El Proceso de Independencia de las Colonias Americanas (1808-1825)

Entre 1808 y 1825 se produjo el proceso de independencia de las colonias americanas. Las causas fueron las siguientes:

• Descontento de los criollos: El deseo de librarse de la autoridad de los funcionarios nombrados desde España, que impedían el acceso a cargos políticos de los criollos (descendientes de españoles nacidos en América).
• Restricciones económicas: El control del comercio por la Corona impedía a los criollos establecer relaciones comerciales con otros países.
• Difusión del liberalismo: Las ideas ilustradas y liberales llegaron a América debido al menor control de la censura impuesta por Carlos IV. Además, es innegable la importancia que tuvo la independencia de los Estados Unidos.
• Apoyo del clero: La Iglesia, sobre todo el bajo clero, apoyó el proceso.
• Vacío de poder: La pérdida de la flota en Trafalgar había desconectado a la Península de los territorios de ultramar y la invasión de Napoleón agravó más la situación.

Primeros Intentos y Revoluciones

El primer intento tuvo lugar en 1806 cuando Francisco Miranda, financiado por Reino Unido, intentó invadir Venezuela, aunque fracasó. Ese mismo año, los británicos intentaron invadir Buenos Aires, pero las tropas criollas se defendieron y la victoria hizo que su confianza aumentase para enfrentarse a España. En los distintos virreinatos estallaron revoluciones sin conexión alguna entre sí, aunque los más conservadores se mantuvieron fieles y los de nueva creación fueron los motores de la independencia.

Fases de la Emancipación

El proceso de emancipación cuenta con tres fases:

• Primera fase (1808-1811): Aprovechando el vacío de poder se rebeló México con el cura Hidalgo, Venezuela con Simón Bolívar y Paraguay con José Francia. Este fue el comienzo de las revueltas.
• Segunda fase (1814-1816): La restauración de Fernando VII pareció sofocar la revuelta. Sin embargo, algunos como Buenos Aires mantuvieron la rebelión. En 1816, en el Congreso de Tucumán, se proclamó la independencia de Río de la Plata.
• Tercera fase (1818-1824): Se propició la independencia de Paraguay y de Chile. Agustín Iturbide proclamó la independencia de Nueva España y se convirtió en emperador hasta que en 1823 fue derrotado por Antonio López de Santa Anna, quien proclamó una república. Venezuela se independizó bajo el mando de Simón Bolívar en 1819, tras derrotar a las tropas españolas en Boyacá. Solo el virreinato de Perú se mantuvo fiel, pero la intervención de Bolívar, que venció en la batalla de Junín en 1820, y de Antonio José de Sucre en la batalla de Ayacucho de 1824, significó la derrota definitiva de España. Hasta 1898, Cuba y Puerto Rico pertenecieron a España.

Consecuencias de la Independencia

Este proceso provocó algunas transformaciones:

Para España:

• Pérdida de importancia: España se convirtió en una potencia de segundo orden.
• Dificultades económicas: Derivadas de la renuncia a un vasto mercado y a importantes recursos, lo que provocó problemas en la Hacienda pública y una crisis militar.

Para las zonas emancipadas:

• Influencia de otros países: Reino Unido y EE. UU. ejercieron desde entonces una notable influencia en la zona.
• Fracaso de los proyectos políticos: Surgieron conflictos de intereses entre las élites criollas.

Las Cortes de Cádiz y la Disolución del Antiguo Régimen

Como había ocurrido durante la Revolución francesa, los diputados españoles se organizaron como Asamblea Constituyente y se proclamaron representantes de la soberanía nacional. Existían tres tendencias:

• Liberales: Partidarios de una cámara única, elaborar una constitución y eliminar los privilegios del Antiguo Régimen.
• Absolutistas: Partidarios de mantener el orden monárquico conservador.
• Jovellanistas: Partidarios de la revitalización de las artes medievales y la soberanía compartida.

Esta asamblea aprobó una serie de decretos que significaron la disolución del Antiguo Régimen: se suprimió el Honrado Concejo de la Mesta, se abolió la Inquisición, se decretó la libertad de imprenta y se abolieron los señoríos jurisdiccionales y los gremios.

El orden privilegiado de muchos diputados determinó que la supresión del señorío tomase un carácter moderado y no radical. Tras su abolición en 1811, los estamentos privilegiados, sobre todo la nobleza, dejaron de gozar del ejercicio de la administración y de percibir numerosas rentas, pero se estableció una confusa diferenciación entre el señorío jurisdiccional (que quedó en principio abolido) y el señorío territorial (donde el noble es el propietario). El problema es que ambos estaban mezclados, lo que hacía casi imposible su diferenciación.

La otra prioridad de las Cortes de Cádiz residió en la creación de un mercado nacional basado en el establecimiento de los principios liberales. Para ello se tomaron medidas: se suprimieron los bienes de manos muertas, se abrieron nuevos cauces para la desamortización de la propiedad eclesiástica, se dispuso el libre establecimiento de fábricas y el ejercicio de cualquier industria, y la libertad de comercio, sobre todo en la agricultura.

La Constitución de 1812: «La Pepa»

El 19 de marzo de 1812, estos diputados aprobaron la primera Constitución en la historia de España, más conocida como «La Pepa» por coincidir con la festividad de San José. Tomaron como referencias para su redacción dos textos: las antiguas Cortes medievales y la Constitución francesa de 1791.

Sus pilares fundamentales fueron:

• Cámara única
• Monarquía constitucional
• Poder ejecutivo
• Desarrollo de la administración local
• Confesionalidad del Estado
• Soberanía nacional
• Milicia nacional
• Libertad económica
• Instrucción pública
• Igualdad fiscal

Las Desamortizaciones del Siglo XIX

Las desamortizaciones de Mendizábal tuvieron lugar a partir de su entrada en el Gobierno (que supuso la recuperación de la Constitución de 1812, restablecida en 1836), como sustituto de Martínez de la Rosa en 1835. Por otro lado, las de Madoz destacaron entre las principales medidas del nuevo Gobierno progresista de Espartero en 1855, conocida como la Ley Desamortizadora General.

Mendizábal y la Desamortización Eclesiástica

El proceso de Mendizábal fue muy intenso debido a su iniciativa, que dio lugar a la aprobación de la Ley de Desamortización Eclesiástica de 1837, mediante la cual se declaraban propiedad nacional todos los bienes de las comunidades religiosas, que fueron sacados a subastas públicas. Sus principales objetivos eran:

• Saciar la crisis y sanear la deuda del Estado.
• Buscar dinero para financiar la Guerra Carlista.
• Penalizar a los propios carlistas (incluyendo sectores del clero defensores del carlismo).
• Conseguir apoyos de los liberales mediante la creación de una clase propietaria leal al liberalismo.

Madoz y la Desamortización Civil

En el caso de Madoz, sus objetivos eran claros. Comprendía una serie de disposiciones relativas a la desamortización civil, bienes de propios, tierras comunales y eclesiásticas (cualquier propiedad vinculada a las manos muertas).

Efectos y Consecuencias

Los efectos principales de la desamortización de Madoz fueron:

• Protestas por parte de sectores religiosos que invocaban el Concordato con la Santa Sede (1851).
• Los municipios se vieron muy perjudicados en sus haciendas locales al ver cómo la privatización de los bienes baldíos y comunales les privaba de su principal fuente de ingresos.
• No se logró mejorar la situación del sector agrario debido a la falta de un reparto equitativo entre los campesinos.

Mientras tanto, los efectos de la desamortización de Mendizábal fueron:

• Positivos: Se pusieron en cultivo muchas tierras abandonadas, reduciendo el problema de la carestía de alimentos.
• Negativos: Los campesinos y los municipios fueron damnificados (pasaron de disponer de tierras comunales a tener que pagar por su uso). La Iglesia perdió gran parte de sus bienes, lo que se consideró una catástrofe para el patrimonio artístico, ya que algunos conventos acabaron abandonados.