El Criticismo Kantiano: Superando Antagonismos Filosóficos
El Criticismo de Immanuel Kant representa un hito en la filosofía al superar el antagonismo entre el racionalismo y el empirismo. Kant asimila lo más valioso de ambas corrientes para abordar las cuestiones metafísicas, un campo que se encontraba en declive. Desde los presupuestos racionalistas y empiristas, la metafísica como ciencia no era posible para Kant. Del racionalismo, toma el concepto del elemento a priori del conocimiento, mientras que del empirismo, acepta que todo conocimiento comienza con la experiencia.
El Juicio de la Razón: El Criticismo y el Idealismo Trascendental
El gran desafío para Kant era determinar la capacidad de la razón humana para conocer. Esto lo llevó a someter la razón a un juicio crítico. El resultado es un sistema filosófico conocido como Criticismo o Idealismo Trascendental, que pone especial énfasis en la dimensión activa del sujeto del conocimiento.
Las Preguntas Fundamentales de Kant
El programa filosófico de Kant se articula en torno a cuatro preguntas esenciales:
- ¿Qué puedo conocer?
- ¿Qué debo hacer?
- ¿Qué me cabe esperar?
- ¿Qué es el hombre?
Estas cuestiones revelan el carácter marcadamente antropológico de la investigación kantiana. Kant responde a estas preguntas en sus obras principales:
- Crítica de la razón pura: Aborda el conocimiento.
- Crítica de la razón práctica y Fundamentación de la metafísica de las costumbres: Tratan sobre la moralidad.
- La religión dentro de los límites de la mera razón: Explora las expectativas humanas.
La tarea de Kant se centra en el análisis del órgano del conocimiento: la razón. Somete la razón a crítica para establecer los límites de su capacidad, reconociendo que muchos errores provienen de extralimitarse. Examina la razón pura, libre de datos empíricos, y realiza esta crítica a través de la propia razón.
La Estructura del Conocimiento: Juicios y Ciencia
Kant otorga gran importancia a la contribución del sujeto en el proceso de conocer. Identifica dos elementos esenciales para la ciencia y el conocimiento:
- Condiciones empíricas: Toda ciencia debe partir de la experiencia y de los órganos sensoriales que captan los datos del mundo externo.
- Condiciones universales (a priori): El conocimiento se apoya en estructuras previas a la experiencia, como el espacio y el tiempo, que Kant denomina formas.
Clasificación de los Juicios
Kant clasifica los juicios de la siguiente manera:
Primera Clasificación: Juicios Analíticos y Sintéticos
- Juicios Analíticos: El predicado está incluido en el sujeto. No añaden información nueva, son necesarios y explicativos. Su negación implica una contradicción.
- Juicios Sintéticos: El predicado no está contenido en el sujeto. Añaden información nueva, son particulares y se basan en el análisis de la realidad.
Segunda Clasificación: Juicios a Priori y a Posteriori
- Juicios a priori: No requieren de la experiencia para ser conocidos como verdaderos.
- Juicios a posteriori: Requieren de la comprobación empírica para determinar su veracidad.
La Revolución Copernicana en la Filosofía
Kant postula la necesidad de juicios sintéticos a priori para la existencia de la ciencia. Estos juicios unen la novedad del conocimiento sintético con la universalidad y necesidad del conocimiento a priori. Kant opera un giro copernicano en la filosofía, desplazando el foco del objeto al sujeto cognoscente. El conocimiento ya no se basa en la materia de la realidad externa, sino en la forma que el sujeto impone al conocer a través de sus facultades.
Este cambio implica que el objeto se conforma al sujeto, y el mundo se presenta como una serie de fenómenos, conocidos no en sí mismos, sino según la estructura de nuestras facultades. Antes del giro, se conocía el mundo tal como era, sin aportación del sujeto. Con el giro copernicano, el sujeto añade algo al conocimiento: la forma. Esto hace que el conocimiento sea más complejo y problemático.
En la Crítica de la razón pura, Kant concluye que la metafísica como conocimiento de la razón pura no es posible. Sin embargo, sí es posible una metafísica de las costumbres, centrada en la moralidad.
La Ética Kantiana: Imperativos y Moralidad
Imperativos Categóricos y Normas Morales
La ética kantiana se pregunta por la posibilidad de una ética universal. Parte de la conciencia moral humana y de la existencia de la moral como un hecho. Mientras la ciencia se basa en juicios, la moral se fundamenta en imperativos, que son mandatos.
Tipos de Imperativos
- Imperativos Hipotéticos: Ordenan un medio para alcanzar un fin.
- Imperativos Categóricos: Valen por sí mismos, sin una finalidad externa.
Crítica a las Éticas Materiales
Las éticas anteriores a Kant, llamadas materiales, se preguntaban cómo ser feliz y establecían normas concretas basadas en la experiencia (empíricas y a posteriori). Estas éticas son heterónomas, ya que la norma proviene de una autoridad externa. Se basan en imperativos hipotéticos y presentan dos problemas:
- Su validez está condicionada al fin que persiguen, por lo que no son universales.
- La consecución de la felicidad se basa en la experiencia, lo que las vincula a la ciencia, ámbito que Kant separa de la ética.
La Moralidad en las Acciones
Kant distingue tres tipos de acciones en relación con el deber:
- Acciones contrarias al deber: Van en contra del imperativo moral.
- Acciones conforme al deber: Se realizan por un fin ulterior, convirtiendo el imperativo categórico en hipotético.
- Acciones por deber: Se realizan por convicción, sin un fin posterior. Estas son las acciones verdaderamente morales.
Lo que determina la moralidad de una acción es la voluntad con la que se realiza. Una acción realizada por deber, con una buena voluntad, es moral, independientemente de las consecuencias o de la búsqueda de un premio.
Ética Formal o de la Intención
La ética kantiana se denomina ética formal o ética de la intención porque lo que importa es la forma (la intención, la buena voluntad) y no el contenido (el fin buscado). Kant busca una ética universal, autónoma y necesaria, que no dependa de la experiencia.
La solución es crear una Ética Formal, olvidando la felicidad como ideal moral y centrándose en el deber.
El Imperativo Categórico
Kant formula el imperativo categórico como una ley universal que la razón puede aplicar para determinar cómo actuar correctamente:
- Primera formulación: “Actúa de tal manera que la máxima de tu acción pueda convertirse en ley universal”. Esto significa actuar como crees que cualquier persona debería actuar en una situación similar.
- Segunda formulación: “Actúa de tal manera que tomes a la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca simplemente como un medio”. Esta formulación resalta la dignidad humana, impidiendo que las personas sean utilizadas como meros instrumentos.
El imperativo categórico fundamenta racionalmente los derechos humanos. La ley moral, el deber, es determinado por la propia voluntad, que es autónoma.
Postulados de la Razón Práctica: Libertad, Alma y Dios
La ética kantiana no prescribe acciones concretas, sino que insta a actuar por deber, sin fines egoístas, y a aplicar el imperativo categórico. Para que esta moral sea posible, Kant postula tres condiciones:
Condiciones de la Moralidad
- Mundo Nouménico: La existencia de realidades inteligibles (noúmenos) más allá de los fenómenos.
- Postulados Morales de la Razón Práctica:
- Libertad: Es la condición para la responsabilidad y la autonomía moral. Sin libertad, no hay moralidad.
- Alma: La inmortalidad del alma es necesaria para alcanzar la perfección moral, que no se logra en esta vida.
- Dios: La existencia de Dios garantiza la correspondencia entre la virtud y la felicidad, asegurando la justicia en el mundo.
Estos postulados no son objetos de conocimiento científico, sino condiciones necesarias para la posibilidad de la moralidad.