Contextualización Histórica y Filosófica
En el siglo pasado se ha transformado el mundo. Los grandes acontecimientos políticos incluyen la Revolución Rusa, la I Guerra Mundial, el fascismo, la II Guerra Mundial, la Guerra Fría y la división del mundo en dos bloques. A la misma vez se produce el despertar de los países del tercer mundo.
Líneas de Reflexión
Se distinguen tres líneas de reflexión principales:
- Filosófica: La fenomenología de Husserl, el existencialismo de Sartre y el raciovitalismo de Ortega y Gasset.
- Cuestiones sociales y crítica: El marxismo (Lenin), el personalismo (Mounier) y la Escuela de Frankfurt (Adorno).
- Lenguaje y metodología científica: El movimiento estructuralista iniciado por Lévi-Strauss, quien lo aplica al psicoanálisis; Althusser al marxismo y Foucault a la historia.
El Movimiento Analítico
El movimiento analítico nace de la mano de Moore y Russell. Recibe este nombre porque los filósofos que lo integran entienden la filosofía como análisis del lenguaje. Este movimiento, que recupera la tradición empirista, se desarrolla en tres corrientes: el atomismo lógico, el positivismo lógico y la filosofía analítica.
Ludwig Wittgenstein: Vida y Obra
Nota Biográfica
Nace en Viena en 1889. Más tarde ingresa en la Realschule de Linz. Estudió ingeniería en Berlín y en Manchester. Más tarde fue a Cambridge a estudiar filosofía. Hereda una gran fortuna. Fue capturado por los italianos e internado en un campo de concentración donde redacta el Tractatus Logico-Philosophicus. Después expone el atomismo lógico, que nace en las discusiones entre él y Russell. Muere en Cambridge en 1951 de cáncer de próstata.
Periodos de su Pensamiento
Cabe distinguir dos periodos en su pensamiento:
- Primer periodo: Se afirma que hay una esencia única del lenguaje.
- Segundo periodo: Se entiende que no hay una esencia única.
La filosofía es una actividad de esclarecimiento del lenguaje. Sus obras más importantes son: Tractatus Logico-Philosophicus (1921), Investigaciones filosóficas (1953) y Cuadernos azul y marrón (1958).
Nociones: Ciencia y Filosofía
Wittgenstein afirma que “el mundo es todo lo que sucede”, que son hechos. Así, el mundo está constituido por un todo encerrado que abarcaría la totalidad de los hechos. Los hechos pueden ser:
- Simples: No existen ni la casualidad ni la necesidad.
- Compuestos: Formados por hechos simples.
Lo que el mundo sea depende de la forma en que se combinen los hechos. Las proposiciones que describen posibles hechos tienen sentido y pueden ser verdaderas o falsas. El lenguaje comparte con el mundo la estructura lógica que se necesita para poder “pintarlo”. El conjunto de todas las proposiciones verdaderas es la ciencia.
La filosofía tradicional consta de sinsentidos. La forma correcta de hacer filosofía es la de mostrar los límites del discurso con sentido. Las proposiciones empíricas son las únicas con sentido. El Tractatus nos dice que la filosofía no puede darnos información sobre la realidad. El verdadero método de la filosofía sería decir solo aquello que se puede decir. La filosofía no es ni una ciencia de los hechos, ni un lenguaje sobre los valores éticos y estéticos.
Tema: La Crítica del Lenguaje Metafísico
Wittgenstein no quedó satisfecho con la delimitación del saber científico. Se hace preguntas como: ¿Qué sé sobre Dios y la finalidad de la vida? Dios, el sentido de la vida, la muerte o la ética le preocupan.
La buena conciencia es la felicidad que procura la vida del conocimiento. Sólo es feliz la vida que puede renunciar a las amenidades de este mundo. Su religiosidad es la mística, la de una fe silenciosa y respetuosa con el misterio. Lo místico se muestra, Dios no.
Lo “Místico” es el sentimiento que aparece como consecuencia de mostrarse el mundo como un todo limitado. Es una experiencia que no es posible transmitir adecuadamente con palabras. Lo más importante para Wittgenstein es el ámbito de la vida, del silencio, de la ética y la estética. Traza los límites del lenguaje, de lo que se puede decir y lo que no.
Existe una dimensión del sentimiento, de la estética, que se puede mostrar más allá del lenguaje. Esta es el enigma de la vida. El lenguaje dice cómo son los hechos que pertenecen al mundo de la representación. La voluntad es quien juzga a los hechos, que carecen de valor en sí mismos. En el lenguaje del mundo, donde hay una pregunta puede haber una respuesta; donde expresamos una proposición, puede haber un hecho que la confirme.
Todas las proposiciones de la metafísica o de la ética clásica aparecen en el Tractatus como pseudoproposiciones carentes de sentido. Podríamos preguntarnos: ¿Qué silencio artístico permite mostrar lo místico? La poesía y el arte.
Resumen del Tractatus
El Tractatus es una colección de sentencias cortas que se presenta como una obra cerrada. Se compone de 6 tesis y se cierra con la escueta tesis 7. Es un libro de lógica filosófica.
- 1ª Parte (6.5-6.522): El que no pueda hablar del sentido del mundo no significa que haya enigmas. Siempre que hay una pregunta con sentido puede haber una respuesta.
- 2ª Parte (6.53): Hace una reflexión sobre el método y la actividad propia de la filosofía.
- 3ª Parte (6.54): Las proposiciones no constituyen un lenguaje representativo.
- 4ª Parte (7): Es una llamada al método riguroso de la filosofía y aparece como una crítica al propio Tractatus.
Si puede hacerse una pregunta, también es posible responderla. Las únicas preguntas planteables son las científicas. Las dudas solo surgen cuando se puede decir algo de alguna cosa, y solo en este caso puede haber preguntas. Cuando todas las preguntas científicas hubieran sido formuladas y respondidas, lo que quedaría intacto será el problema de nuestra vida. En la disolución o desaparición del problema se apoya el testimonio de los que dicen haber encontrado el sentido de su vida. Aquí aparece lo místico.
En filosofía, solo se pueden expresar las proposiciones científicas. Cuando hablamos de algo filosófico estamos atribuyendo a signos lingüísticos un sentido del que carecen. El Tractatus es un libro lleno de pseudoproposiciones (proposiciones sin sentido).
Jean-Paul Sartre: Existencialismo y Libertad
Nociones: Angustia y Responsabilidad
La ausencia de determinismos hace que el hombre sea plenamente responsable de su modo de ser, aunque resulte incómodo, ya que preferiríamos no ser responsables. El hombre sabe siempre lo que tiene que hacer y se siente seguro si cree en la moral tradicional. El existencialista sabe que no son válidas las normas establecidas, y realiza una decisión sin saber si es buena o mala, lo que crea la angustia.
Sartre llega a declarar que el hombre es angustia. Distingue la angustia (no es por un motivo concreto) del mero miedo (aparece ante un peligro concreto y se relaciona con el daño). La angustia aparece al responsabilizarnos de nuestra existencia. La angustia se hace más profunda si tenemos en cuenta que nuestras decisiones no son puramente individuales. No se puede elegir una forma de vida y creer que ésta vale sólo para nosotros: ¿y si todo el mundo hiciera lo mismo? Cuando elegimos nos convertimos en legisladores.
Cada hombre tiene que crear su propia escala de valores y tomar sus propias decisiones a partir de ella. Tampoco podemos imponer nuestro camino a los demás por ser el mejor, ni excusarnos en lo que hacen en la misma situación otras personas.
Esencia y Existencia
La esencia es el conjunto de rasgos que deben estar presentes en un objeto para que sea lo que es. El concepto expresa en el nivel del pensamiento la esencia del objeto que vamos a fabricar. En este sentido se puede decir que la esencia es anterior a la existencia. La existencia concreta se intenta acomodar a la esencia que se expresa en la definición del objeto.
Según Sartre, los que conciben a Dios como creador lo identifican como un artesano superior. En la edad moderna la noción de Dios entra en crisis, cosa que no pasa con la idea de que la esencia precede a la existencia. Si prescindimos de la conciencia, el ser queda reducido al ser-en-sí. Sartre quiere señalar que el ser es realidad, actualidad por ser compacto, denso y homogéneo. El ser-en-sí no es consciente; el ser-en-sí es increado; el ser-en-sí simplemente es. Su existencia es absurda. Además del ser-en-sí está el ser-para-sí. El ser-para-sí es enteramente relación.
Contextualización: El Contexto Cultural
La época de Sartre: nació en París en 1905 y murió en 1980. Fue filósofo, escritor, profesor y fundador de la revista Les Temps Modernes. En 1964 se le concedió el Premio Nobel de Literatura, pero lo rechazó. Su pensamiento puede dividirse en dos etapas: una influida por Husserl y otra cercana al marxismo. El autor apoyó la revolución de mayo del 68.
Sartre pertenece al existencialismo, corriente filosófica que vivió su auge en Europa entre las dos guerras mundiales. El pensamiento de Sartre se expresa en obras filosóficas como el Esbozo de una teoría de las emociones y en La náusea. El ser y la nada es una ontología fenomenológica. La situación existencial del hombre como creador de su propia vida en libertad se analiza en El existencialismo es un humanismo. Un intento de compaginar el existencialismo con el marxismo tiene lugar en la Crítica de la razón dialéctica. Una autobiografía novelada y un estudio sociológico lo encontramos en El idiota de la familia.
Resumen: El Existencialismo es un Humanismo
Hay que entender el existencialismo y el pensamiento de Sartre en el contexto de una sociedad en donde la individualidad está amenazada por fuerzas poderosas que le llevan a la destrucción (la guerra). La existencia es anterior a la esencia, luego el hombre es responsable de su propio ser.
El que el hombre, al elegir lo que quiere ser, esté eligiendo también la imagen del hombre que quiere que sean todos, permite comprender los conceptos de desesperación, angustia y desamparo. El hombre es angustia porque elige su modelo de hombre y el que quiere para los demás. La angustia es la que experimentan con claridad aquellos que tienen una gran responsabilidad. Esta angustia no impide actuar.
El desamparo del hombre se refiere a la situación de soledad en la que queda el hombre por la no existencia de Dios. El hombre está condenado a ser libre. La consideración del hombre como arrojado al mundo y condenado a ser libre es imprescindible en el existencialismo de Sartre. Para el existencialista, el poder de su decisión libre de crearse su propia vida debe ser superior a cualquier pasión. El hombre no tiene ayuda, tiene que inventarse a sí mismo.
Nociones: Angustia y Responsabilidad (Reiteración)
La ausencia de determinismos hace que el hombre sea plenamente responsable de su modo de ser, aunque resulte incómodo, ya que preferiríamos no ser responsables. El hombre sabe siempre lo que tiene que hacer y se siente seguro si cree en la moral tradicional. El existencialista sabe que no son válidas las normas establecidas, y realiza una decisión sin saber si es buena o mala, lo que crea la angustia.
Sartre llega a declarar que el hombre es angustia. Distingue la angustia (no es por un motivo concreto) del mero miedo (aparece ante un peligro concreto y se relaciona con el daño). La angustia aparece al responsabilizarnos de nuestra existencia. La angustia se hace más profunda si tenemos en cuenta que nuestras decisiones no son puramente individuales. No se puede elegir una forma de vida y creer que ésta vale sólo para nosotros: ¿y si todo el mundo hiciera lo mismo? Cuando elegimos nos convertimos en legisladores.
Cada hombre tiene que crear su propia escala de valores y tomar sus propias decisiones a partir de ella. Tampoco podemos imponer nuestro camino a los demás por ser el mejor, ni excusarnos en lo que hacen en la misma situación otras personas.
Esencia y Existencia (Reiteración)
La esencia es el conjunto de rasgos que deben estar presentes en un objeto para que sea lo que es. El concepto expresa en el nivel del pensamiento la esencia del objeto que vamos a fabricar. En este sentido se puede decir que la esencia es anterior a la existencia. La existencia concreta se intenta acomodar a la esencia que se expresa en la definición del objeto. Según Sartre, los que conciben a Dios como creador lo identifican como un artesano superior. En la edad moderna la noción de Dios entra en crisis, cosa que no pasa con la idea de que la esencia precede a la existencia. Si prescindimos de la conciencia, el ser queda reducido al ser-en-sí. Sartre quiere señalar que el ser es realidad, actualidad por ser compacto, denso y homogéneo. El ser-en-sí no es consciente; el ser-en-sí es increado; el ser-en-sí simplemente es. Su existencia es absurda. Además del ser-en-sí está el ser-para-sí. El ser-para-sí es enteramente relación.
Temas: Ateísmo y Libertad
El existencialismo es el esfuerzo de sacar todas las consecuencias de una posición atea coherente. No es un ateísmo que se agote demostrando que Dios no existe. El hombre se encuentra y se convence de que nada puede salvarlo de sí mismo. Es muy incómodo que Dios no exista, porque con él desaparece cualquier posibilidad de encontrar valores de un cielo inteligible.
La idea del hombre como un ser libre es una consecuencia inevitable del ateísmo. La visión técnica del mundo y la concepción creacionista son semejantes. Si Dios no existe, hay por lo menos un ser que existe antes de poder ser definido por ningún concepto. Con esto Sartre señala la posición del ser humano respecto del resto de seres, que empieza existiendo. Sartre relaciona la libertad con la falta de naturaleza: tener una naturaleza implica que ya están determinadas las conductas posibles.
Su reivindicación de la libertad es tan radical que le lleva a negar cualquier género de determinismo. Somos lo que hemos querido ser y siempre podremos dejar de ser lo que somos. Estamos condenados a ser libres. El modo de enfrentarse a la situación es la libertad. Los valores morales los crea nuestra determinación. La voluntad da realidad a los valores cuando escoges unos en vez de otros.
Lo que somos es una consecuencia de nuestra libertad de elección. El ser humano es “una pasión inútil”. La contingencia es un rasgo común al ser humano. Es el “estar de más”. No es exclusiva del pensamiento existencialista. El autor continúa la línea empirista destacando las consecuencias de este hecho, la fragilidad de la existencia, la existencia como algo gratuito. Sartre rechaza la noción de Dios, se declara ateo (carácter gratuito de la existencia). El ser humano también está “arrojado a la existencia”. El elemento más característico del existencialismo de Sartre es esta concepción de la gratuidad absoluta de la realidad. Llama “náusea” a esta experiencia originaria del ser.
El Hombre como Proyecto
Sartre considera que en nosotros no encontramos unos rasgos fijos que determinen los posibles comportamientos. Sartre rechaza la existencia de una naturaleza física o espiritual. Para él, el ser humano es algo indeterminado. Sartre introduce el concepto de condición humana, que son los límites comunes a todos los hombres:
- Estar arrojado en el mundo.
- Tener que trabajar.
- Vivir en medio de los demás.
- Ser mortal.
La existencia de la condición humana es lo que puede hacernos comprensibles los distintos momentos históricos y las vidas particulares. Todo proyecto tiene un valor universal. Cuando el individuo elige, lo hace por la humanidad entera. Sartre no niega los condicionamientos de la existencia humana. La libertad del hombre es su modo de ser. Por los actos que realizamos nos vamos haciendo de una manera. Al morir, el para-sí se transforma en algo ya hecho. Cada hombre elige su yo ideal. El proyecto original puede ser cambiado, pero esto requiere una conversión. La mala fe es autoengañarse, mientras que la mentira es engañar a los demás. La mala fe siempre es una mala elección porque es una renuncia a la libertad.