Santa Capilla de París
Esta obra fue encargada por Luis IX para albergar una reliquia de la Corona de Espinas traída desde Constantinopla. Probablemente su arquitecto fue Pierre de Montreuil. Fue realizada durante los años 1240-1248 en París, Francia.
El edificio consta de dos niveles formados por dos capillas superpuestas. La capilla inferior es un espacio de poca altura a modo de cripta y que, en cierto modo, hace de cimiento para la iglesia alta. Consta de tres naves completamente policromadas. En la parte superior, la iglesia alcanza una altura de más de 15 m, teniendo en cuenta que la arquitectura queda reducida a las bóvedas de crucería y a las finas columnas que la sostienen. Los muros han sido sustituidos por vidrieras con temas religiosos (simbolizan la flor de lis). En el exterior podemos observar que no tiene arbotantes, sino solamente delgados contrafuertes.
En su origen, la parte inferior estaba destinada al pueblo y la parte superior tenía uso exclusivo del monarca y su corte.
La Santa Capilla constituye el paradigma de la arquitectura gótica, ya que la mayor parte de los muros son translúcidos y la piedra ha sido sustituida por vidrieras de colores.
El resultado es un templo esbelto y etéreo.
Catedral de León
El famoso maestro Enrique fue quien dirigió las obras de la catedral, pero también intervinieron otros arquitectos como el maestro Simón y Juan Pérez. Fue construida durante la segunda mitad del siglo XIII bajo el reinado de Alfonso X, y se localiza en León.
La fachada principal se inspira en la Catedral de Chartres: triple entrada con arcos apuntados, torres terminadas en pináculos y un gran rosetón. En el interior, la planta basilical de cruz latina es muy parecida a la de Reims. Consta de tres naves: el transepto, situado hacia el centro, también de tres naves y alineado con la cabecera; y ábside con girola poligonal y capillas radiales. Se cubre con bóvedas de crucería que empujan las fuerzas laterales al exterior. Los empujes verticales del interior son recogidos por los pilares compuestos a través de los baquetones que bajan por el muro. El muro de la nave central está dividido en tres niveles. La nave central es mucho más alta que las laterales, por lo tanto, el claristorio y el triforio tienen espacio extenso. Tiene grandes ventanales que ocupan gran parte de la fachada. El interior destaca por su gran luminosidad y por la sensación de espiritualidad propia del gótico.
Fue considerada como la catedral más francesa de Castilla. Destacan su esbeltez y sus vidrieras.
Arquitectura Gótica
El nuevo sistema constructivo incluye la utilización de:
- Arco apuntado
- Nervios
- Bóveda de crucería
- Baquetón
- Arbotante
- Estribo
- Pináculo
- Gárgola
Se divide en dos tipos:
- Arquitectura religiosa: donde destacan las catedrales.
- Arquitectura civil: donde destacan las universidades, lonjas, ayuntamientos y palacios.
Se divide en tres periodos:
- Gótico inicial (segunda mitad del s. XII)
- Gótico clásico (siglos XIII-XIV)
- Gótico flamígero (siglo XV)
Pintura Gótica
Las principales características de la pintura son:
- La búsqueda del naturalismo
- La humanización de la divinidad
- La estilización de las figuras
La pintura gótica aporta novedades:
- Se desarrolla sobre tabla.
- La desaparición de los muros da lugar al desarrollo de la técnica de la vidriera, a excepción de Italia.
- La profusión de la pintura sobre tabla se relaciona con el desarrollo de los retablos.
- Las escenas tienen fondo plano, normalmente dorado.
- Una técnica que se desarrolla es la grisalla.
Pintura Flamenca
Relacionada con la burguesía. La temática principal es el retrato. Se alcanzó un extraordinario realismo. Esta minuciosidad fue posible gracias al uso de la pintura al óleo.
Pórtico de la Gloria
Esta obra, el Pórtico de la Gloria, se encuentra en la Catedral de Santiago de Compostela. Data del año 1198 y su autor fue el Maestro Mateo, director, arquitecto y escultor de la obra.
Está formado por tres vanos de medio punto, siendo el más amplio el correspondiente a la nave central y los otros dos a los laterales.
Resalta la figura central del Apóstol Santiago en el parteluz, recibiendo a los peregrinos. Se trata de una iconografía que recrea el Apocalipsis. La estructura es jerárquica: el bien aplasta el mal. La base tiene elementos del infierno y va ascendiendo en altura hacia elementos celestiales y divinos. La estatua del Apóstol está apoyada sobre una base de seres monstruosos y demonios, y el árbol genealógico de Jesucristo, el Árbol de Jesé, en el que aparece representada la Virgen María.
En el tímpano central aparece representado Cristo en majestad rodeado por el Tetramorfos. Este tímpano central está apoyado sobre el capitel de las tentaciones de Jesús en el desierto y la Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Junto a los tetramorfos que rodean a Cristo, acompañan la escena cuatro ángeles a cada lado, sosteniendo los símbolos de la Pasión, que son aquellos que van desde que apresan a Jesucristo hasta que lo crucifican.
En la arquivolta central aparecen los 24 ancianos del Apocalipsis, con coronas e instrumentos musicales, preparándose para el Juicio Final.
Se encuentran dos jambas a los laterales: el lado derecho representa a los apóstoles, haciendo referencia al Nuevo Testamento, y el lado izquierdo a los profetas, que representan al Antiguo Testamento. Además, en los laterales del pórtico, los ángeles tocan trompetas que anuncian el Juicio Final.
En cuanto a la pintura, el pórtico estaba policromado, pero actualmente solo se conserva el color en pequeños espacios.
Se trata de una de las obras más representativas del Románico y sigue las características propias de esta escultura. Sin embargo, esta obra no solo sigue el estilo románico, sino que se adelanta hacia algunos aspectos de estilos posteriores, siendo pionera en su época. Esto se ve reflejado en la expresividad de sus figuras, como la de Daniel, con su sonrisa característica.
Otros ejemplos son las estatuas de las jambas, que se independizan del bloque, y ya no se puede hablar, por tanto, de estatuas-columnas, sino de relieve convertido en bulto redondo.