Wittgenstein: Lenguaje, Lógica y Realidad en sus Dos Etapas

Ludwig Wittgenstein: Lenguaje, Lógica y Realidad en sus Dos Etapas

La filosofía de Ludwig Wittgenstein se divide tradicionalmente en dos períodos principales, marcados por un cambio significativo en su enfoque y sus ideas sobre el lenguaje, la lógica y la realidad. Este documento explora las características clave de ambos períodos y compara sus similitudes y diferencias.

Ludwig Wittgenstein: El Primer Período (Tractatus Logico-Philosophicus)

El primer Wittgenstein, influenciado por Bertrand Russell, se centró en la relación entre el lenguaje, el pensamiento y la realidad, buscando establecer los límites de lo que puede decirse con sentido.

El Proyecto Filosófico

El proyecto principal del primer Wittgenstein, plasmado en el Tractatus Logico-Philosophicus, era analizar los límites del lenguaje para superar los problemas filosóficos que, según él, surgen del mal uso o la incomprensión de la lógica del lenguaje. Consideraba que la mayoría de los problemas filosóficos (metafísicos, éticos, etc.) son en realidad trampas lingüísticas, consecuencia de la ambigüedad y la falta de precisión del lenguaje natural.

Su objetivo era construir un lenguaje lógicamente perfecto o formalizado, un lenguaje exacto obtenido mediante la construcción lógica. En este lenguaje, cada palabra tendría un significado preciso y único, buscando la unidad de significado para lograr la exactitud necesaria, similar a la del lenguaje de la ciencia exacta.

El papel de la filosofía, en este sentido, no es el de una teoría con contenido propio, sino una actividad práctica de análisis lógico del lenguaje para clarificar el pensamiento y mostrar lo que puede y no puede decirse.

Atomismo Lógico y Teoría Figurativa

El primer Wittgenstein adoptó y desarrolló la teoría del atomismo de la realidad, influenciado por Russell. Según esta teoría, el universo es un conjunto de átomos lógicos, elementos simples e independientes. La realidad consiste en la configuración de estos átomos en hechos atómicos y, a su vez, en hechos complejos.

Para conocer la realidad, es necesario descomponerla en sus elementos simples (los últimos elementos, los “átomos”) para descubrir su estructura lógica. La estructura lógica de la realidad es fundamental.

El lenguaje es necesario porque posee una estructura lógica que es isomorfa (comparte la misma forma) con la estructura lógica de la realidad. El lenguaje, a través de las proposiciones, figura o representa los hechos del mundo. La realidad (el mundo) se compone de eventos que, a su vez, se descomponen en elementos (átomos).

Para que el lenguaje pueda figurar la realidad con exactitud, se requiere un lenguaje lógicamente perfecto. Por lo tanto, cada proposición es un reflejo de un posible hecho de la realidad y su significado debe ser exacto, descartando la ambigüedad del lenguaje natural.

Proposiciones Sensatas y Absurdas

Dentro del marco del Tractatus, las proposiciones se clasifican según su capacidad para figurar hechos:

  • Proposición Sensata: Representa un posible hecho del mundo. Puede ser verdadera (si el hecho representado existe) o falsa (si el hecho representado no existe). El criterio de verificación para una proposición sensata es que pueda ser contrastada empíricamente. Las proposiciones sensatas dicen algo sobre la realidad y pertenecen al ámbito del lenguaje lógicamente perfecto. Solo se consideran las afirmaciones (proposiciones descriptivas), descartando preguntas, órdenes, etc., porque no pueden ser verdaderas o falsas.
  • Proposición Absurda: No figura ningún posible hecho del mundo y, por lo tanto, no proporciona conocimiento sobre la realidad. No puede ser contrastada empíricamente. Las proposiciones que intentan “decir” lo que el lenguaje no puede mostrar (lo místico) generan proposiciones absurdas.

Los Límites del Lenguaje y lo Místico

El Tractatus establece que hay cosas que no pueden decirse con el lenguaje, sino que solo pueden mostrarse. Este ámbito de lo que se muestra pero no se dice es lo que Wittgenstein llama lo místico. La experiencia estética, la ética y la religión pertenecen a este ámbito místico y, aunque son importantes, no pueden expresarse mediante proposiciones sensatas.

La filosofía tradicional, especialmente la metafísica, a menudo intenta hablar sobre lo místico o utiliza el lenguaje fuera de sus límites lógicos, generando proposiciones absurdas. Una proposición metafísica, por ejemplo, no puede ser verificada empíricamente y, por tanto, no dice nada con sentido sobre el mundo.

El Papel de la Filosofía (revisited)

El papel de la filosofía no es construir teorías (ya que no puede haber proposiciones filosóficas sensatas con contenido sobre el mundo), sino ser una actividad de clarificación lógica. Su tarea es analizar el lenguaje para mostrar los límites de lo decible y disolver los problemas filosóficos que surgen de la confusión lingüística.

Las proposiciones de la lógica y las matemáticas son un caso especial. No tienen contenido empírico; no dicen nada sobre el mundo. Son tautologías o contradicciones que muestran la forma lógica del lenguaje y del mundo, pero no describen hechos.

Ludwig Wittgenstein: El Segundo Período (Investigaciones Filosóficas)

El segundo Wittgenstein experimentó un cambio radical en su pensamiento, criticando muchas de las ideas fundamentales del Tractatus y centrándose en el uso real del lenguaje en la vida cotidiana.

La Crítica al Primer Período

El segundo Wittgenstein se alejó de la idea de un único lenguaje lógicamente perfecto y de la noción de que el significado de una palabra es el objeto al que nombra. Criticó la base del positivismo lógico (que se inspiró en su primer trabajo), señalando que el empirismo estricto y el ideal de un lenguaje formalizado perfecto enfrentan crisis.

Argumentó que el empirismo puro descuida el hecho de que la realidad es siempre interpretada por el sujeto. Además, criterios como la verificabilidad empírica estricta no pueden aplicarse a todas las afirmaciones (por ejemplo, las leyes científicas universales o las afirmaciones sobre experiencias privadas).

La idea de construir un lenguaje lógicamente perfecto se reveló problemática (en parte debido a los problemas lógicos como las antinomias de Russell o los teoremas de Gödel, aunque la crítica de Wittgenstein era más conceptual). El sueño de un lenguaje único y exacto fue destruido.

Los Juegos de Lenguaje

En lugar de un único sistema lógico universal, el segundo Wittgenstein propuso que el lenguaje funciona a través de una multiplicidad de “juegos de lenguaje”. Un juego de lenguaje es una forma de vida o una actividad en la que el lenguaje se utiliza. Ejemplos incluyen dar órdenes, describir un objeto, informar de un evento, hacer una pregunta, contar un chiste, dar las gracias, etc.

No hay una lógica general única que rija todo el lenguaje, sino diferentes reglas para diferentes juegos de lenguaje. Estas reglas no son explícitas en un sistema formal, sino que se aprenden participando en la actividad y observando cómo se usa el lenguaje.

Los juegos de lenguaje son como herramientas en una caja; cada herramienta (cada juego) tiene un uso específico. Hay un número infinito de juegos de lenguaje, que se crean y desaparecen con el uso.

El Significado como Uso

La idea central del segundo período es que el significado de una palabra no es un objeto al que nombra, ni una esencia fija, sino su uso en un determinado juego de lenguaje. El significado de una palabra se aprende y se entiende al ver cómo se utiliza en diferentes situaciones y contextos.

Esto lleva a un relativismo lingüístico: el significado es relativo al contexto y a la situación en la que se usa el lenguaje. Una misma palabra o expresión puede tener significados diferentes según el juego de lenguaje en el que participe.

El Papel de la Filosofía (revisited)

Al igual que en el primer período, el papel de la filosofía sigue siendo práctico, no teórico. Su tarea es analizar el lenguaje ordinario tal como se usa en los diferentes juegos de lenguaje para disolver los problemas filosóficos. Estos problemas surgen cuando las palabras se sacan de su contexto habitual o se usan según las reglas de un juego de lenguaje en otro donde no aplican, creando confusión y sinsentido.

La filosofía no construye teorías sobre la realidad o el conocimiento, sino que clarifica el uso del lenguaje para mostrar dónde nos hemos enredado conceptualmente. El análisis del lenguaje ordinario es la herramienta para evitar y resolver los problemas que surgen de exceder los límites del uso correcto del lenguaje en cada contexto.

Comparación entre el Primer y Segundo Wittgenstein

Similitudes

  • Ambos períodos pertenecen a la filosofía analítica y otorgan una importancia central al lenguaje.
  • En ambos, se considera que la estructura lingüística de alguna manera refleja o limita nuestra comprensión del mundo. Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo (idea presente en ambos, aunque interpretada de forma diferente).
  • La filosofía no es vista como un sistema teórico con proposiciones sobre el mundo, sino como una actividad práctica de análisis del lenguaje.
  • Ambos critican la metafísica tradicional, considerándola un producto del mal uso o la incomprensión del lenguaje. Los problemas metafísicos son vistos como problemas del lenguaje.
  • El objetivo es analizar los límites del lenguaje (o de los usos del lenguaje), clarificar conceptos y evitar o resolver problemas que surgen del lenguaje.
  • Ambos buscan una base sólida, aunque el primer busca una base lógica y el segundo se basa en el uso empírico del lenguaje ordinario.

Diferencias

  • Lenguaje Ideal vs. Lenguaje Ordinario:
    • Primer Wittgenstein: Buscaba construir un lenguaje lógicamente perfecto y descartaba el lenguaje común por su ambigüedad. Creía que el significado era principalmente la relación de nombrar (cada palabra nombra un elemento simple). Quería una unidad de significado (1 palabra = 1 significado) para la exactitud de la ciencia.
    • Segundo Wittgenstein: Apoyaba el lenguaje común tal como es, con su ambigüedad e imprecisión, reconociendo que es adecuado para la comunicación humana en sus diversas formas (describir, preguntar, ordenar, aconsejar, hablar del pasado/futuro).
  • Significado:
    • Primer Wittgenstein: El significado de una palabra es el objeto que nombra (en el caso de nombres simples) o su condición de verdad (en el caso de proposiciones). Buscaba la precisión y la correspondencia uno a uno.
    • Segundo Wittgenstein: El significado de una palabra es su uso en un juego de lenguaje. El significado depende de la situación y el contexto. Para saber el significado de una palabra, hay que ver cómo se usa.
  • Lógica y Proposiciones:
    • Primer Wittgenstein: Se basaba en una lógica general única y la teoría figurativa. Las proposiciones sensatas son aquellas que pueden ser contrastadas empíricamente (verdaderas o falsas). Las tautologías son verdaderas pero vacías de contenido. Lo místico no puede decirse.
    • Segundo Wittgenstein: No se basa en una única lógica general, sino en los múltiples usos del lenguaje (los juegos de lenguaje). Las diferentes formas de usar el lenguaje (preguntas, órdenes, etc.) son tan válidas como las descripciones.
  • Unidad de la Ciencia/Lenguaje:
    • Primer Wittgenstein: Buscaba un lenguaje común (universal) para lograr un texto exacto para todos los avances científicos y la unidad de la ciencia.
    • Segundo Wittgenstein: No intentaba lograr un lenguaje común universal. El lenguaje está dividido según los contextos y situaciones, con una importancia relativa según el uso.
  • Tipos de Enunciados Considerados:
    • Primer Wittgenstein: Solo consideraba las proposiciones descriptivas (afirmaciones) que podían ser verdaderas o falsas, descartando órdenes, preguntas, etc. Rechazaba el lenguaje común.
    • Segundo Wittgenstein: Apoyaba el lenguaje común en su totalidad, reconociendo la importancia de las preguntas, órdenes, consejos, etc., para el contacto humano. El lenguaje formal del Tractatus no podía llenar este vacío.