El Comercio Interior: Características, Evolución y Distribución Geográfica

El Comercio Interior

El comercio es el intercambio de mercancías y servicios entre productores y consumidores. El comercio interior se realiza dentro de las fronteras de un país. Aporta el 22% del PIB, da empleo a 3 millones de personas y cuenta con más de 850.000 establecimientos.

1. Características y Cambios del Comercio Interior

a) Los cambios en la demanda o en el consumo han sido el aumento de la capacidad de compra (aumento de la renta familiar); la diversificación de la clientela (envejecimiento de la población, inmigración); dispersión de los consumidores (en barrios dormitorio o residencias periurbanas); la disminución de la frecuencia de compra (incorporación de la mujer al trabajo fuera de casa, uso del frigorífico…).
b) Los cambios en la oferta comercial han sido la diversificación de los productos ofrecidos a los consumidores; la generalización de las nuevas formas de venta (autoservicio, grandes superficies comerciales).
c) Uso de nuevas tecnologías que mejoran el equipamiento comercial (ordenadores, código de barras…) o que facilitan el pago (tarjetas) o la compra (Internet…).

2. El Comercio Mayorista o al por Mayor

Compra los productos al fabricante o a otro mayorista, los almacena y los vende al minorista. Se localiza en la periferia urbana y en las comunidades más dinámicas o pobladas (Cataluña, Andalucía, Madrid), a medio camino entre las áreas productoras y las consumidoras. La forma de venta mayorista habitual es el de cash and carry (paga y lleva), o venta en pequeños lotes a minoristas o a bares, hoteles… Aunque últimamente también crece la venta al consumidor final.

3. El Comercio Minorista o al por Menor o al Detalle

Compra los productos al fabricante o al mayorista y los vende directamente al consumidor. Se localizaba tradicionalmente en los bajos comerciales de los centros urbanos, y en la actualidad también en las periferias urbanas. Destacan por su número los localizados en Andalucía, Cataluña y Madrid. La forma de venta habitual varía mucho entre los establecimientos tradicionales y los nuevos.

a) El Comercio Minorista Tradicional

  • El comercio tradicional clásico: Son locales pequeños (menos de 100 metros cuadrados y el 50% como almacén) en manos de empresarios individuales (familiares), con escaso personal, escaso equipamiento e inversión y difícil acceso al crédito. Esto explica su crisis actual, el cierre de muchos de ellos o su traslado a la periferia junto a las grandes superficies, mientras los centros urbanos se despueblan. Se intenta remediar con nuevas fórmulas como las franquicias o las alianzas de cooperación.
  • Otras formas de venta tradicional son los mercados agrícolas semanales en las pequeñas ciudades, las ferias de muestras de las grandes ciudades o el comercio ambulante (mercadillos).

b) El Comercio Tradicional Moderno

Trata de hacer frente a la crisis mediante estrategias como:

  • Modernización de los establecimientos: cuida escaparates, exposición, presentación, ofrece ventajas a los clientes (promociones, descuentos…).
  • La especialización en un producto o gama reducida de estos, adaptados a las exigencias del entorno.
  • El sistema de franquicias que explota una marca reconocida a cambio de un canon y mantener un estándar de calidad y servicio.
  • El asociacionismo en cadenas y cooperativas para obtener beneficios y reducir costes.
  • La mejora de la localización, que va desde ubicarse junto a las grandes superficies (oferta ocio-compra).

c) Las Nuevas Formas de Venta Minorista

  • El comercio de libre servicio: El sistema de venta en autoservicio tiene un doble significado. Es un sistema de venta que consiste en que los productos están al alcance del cliente, que los toma por sí mismo y los paga a la salida en caja. El comerciante ahorra empleos y convierte el almacén en superficie de venta; el cliente puede comparar precios y comprar más barato. También es una forma de establecimiento minorista que consiste en un local de menos de 2.500 m² que emplea este sistema de venta. Vende productos cotidianos (alimentos o de uso diario) y se localiza en los barrios y el centro. Es un sector en alza porque combina proximidad con la mejora de la calidad-precio, la variedad y el servicio.
  • Las grandes superficies comerciales: Tienen un local de más de 2.500 m². Comprenden los hipermercados de los centros y periferias urbanas; los grandes almacenes de los centros de las grandes ciudades; los almacenes populares, parecidos a los anteriores pero que ofrecen productos más baratos a clientela modesta; las tiendas de descuento (“chinos” o “todo a…”); los centros comerciales regionales integrados que combinan hipermercados con comercios independientes (peluquerías, cafeterías, restaurantes), establecimientos de ocio (cine, salas de juego); las grandes superficies especializadas o category killers especializados en grandes surtidos de un producto (bricolaje, juguetes, deporte, ocio, tecnología) a precios competitivos; los parques de fabricantes o factory outlets de venta directa del fabricante con grandes descuentos, se localizan a las afueras.
  • Las ventas sin establecimiento son la venta por catálogo, televenta, Internet o por máquina (tabaco, refrescos, dulces).

4. Los Espacios del Comercio Interior

Su función económica es la venta de productos y servicios. Pero también tiene una función social, como lugares de ocio, paseo, información… e intervienen en la ordenación del espacio.

a) Los factores que influyen en la localización del comercio son la existencia de un sistema de transporte entre el productor, comerciante y consumidor, y de un mercado de consumo amplio con poder adquisitivo. En consecuencia, los comercios se concentran en las autonomías con mejor red de transporte, alta densidad de población y mayor renta per cápita (Madrid, Cataluña, Navarra, País Vasco); las grandes ciudades y los barrios urbanos más accesibles y más ricos.
b) Existen grandes desequilibrios territoriales en la localización del comercio. La mejor dotación está en las comunidades con mejor red de transporte, más densamente pobladas y más ricas (Madrid, Cataluña, País Vasco o Navarra). También están mejor dotadas las ciudades que el campo y las zonas más ricas que las pobres.
c) Los emplazamientos comerciales varían. En las ciudades, el centro histórico acoge al comercio tradicional (problemas de congestión y deterioro), y en las periferias están las grandes superficies. En el área rural predomina el comercio tradicional de artículos corrientes, que sufre la competencia del comercio urbano y la mejora de los transportes.

5. La Política Comercial Interior

Es competencia de las Autonomías, que deben acatar las normas de la Unión Europea y la regulación general del Estado.

a) La Ley del Comercio, cumpliendo la normativa europea, establece mayor libertad comercial, de circulación de mercancías y de competencia, y regula aspectos como la garantía postventa, ventas con pérdidas, rebajas, etc.
b) Las medidas para mejorar la actividad comercial incluyen:
  • Medidas para asegurar la continuidad de los comercios e incrementar su número: favorecer el relevo generacional, el emprendimiento, simplificar los trámites administrativos y el apoyo a la reestructuración de los negocios en dificultades.
  • Medidas para mejorar la competitividad respecto a las grandes superficies: mejoras en la formación, créditos para modernizar, uso de nuevas tecnologías, etc.
  • Ámbito urbano: con el objetivo de aumentar su competitividad respecto a las grandes superficies comerciales: revitalización de centros urbanos (peatonalización, rehabilitación de edificios, iluminación, limpieza), cooperación entre comerciantes, formación profesional para crear centros comerciales abiertos.
  • Ámbito rural: el objetivo es paliar el envejecimiento demográfico y las pérdidas del comercio. Se potencia el comercio en los municipios principales promocionando los establecimientos multiservicio, pequeños comercios tradicionales y la venta de productos artesanales.