Victoria de Samotracia: Un Símbolo del Helenismo
Marco Histórico-Artístico
- Autor: Atribuida a Pitócrito (casi con seguridad).
- Cronología: Siglo II a.C., c. 190 a.C.
- Material y técnica: Mármol tallado (altura: 2,46 m).
- Estilo: Arte Griego (helenístico).
- Localización: Museo del Louvre, París.
Análisis Iconográfico
- Título: La Victoria de Samotracia.
- Tema: Mitológico, representando a la Victoria alada (Niké).
- Tipología y función: Escultura de bulto redondo. Concebida para ser colocada en la proa de un barco (probablemente imaginario), conmemoraba una importante victoria naval de los rodios.
Análisis Formal
Se trata de una obra de grandes proporciones que se aleja de las medidas equilibradas del arte clásico griego, creando un efecto impactante. Es una figura femenina que ha perdido la cabeza y los brazos y que destaca por su perfección técnica, ya que el mármol presenta diferentes texturas que realzan unas partes del cuerpo y difuminan otras. Los pliegues cumplen esta función, variando desde los finos y transparentes (basados en la técnica de los “paños mojados”, técnica escultórica utilizada para marcar la anatomía de la figura, que remarcan el vientre, la pierna y los pechos), hasta los gruesos y opacos. El mármol también está exquisitamente trabajado en las plumas de las alas. Estas diferentes texturas se realzan con la incidencia de la luz, que incide de manera distinta sobre las partes del cuerpo, acentuando los contrastes.
Otro aspecto importante es el movimiento conseguido, especialmente a través de las alas que se proyectan hacia atrás. Se trata de una figura en actitud de avanzar, de alzar el vuelo o de haberse posado. Las diagonales cruzadas también demuestran la asimetría con la que fue concebida.
El autor conocía el “contrapposto” (oposición armónica entre las distintas partes del cuerpo humano).
En definitiva, es una magnífica expresión artística de la Escuela de Rodas, que destacó por el dinamismo, el desequilibrio y la expresividad en sus obras, como también se observa en el Laocoonte y sus hijos.
Contenido y Significado
Es una obra conmemorativa que celebra la victoria de los rodios sobre Antíoco III de Siria.
Fue ubicada en un santuario en Samotracia, probablemente con una fuente a sus pies para que su reflejo realzara la composición. Es una escultura que expresa la evolución estilística griega, incorporando la fuerza del realismo propia del periodo final helenístico.
Hermes con Dioniso Niño: La Delicadeza Praxiteliana
Marco Histórico-Artístico
- Estilo: Escultura griega, época clásica.
- Cronología: c. 390-330 a.C. (Siglo IV a.C.).
- Artista: Praxíteles.
- Material y técnica: Mármol tallado.
- Localización: Museo Arqueológico de Olimpia, Grecia.
- Función: Originalmente parte de un grupo escultórico en un templo, su función principal era religiosa y narrativa, representando un episodio mitológico.
Análisis Iconográfico
- Título: Hermes con el niño Dioniso.
- Tema: Hermes sostiene en brazos a su hermanastro Dioniso. La escena hace referencia a una parada en el camino hacia el nuevo hogar de Dioniso, donde Hermes busca protegerlo de la ira de Hera (madrastra de Hermes).
- Tipología: Escultura de bulto redondo.
Análisis Formal
La obra alude al futuro del pequeño dios como divinidad del vino: su atento hermanastro lo sostiene con su brazo izquierdo y, se cree, le ofrecía un racimo de uvas con la mano de su brazo derecho (hoy perdido).
Esta obra destaca por la finura del modelado, la flexibilidad de las figuras, la delicadeza y una sutil expresividad en el rostro.
Praxíteles destacó por su famosa curva praxiteliana, que confiere a la figura una sensación de movimiento y, a la vez, de reposo.
Además, la curva lograda en Hermes se contrapone con el ropaje (la túnica) que cae a su lado.
A su vez, el tratamiento de los músculos y la anatomía (no muy marcada) hace que la escultura pierda tensión y gane en sensualidad.
Contenido y Significado
Esta obra pertenece al momento de máximo esplendor de la escultura clásica griega.
Praxíteles trató sus obras y a los dioses con humanidad y cierto realismo, lo que lo alejó de la idealización clásica y seduciría a los escultores helenísticos posteriores.
También destacó por la representación del desnudo masculino y femenino en su obra, como se aprecia en su famosa Afrodita de Cnido.
Kouros de Anavyssos: La Transición Arcaica
Marco Histórico-Artístico
- Obra: Kouros de Anavyssos.
- Autor: Desconocido.
- Cronología: Siglo VI a.C. (c. 530 a.C.).
- Localización: Museo Arqueológico Nacional de Atenas.
- Estilo: Escultura griega arcaica.
- Material y técnica: Mármol tallado.
Análisis Iconográfico
- Título: Kouros de Anavyssos.
- Tema: Los kouroi (plural de kouros) podían ser representaciones de un joven atleta o del dios Apolo.
- Tipología: Escultura de bulto redondo.
Análisis Formal
Destacan la desnudez, reservada a los atletas y al dios Apolo. La frontalidad, a partir de un eje vertical que lo divide en dos mitades idénticas. La rigidez e inexpresividad, así como el hieratismo, con los puños unidos a los muslos, los ojos almendrados y la típica “sonrisa arcaica”. Sin embargo, se observa el avance de una pierna, lo que confiere cierto naturalismo (tendencia artística que representa la forma más fiel posible a la naturaleza o los personajes, evitando el idealismo) o realismo a la obra, así como una anatomía que ya comienza a distinguirse. Por último, el cabello (ensortijado) adopta unas formas geométricas, típico de las obras arcaicas en la historia del arte. Otras esculturas similares incluyen la Dama de Auxerre.
Contenido y Significado
Los kouroi han sido hallados en lugares de culto y en tumbas. Eran esculturas en alabanza a un atleta o para recordar a un hombre por sus cualidades físicas o guerreras.
El Kouros de Anavyssos apareció con una inscripción que decía: “Párate ante esta tumba y apiádate de Kroisos, muerto en la primera línea de combate por el impetuoso Ares” (dios de la guerra).
Se trata de un modelo con similitudes con el arte egipcio antiguo; sin embargo, los griegos daban vida a sus obras, representándolas desnudas y sin ningún tipo de apoyo.
La Tríada de Micerino: Majestad del Imperio Antiguo Egipcio
Marco Histórico-Artístico
- Obra: Tríada de Micerino (Micerino con la diosa Hathor y el nomo de Cinópolis).
- Localización: Museo Egipcio de El Cairo.
- Estilo: Arte egipcio.
- Cronología: Imperio Antiguo (c. 2500 a.C.), IV Dinastía.
- Artista: Anónimo.
- Material y técnica: Talla sobre piedra (esquisto gris) con pulimento posterior.
Análisis Iconográfico
- Título: Tríada de Micerino.
- Tema: El faraón entre dos divinidades. Un tema recurrente en la escultura egipcia.
- Tipología: Escultura en alto relieve (cuando las figuras sobresalen más de la mitad del bulto).
Análisis Formal
Se trata de una escultura en esquisto gris (o pizarra), que forma un único bloque en cuya pared vertical se encuentran adosadas tres figuras talladas, mientras la base muestra inscripciones jeroglíficas. Muestra al faraón Micerino entre dos divinidades femeninas. El monarca aparece representado con la corona blanca del Alto Egipto, un faldellín plisado que deja al descubierto su torso, brazos y piernas. Lleva también una barba postiza. Micerino se encuentra en actitud de avanzar.
Las dos divinidades femeninas muestran rasgos semejantes: ambas visten sencillas túnicas transparentes que insinúan la anatomía. Poseen melenas que caen por delante del cuello hasta llegar casi a los pechos.
A la derecha de Micerino, la diosa Hathor, cuya cabeza se remata con cuernos de vaca y el disco solar. A la izquierda del rey encontramos a la diosa protectora de un nomo, sobre cuya cabeza se coloca su emblema característico. Hathor avanza levemente su pie izquierdo, en actitud de inicio de la marcha, mientras la otra diosa se mantiene estática, con los pies juntos.
El conjunto posee hieratismo (tendencia que concibe las imágenes majestuosas, monumentales, contenidas y rígidas), el canon (regla de las proporciones humanas que expresa un modelo ideal del cuerpo humano, buscando un equilibrio y medida armónica de este), las vestimentas de gran sencillez y la volumetría de las figuras.
Contenido y Significado
Esta escena escultórica está considerada como uno de los conjuntos más importantes del Imperio Antiguo; de hecho, fue repetida en numerosas ocasiones, sobre todo con la diosa Hathor, ocupando el faraón-rey una posición central.
La escultura, por primera vez, se concibe como una composición colectiva.