El Esplendor del Arte Bizantino: San Vital de Rávena y Santa Sofía de Constantinopla
La Basílica de San Vital de Rávena: Un Tesoro Bizantino
La Basílica de San Vital, erigida entre los años 546 y 548 d.C., durante la época del emperador Justiniano y la Primera Edad de Oro del arte bizantino, se alza en Rávena. Lejos de la capital, Constantinopla, y en un territorio recién anexionado, este edificio monumental sirvió para marcar la presencia imperial. Su diseño sigue el modelo de la Iglesia de Sergio y Baco.
El exterior, de sobrio ladrillo, se accede a través de un atrio, seguido de un nártex. La entrada principal está flanqueada por dos torres circulares. La nave central presenta una planta octogonal, coronada por una cúpula de media naranja en el centro, que se apoya sobre ocho pilares. Esta nave está rodeada por un deambulatorio, y al fondo, se encuentra un ábside semicircular en el interior y rectangular en el exterior. El presbiterio, un espacio rectangular amplio y profundo, cuenta con cubiertas de arista, deambulatorio y de cuarto de esfera.
La Decoración Interior: Mosaicos Imperiales
La decoración más destacada de San Vital son sus mosaicos. En el ábside, se representa a Cristo sentado sobre la bola del mundo; a su lado, San Vital le ofrece la corona de su martirio, y al otro lado, el obispo Ecclesio le entrega la maqueta de la iglesia. Cristo es representado imberbe, una iconografía heredada del mundo romano.
En el presbiterio, a la izquierda del altar, se encuentra el famoso mosaico de Teodora, quien lleva en la mano un cáliz. A la derecha, Justiniano se dirige al altar llevando la patena. Ambos mosaicos, de autor desconocido, datan del siglo VI d.C. y son representativos de la Primera Edad de Oro del arte bizantino. Su propósito es transmitir la unión del poder civil y religioso.
El Cortejo de Teodora: Maestría del Mosaico Bizantino
El mosaico del Cortejo de Teodora, ubicado en el presbiterio de San Vital de Rávena, es una obra cumbre del arte bizantino. Su técnica es el opus tessellatum, que implica el uso de teselas (pequeñas piezas que forman el mosaico) hechas de vidrio, lo que les confiere un colorido brillante. Las teselas pueden ser cúbicas, circulares o de otras formas.
Elementos Formales y Simbolismo
- Composición: Las figuras se disponen en un friso, una al lado de la otra, muy próximas al espectador y al marco. Presentan los pies en forma de ‘V’ e isocefalia (todas las cabezas a la misma altura).
- Teodora: En la parte central, Teodora es fácilmente reconocible por sus joyas, la corona y la túnica de color púrpura que la distingue. Está rodeada de un nimbo y es portadora del cáliz, situada bajo una exedra decorada con una corona. En su túnica aparecen tres reyes, simulando la situación de los Reyes Magos entregando regalos a Jesús, lo que se interpreta como una analogía a su entrega del cáliz a Dios.
- Séquito: Su séquito consta de dos personajes masculinos a un lado y, por otro, todas mujeres. La mujer más próxima se piensa que es la esposa de Belisario, quien aparece en el mosaico al lado de Justiniano.
- Mirada al Espectador: Los personajes protagonistas miran directamente al espectador, una forma de atraer las miradas y establecer una conexión.
- Espacio y Volumen: Las figuras son muy planas, sin volumen ni profundidad, características del arte bizantino. Sin embargo, en el mosaico de Teodora se utilizan ciertos objetos y colores que dan cierta sensación de espacio, como la exedra, el cortinaje corrido, la fuente y los pliegues con los juegos de luces y sombras.
- Color y Luz: El mosaico de Teodora es muy rico en color, destacando los verdes, así como rojos, dorados y blancos. Las teselas tienen inclinación para hacer resaltar la luz. Hay presencia de línea con filas de teselas negras muy finas. La luz es homogénea y ambiental, con poca sombra.
- Naturalismo y Convencionalismos: El naturalismo se representa con figuras antinaturalistas, respondiendo a convencionalismos. No hay rasgos idealizados, y en el rostro tienen más importancia los ojos y las cejas.
Los valores plásticos que transmite la imagen son la solemnidad, el hieratismo, la grandiosidad y la unión de la Iglesia y el Estado. Aunque el autor es desconocido, esta obra es una de las más grandes representaciones de la Primera Edad de Oro bizantina, donde se observa cómo se toman ideas del mundo romano y se transforman.
Santa Sofía de Constantinopla: La Cúpula Celestial
Nombre: Santa Sofía de Constantinopla (actual Estambul)
Autores: Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto
Cronología: Siglo VI d.C. (Época de Justiniano)
Estilo: Bizantino, Primera Edad de Oro
Localización: Constantinopla (actual Estambul)
La descripción se centra en el interior de esta majestuosa obra.
Materiales y Construcción
Los materiales de construcción son modestos (ladrillo, mampostería), pero están revestidos con materiales ricos como mármol, mosaicos y planchas de cobre. Los pilares son de piedra caliza y sillares. La arcilla utilizada es porosa. Para su edificación, se reutilizaron materiales de otros edificios, como las columnas del Templo de Artemisa, grandes piedras de las canteras de Egipto, mármol de Tesalia, piedra negra del Bósforo y piedra amarilla de Siria. Además, se emplearon materiales preciosos como oro, plata, marfil y piedras preciosas.
La Compleja Planta y Estructura
La planta de Santa Sofía es muy compleja, una mezcla de la planta basilical y de cruz griega, específicamente una cruz griega inscrita en un rectángulo. En su diseño se mezclan tradiciones orientales y occidentales:
- Originalmente, contaba con un atrio, como en las basílicas paleocristianas.
- Presenta un doble nártex.
- En el centro, se alza una enorme cúpula de 31 metros de diámetro y 56 de altura. La cúpula tiene 40 nervios, y entre cada nervio hay ventanas que permiten la entrada de luz, dando la sensación de que la cúpula flota.
- Se apoya en cuatro grandes pechinas.
- Para disminuir los pesos laterales, hay dos semicúpulas que, a su vez, se refuerzan con otras dos cada una.
- Longitudinalmente, el espacio está dividido en tres naves.
- En la cabecera, se encuentra un ábside semicircular en el interior y rectangular en el exterior.
Elementos Sustentantes y Cubierta
Los elementos sustentantes son muros muy gruesos, columnas bizantinas con basa, fuste liso y doble capitel (el inferior recuerda al estilo clásico con decoración, y el superior tiene forma de tronco de pirámide invertida), y arcos de medio punto.
La cubierta es abovedada. Las bóvedas son de enorme cúpula, y de cuarto de esfera en las naves laterales y en el doble nártex.
Valores Plásticos y Decoración
Los valores plásticos radican en que la luz es un elemento constitutivo del edificio, creando un espacio enorme y sobrecogedor donde la cúpula parece flotar. La decoración con materiales ricos contribuye a que sea un edificio lujoso y bello.
En el exterior, nos encontramos ante una gran sobriedad sin adornos, mientras que en el interior hay una profusa decoración con mosaicos en las paredes y ábsides, capiteles y la cúpula gigante.
Importancia Histórica y Artística
Tras la caída de Constantinopla, los turcos la convirtieron en una mezquita, cubriendo ciertos elementos de su arquitectura original e incorporando elementos de su propia religión. Santa Sofía es la obra más importante del mundo bizantino, construida por el emperador bizantino más relevante, buscando transmitir su poder y riqueza. No tuvo una gran proyección en cuanto a copias debido a su complejidad constructiva, aunque fue muy admirada.