aporta un tercio de las capturas y casi la mitad del empleo pesquero. Ha sufrido una reducción notable de la pesca desembarcada y numerosos conflictos. Participa, junto con la flota cantábrica, en la pesca en aguas adyacentes (sardina, merluza), en los caladeros comunitarios del Atlántico (atún, pez espada) y en aguas muy alejadas (fletán, bacalao, atún).
- Caladero del Golfo de Cádiz: Comprende la región suratlántica. En Andalucía, la pesca de bajura tiene gran importancia social. Dispone de una flota de unos 3.000 barcos con un fuerte componente artesanal. Se pesca en el litoral, en aguas de Marruecos y de Portugal, y en caladeros del Atlántico suroriental. En conjunto, las capturas han disminuido debido a la sobreexplotación y a la dificultad de acceso a aguas ajenas. La provincia con mayor importancia pesquera es Huelva, seguida de Algeciras (Cádiz). Se obtienen especies de alta cotización económica como gambas, calamares, langostinos, etc.
- Caladero Mediterráneo: Está dividido en las regiones de Tramontana, Levantina, Surmediterránea y Balear. En él se ha llegado a unos niveles mínimos por el agotamiento de las pesquerías. La flota está obsoleta, la pesca es muy tradicional y el Mediterráneo es un mar preocupante por el estado de conservación de sus recursos.
- Caladero de Canarias: Comprende la región canaria. Tuvo su época de esplendor entre 1961 y 1980 por la explotación del banco sahariano, muy favorecido por la corriente fría de Canarias.
2.2.2. Caladeros Comunitarios y en Terceros Países
Los caladeros nacionales tienen pocas posibilidades, por lo que se hace necesario buscar otros. Así se consolida una gran flota de altura y gran altura cuyas operaciones se realizan en aguas libres, en los límites jurisdiccionales de los países ribereños.
Desde el ingreso de España en la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1986, y tras un período transitorio de diez años, España está plenamente integrada en la llamada “Europa Azul”. La Política Pesquera Común (PPC) establece los totales admisibles de capturas y asigna cuotas de pesca, tanto para el caladero nacional como para el comunitario.
Los caladeros internacionales utilizados por los españoles han sido:
- Islandia: La especie que se pesca es el bacalao.
- Banco Atlántico Nororiental (Noruega y Svalbard): Bacalao, pota, calamar.
- Banco Atlántico Noroccidental (Terranova, Groenlandia): Bacalao, fletán.
- Gran Sol, Atlántico Norte (frente a las costas de Bretaña y sur de Irlanda): Merluza, rape, jurel.
- Aguas libres del Atlántico (aguas internacionales adyacentes a las costas de Portugal, Azores y España): Bonito, pez espada, marrajo.
- Mauritania y Senegal: Merluza negra, atún, etc.
- Océano Índico (Mozambique y Seychelles): Crustáceos, merluza, etc.
- Caladero Argentino, Chile y Malvinas: Merluza negra.
La Importancia Creciente de la Acuicultura
La reducción de las capturas en los caladeros habituales ha propiciado la búsqueda de una alternativa a la pesca tradicional. Así ha surgido la acuicultura, que pretende satisfacer una demanda cada vez mayor de pescado y marisco. La acuicultura es la explotación de organismos acuáticos: peces, moluscos, crustáceos y plantas marinas. Comprende la cría de peces marinos, mariscos y peces de agua dulce. De ahí que se desarrolle en el medio marino, litoral y continental. Está mucho más tecnificada que como se venía haciendo desde hace ya algunos años.
La Unión Europea diseñó en 2002 una estrategia para desarrollar el sector acuícola con los objetivos de crear empleo, proporcionar productos de pesca seguros y de buena calidad, y fomentar una actividad respetuosa con el medio ambiente.
La acuicultura marina está orientada principalmente a la producción de moluscos. El mejillón representa un porcentaje muy importante de la producción total, y su cultivo se concentra en Galicia. Otras especies significativas son la ostra plana, el ostrión, la almeja fina y la almeja del Pacífico, cuya producción se localiza fundamentalmente en las regiones cantábrica y gallega.
En términos de volumen, la acuicultura marina es la más importante, aunque la continental posee un mayor valor por tonelada producida. Las principales especies cultivadas son la dorada, el rodaballo, la lubina, el salmón y la trucha, en lo que a peces se refiere; y el mejillón, las ostras y las almejas, entre los moluscos. Entre las especies continentales, la trucha es la más destacada.
Galicia es la comunidad autónoma con mayor volumen de producción acuícola, seguida de Andalucía (principalmente en el Golfo de Cádiz) y Castilla y León, en el interior.
Al igual que sucede con la acuicultura de agua dulce, las empresas dedicadas a la acuicultura marina también generan actividad indirecta en empresas complementarias, como las dedicadas a la fabricación de piensos compuestos e, incluso, en las instalaciones de depuración. La producción acuícola tiene una importante repercusión sobre las fábricas de conservas de moluscos y pescado, concentradas básicamente en la región gallega.
Las perspectivas de que el desarrollo de la acuicultura aporte en el futuro una alternativa importante al dilema entre el crecimiento de la demanda de productos pesqueros y el agotamiento de los recursos naturales son esperanzadoras, puesto que España cuenta con un clima favorable y muchos kilómetros de litoral. No obstante, ha existido cierto temor por las elevadas inversiones necesarias. Su desarrollo también se ha visto obstaculizado por factores como la contaminación de las aguas, la irregularidad de los ríos españoles, la escasez de técnicos preparados y la dependencia del exterior en el abastecimiento de huevos.