Hidrografía de República Dominicana: Ríos, Cuencas, Lagos y Potencial Hídrico

Hidrografía de la República Dominicana

La República Dominicana posee cinco cuencas hidrográficas importantes, las cuales son:

  • La cuenca del río Yaque del Norte, el más largo del país, con una extensión de 296 km. Sus afluentes son: Jimenoa, Bao, Amina, Mao, Guayubín y Maguaca.
  • La cuenca del río Yaque del Sur, con extensión de 209 km. Sus afluentes son: San Juan, En Medio y Las Cuevas.
  • La cuenca del río Yuna, el más caudaloso, tiene como afluentes principales al Camú, Masipedro, Maimón, Chacuey y Cuaba.
  • La cuenca del río Ozama es la cuarta en importancia porque baña el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, con un recorrido de 148 km. Su afluente principal es el río Isabela.
  • La cuenca del Artibonito, que es un río internacional, nace en la Cordillera Central de República Dominicana y desemboca en el golfo de Gonaive, en Haití. Recorre 321 km y es considerado el más largo de la isla. Sus afluentes son el Macasia, Libón y Joca.

Río Yaque del Norte Río Yaque del Norte

Los principales ríos del país son el Yaque del Norte, Yuna, Nizao, Yaque del Sur y Artibonito, que tienen su origen en la Cordillera Central. Otro río de importancia es el Ozama, que nace en la loma Siete Cabezas y desemboca en el puerto de Santo Domingo. En la Cordillera Central se alimentan los principales ríos dominicanos. En su parte Norte crecen el Yaque del Norte y el Yuna, que son los dos ríos de mayor caudal, cuenca y longitud del país. Esos ríos aprovechan todas las corrientes de agua que vienen de la Cordillera Central en la parte occidental y oriental del Cibao.

En el lado sur de la Cordillera Central crece el Artibonito, el río de mayor longitud (321 km) y de mayor cuenca (9.013 km²) de la isla. También corre por esa ladera el Yaque del Sur, el río dominicano que nace a mayor altura y que es fortalecido por afluentes largos y caudalosos.

La Cordillera Septentrional tiene muy pocos ríos en su ladera sur, mientras que en la norte cuenta con algunos importantes.

La península de Samaná tiene solamente arroyos, siendo los de su parte Norte los más caudalosos. La parte Norte de la Cordillera Oriental solo tiene arroyuelos, mientras que la Sur cuenta con ríos de cierta importancia, como El Chavón, Soco y Duey. La sierra del Bahoruco tiene más arroyos que ríos. Algunos de los ríos desaparecen bajo el lecho, como sucede con el río Las Damas, para convertirse en corrientes subterráneas.

La sierra de Neiba tiene corrientes torrenciales en su vertiente sur, las cuales van al Bajo Yaque del Sur y al lago Enriquillo. En su parte Norte cuenta con el río Los Baos.

Vertientes Fluviales y Régimen Hídrico

Los ríos del país dirigen sus aguas a varias vertientes. Las tres vertientes marítimas son: la del Atlántico, que recoge los ríos de la parte Norte y Este; la del mar Caribe, que recibe los del Sur, y la del golfo de Gonaive, para la cuenca del Artibonito.

De las vertientes interiores, formadas por los lagos Enriquillo, Rincón y otros menores, solamente la del primero tiene cierta importancia.

Hay corrientes de agua que desaparecen bajo tierra, ampliando la capa freática y llegando al mar por canales subterráneos. Algunas corrientes reaparecen, como las de Nigua y Yubazo.

De las corrientes de agua que desaparecen, algunas lo hacen por filtración en valles aluvionales, en ciénagas y pantanos, etc.

Debido a nuestro clima variable y al correspondiente reparto desigual de las lluvias en las estaciones, los ríos del país son de régimen irregular. En época lluviosa tienden a salirse de su cauce, creciendo su capacidad erosiva y arrastre de sedimentos. En los períodos de sequía, reducen considerablemente su caudal hasta secarse.

Los ríos dominicanos no tienen una onda común en sus caudales. Como los principales nacen en las montañas, su curso es tormentoso y se desarrolla a gran velocidad, lo que ofrece un importante potencial hidroeléctrico.

Navegabilidad y Puertos

Los ríos del país no son navegables desde el punto de vista comercial. Solo canoas o botes de fondo plano pueden navegar por ellos, con excepción del Ozama, que recibe barcazas, y del Higuamo, en San Pedro de Macorís, que permite la navegación de embarcaciones pequeñas. El Yuna, en sus últimos ochenta kilómetros, permite la circulación de botes de fondo plano. A pesar de su carácter no navegable, se han podido utilizar las desembocaduras de varios ríos del país para construir los principales puertos de la nación.

Los puertos de Haina, Ozama, Macorís y La Romana han sido construidos aprovechando las condiciones que presentan las desembocaduras.

Ríos más Contaminados

Ozama e Isabela en Santo Domingo; Higuamo en San Pedro de Macorís; Yaque del Norte en Santiago; San Marcos en Puerto Plata, El Jaya en San Francisco de Macorís, la cuenca baja del Haina y las cuencas media y baja de los ríos Yuna y Camú.

Cuencas Lacustres

Lago Enriquillo Lago Enriquillo

El territorio posee 270 cuencas comprendidas entre lagos, lagunas, charcos y humedales. Entre los lagos y lagunas más importantes se encuentran:

  • El Lago Enriquillo es el más extenso e importante de la República Dominicana con 286 km² de superficie.
  • Lagunas: Oviedo, Cabral o Rincón, Salada, Redonda, Limón, Bávaro.

Zonas Pesqueras

Las principales zonas de pesca del país son las costas de: Monte Cristi, San Pedro de Macorís, Barahona; además, las bahías de: Ocoa, Samaná, Cabo Engaño; así como los bancos de pesca de: La Navidad y La Plata.

Puertos Principales

  • En el Atlántico Norte: Manzanillo, Puerto Plata, Sánchez, Samaná.
  • En la Costa Caribe: Santo Domingo, Sans Soucí y Haina, La Romana, San Pedro de Macorís, Barahona; Cabo Rojo, en Pedernales, y Andrés, en Boca Chica.

Presas

La primera presa construida en el país fue la de Tavera, inaugurada el 27 de febrero de 1972. Luego se construyeron las de: Valdesia, Rincón, Hatillo, Sabana Yegua, Bao, Maguaca, Chacuey, Sabaneta, Jigüey-Aguacate, Río Blanco, Monción, Mijo y Las Damas, y los contraembalses: López-Angostura, Las Barias.

Hidroeléctricas: Río Blanco, Las Damas, Jimenoa, El Salto, Los Toros, Aniana Vargas.

Canales de Riego

laguna Vanessa Laguna

Los principales canales son: Monsieur Bogaert, que se alimenta con las aguas del Yaque del Norte; Marcos A. Cabral, que se alimenta con las aguas del Nizao; José Joaquín Puello, con las aguas del río San Juan. Mayor de YSURA y Principal de AGLIPO I, que se alimentan con las aguas de la presa de Sabana Yegua.

Descripción Detallada de las Principales Cuencas y Zonas Hidrológicas

Cuenca del Río Masacre o Dajabón

El río Masacre o Dajabón nace en la falda del pico del Gallo, en la ladera norte de la Cordillera Central. Poco antes de pasar por la ciudad de Dajabón, se convierte en fronterizo, lo que le asigna una gran importancia en la historia del país.

El Masacre desaparece en la laguna de Saladilla, situada cerca de Manzanillo. Reaparece luego al Noroeste, desembocando en la bahía de Manzanillo.

Sus afluentes principales son El Capotillo o Bernarque, que en una parte hace frontera con Haití, así como los ríos Vassa, Artibonito Chico y el Matrie, que corren por Haití.

La cuenca del Masacre riega teóricamente 3.500 hectáreas de tierras, a través de tres canales y con sus caudales naturales. El 66% de las tierras regadas están sembradas de arroz.

Cuenca del Yaque del Norte

El Alto Yaque del Norte se extiende desde el macizo del Pico Duarte, donde nace, hasta Jarabacoa, al Este, donde se le une el Jimenoa y dobla hacia el Norte hasta Santiago. Ese curso lo condiciona la situación geológica de la región. En estos 48 kilómetros iniciales, el Yaque del Norte se caracteriza por su fuerte pendiente.

El Yaque Medio se extiende desde Jarabacoa a Santiago, cambiando de dirección en varios lugares. Los cortes de diversas formaciones geológicas y los encajonamientos que se producen, favorecen la construcción de presas (caso Tavera).

El Bajo Yaque se extiende desde Santiago hasta el mar, circulando por una amplia llanura aluvional. Allí, el Yaque regulariza su curso y recibe muchos afluentes que provienen casi todos de la Cordillera Central.

El Yaque del Norte desemboca finalmente en la bahía de Monte Cristi, después de 296 kilómetros de curso. Anteriormente el Yaque del Norte desembocaba en la Bahía de Manzanillo, pero a finales del siglo pasado fue desviado hacia Monte Cristi. El Yaque del Norte es el río más importante del país por sus características propias, por sus afluentes y por su aprovechamiento actual y potencial.

Tiene un caudal de 197 Mes como promedio anual, que es el mayor del país.

Sus afluentes más importantes son el Jimenoa, Bao, Amina, Mao, Guayubín, Maguaca.

Con sus caudales naturales, el Yaque del Norte riega teóricamente unas 44.000 hectáreas (53% de las tierras regables de su cuenca).

Al ser turbinados sus caudales, el Yaque del Norte produce actualmente unos 140-169 GWH de energía eléctrica. El de Jimenoa produce energía las 24 horas del día, mientras que la central de Tavera produce energía pico (unas 5.2 horas/día) y alrededor de 112 GWH anuales, al turbinar un caudal promedio anual de 15.7 Mes.

Zona de la Costa Norte

Esta zona hidrográfica se extiende desde el cerro de Monte Cristi hasta el Gran Estero, en el istmo de Samaná. La mayoría de los ríos de esa zona forman lagunas, bocas o pantanos en su desembocadura, debido al relieve hundido que se presenta antes de la costa. Entre los ríos principales de esta zona se encuentra el Isabela o Bojabonico, que nace en la vertiente norte del pico Diego de Ocampo, pasando por Imbert y desembocando en la bahía de la Isabela. También puede citarse el Camú del Norte, el Yásica, Boba y Nagua.

Dada la humedad de la zona, el riego se reduce a unas 4.000 hectáreas a orillas del río Nagua para el cultivo del arroz.

La zona requiere el mejoramiento del drenaje.

Zona de la Península de Samaná

Los ríos más importantes de esta zona están situados en la vertiente norte de la península (Limón, Cantón y San Juan). En su centro la península (768 km²) solo tiene arroyos.

Dado el carácter montañoso de la península y el grado de humedad de la misma, el riego es prácticamente innecesario. La zona precisa de un mejor drenaje.

Cuenca del Yuna

El Yuna es uno de los ríos más importantes del país. Corre entre las mejores tierras del país, regando una gran porción de tierras de las provincias de La Vega, Sánchez Ramírez, Duarte y Samaná.

El alto Yuna nace en la loma del Castillo, en la Cordillera Central, y se extiende hasta Bonao. Al circular por grandes pendientes y valles angostos, tiene un buen potencial hidroeléctrico.

El Yuna Medio se extiende desde Bonao hasta Villa Riva. En el valle de Bonao, el río se apacigua. Así se forma el rico valle del Yuna. Después de pasar por Hatillo, Cotuí y Pimentel, el Yuna confluye con el Camú.

El bajo Yuna se extiende desde Villa Riva hasta su desembocadura en la bahía de Samaná.

El caudal promedio del Yuna (Villa Riva) es de 91 Mes. Tiene crecidas cíclicas cada dos o tres años. El Yuna cruza una de las regiones más húmedas del país. A pesar de ello, se utiliza como riego complementario para el arroz en la comarca.

Sus principales afluentes son el Tireo, Blanco, Masipedro, Camú, Pimentel, Cuaba, Nigua, Yanabo y Azutey, Yuboa, Maimón, Maguaca, Chacuey, Payabo y Limón.

Unas 22.000 hectáreas son regadas con las aguas del Yuna. Esas tierras están dedicadas casi en su totalidad al cultivo del arroz.

Zona de Miches y Sabana de la Mar

Esta zona se extiende desde Boca de Barracóte hasta Macao, por la vertiente norte de la Cordillera Oriental.

Sus ríos principales son cortos, ya que la costa es estrecha. Los más importantes son el Yabón, Maimón y Anamuya.

En el tercio occidental de la zona, en la continuación de Los Haitises, el agua filtra con gran facilidad. Dado el alto nivel pluviométrico, se necesita muy poco riego, con excepción del arroz.

Zona de Higüey

A pesar de su extensión, esta zona tiene pocas corrientes superficiales permanentes, ya que es muy llana y sus tierras son de gran porosidad.

El río más importante de la zona es el Yuma, que se forma por la confluencia del Duey y el Quisibaní. El Yuma, que desaparece temporalmente cerca de San Rafael de Yuma, sale nuevamente para desembocar en la Bahía de Yuma, que es lugar escogido para la celebración de torneos internacionales de pesca.

Debido a la irregularidad de la lluvia, la zona necesita riego.

Zona de San Pedro de Macorís

Esta zona, que abarca la mayor parte de la llanura costera, tiene como ríos principales el Chavón, Cumayasa, Soco, Dulce e Higuamo. La mayoría de estas corrientes que nacen en el lomo sur de la Cordillera Oriental, tienen caídas rápidas, puesto que pasan de las montañas a las llanuras costeras. El Higuamo es el río más grande y caudaloso de la zona. Nace en la loma Peña Alta, al nordeste de Sabana Grande de Boyá, y desemboca en el mar Caribe, en el estuario donde está instalado el puerto de San Pedro de Macorís.

La zona cuenta con importantes aguas subterráneas. Unas 83.300 hectáreas de la zona necesitan riego.

Cuenca del Ozama

El Ozama nace en la loma Siete Cabezas, cerca de Villa Altagracia. De trayectoria irregular, el Ozama recorre 148 km, hasta desembocar en el puerto de Santo Domingo. Considerado como uno de los ríos más importantes del país, el Ozama produce inundaciones ocasionales que afectan a los habitantes de las barriadas pobres de Santo Domingo. Sus afluentes principales son el Isabela, Sabita y Yabacao.

El Ozama es poco utilizado para el riego.

Zona de San Cristóbal, Baní y Azua

Es una zona muy variada y extensa (4.460 km²) que se extiende desde la cuenca del Ozama a la del Yaque del Sur.

Sus ríos principales son Haina, Nizao y Ocoa, ubicados en la parte oriental.

En su parte occidental, especialmente en Azua, los ríos principales son Via, Jura y Tabara, los cuales tienen poco volumen por las grandes filtraciones que sufren. Esto determina que la zona sea la más rica del país en aguas freáticas.

Cálculos oficiales establecen en 45 hectáreas las tierras que se regarán en 1980 en esta zona.

El río Nizao, que sirve de base a la presa de Tavera, nace a 2.415 metros sobre el nivel del mar en la Cordillera Central (Palo Bandera). Su fuerte pendiente permite la utilización de un gran potencial hidroeléctrico. Su cuenca es la segunda del país en importancia hidroeléctrica. Desemboca entre Punta Palenque y Nizao, después de recorrer 133 kilómetros.

Sus afluentes principales son el Mahoma y Mahomita, cuya confluencia queda dentro del embalse de la presa de Tavera.

Este río tiene 8.000 hectáreas bajo riego.

Cuenca del Yaque del Sur

El Yaque del Sur nace en loma Rucilla (pico del Yaque), donde también lo hace el Yaque del Norte.

Siendo el río que nace a mayor altura en el país (2.707 metros sobre el nivel del mar), el Yaque del Sur desemboca en la bahía de Neiba, después de recorrer 183 km. Desde Tamayo y Vicente Noble a la bahía de Neiba, forma un delta. En su recorrido va dejando meandros, canales trenzados y cursos abandonados.

Es el río más importante de la costa Sur y uno de los 4 principales del país. Se divide en Yaque superior, medio e inferior.

El Yaque Superior se extiende desde el lugar de nacimiento hasta Villapando. Su pendiente y los afluentes que se le unen, lo hacen acumular un gran caudal.

El Yaque Medio se extiende desde Villapando hasta la llanura de Barahona. En ese tramo recibe pocos afluentes.

El Yaque Inferior se extiende desde la llanura de Barahona hasta la bahía de Neiba, donde desemboca. Su desembocadura es muy pantanosa, por lo que fue necesario construir un canal para ayudarlo a entrar al mar.

Sus afluentes principales son el San Juan, Del Medio (Grande, o Yaquecillo) y Las Cuevas.

Esta cuenca será base de dos grandes presas: Sabaneta (río San Juan) y Sabana Yegua (Yaque del Sur).

Zona de la Sierra de Bahoruco

Su río más importante es Pedernales, que nace en la falda del suroeste de la sierra de Bahoruco. Con un curso de 60 km, y con escaso caudal, este río desemboca entre Pedernales y Anses Pitre. Sus afluentes principales son el Bonito y el Milito.

Otro río de la zona, el Nizaíto, nace en la sierra de Bahoruco y desemboca en Paraíso.

Es muy mínima el área bajo riego en la zona.

Hoya del Lago Enriquillo

Conocida también como valle de Neiba o valle de Enriquillo, esta es la única cuenca interior de importancia que existe en el país.

Es una cuenca estructural que incluye los lagos Enriquillo y Rincón.

El Lago Enriquillo, el mayor del país y de las Antillas, tiene 265 km² de extensión. Sus aguas son compartidas por las provincias de Independencia y Bahoruco.

Anteriormente, el Lago Enriquillo era conocido como lago Salado o lago de Jaragua.

Su área varía constantemente por las oscilaciones en el nivel de las aguas.

Sus tres islas están bajo el nivel del mar. Cabritos (12 x 2.2 km) es la más importante. Allí se mantienen caimanes, iguanas y otras especies que no existen en otros lugares del país. Las otras dos islas son Chiquita y la Islita.

Las aguas del Lago Enriquillo son más saladas que las del mar. En sus aguas abunda una gran cantidad de peces, mientras los caimanes circulan por las mismas.

La laguna de Rincón tiene 28.2 km² como promedio, ya que el volumen de sus aguas varía. Compartida por las provincias Independencia y Bahoruco, la laguna Rincón tiene aguas salobres que podrían ser aptas para la agricultura si se aplicaran técnicas modernas de riego y se establecieran cultivos resistentes al nivel de salinidad de las mismas.

En la Hoya existe el río Las Damas, que alimenta una planta hidroeléctrica de 7.5 MW.

Los arroyos son de escaso caudal.

Cuenca del Artibonito

El río Artibonito, que constituye la quinta cuenca en importancia del país, nace en el alto de Maniel, a once kilómetros del pico Nalga de Maco.

Es un río que hace frontera con Haití. Sigue un curso paralelo a la carretera internacional, recibiendo en ese trayecto a Libón, su único afluente de importancia.

Después de 68 km de curso entra en Haití por Macasías, donde recibe el afluente del mismo nombre.

El Artibonito es un río muy caudaloso, pero de muy raras crecidas. Con sus aguas se riegan unas 14.200 hectáreas.

Es el río más largo de la isla (321 km) y el de mayor cuenca (9.013 km²). Desemboca en el golfo de Gonaive, al sur de Grande Saline, después de pasar por Las Caobas, Mirebalais, Verretes y Petite Rivière.

El Artibonito tiene un potencial eléctrico reducido: 2.3 MW de capacidad instalable.

Potencial Hídrico y Riego

Sumando todos los caudales de las cuencas, se ha estimado que la República Dominicana cuenta con 15.204 millones de metros cúbicos de agua al año. El país tiene 2.402.692 tareas (150.000 hectáreas) bajo riego (Ing. A. M. Peralta. Ob. cit., pág. 15). El informe de la OEA sobre recursos naturales estableció que casi 7.000.000 de tareas (429.000 hectáreas) clase V, gran parte de las cuales podrían ponerse en condiciones de riego con trabajos de nivelación, drenajes y bombeos.

En 9.402.692 tareas (579.000 hectáreas) se ha estimado el potencial de tierras que podrían ser regadas. Esos suelos son de la clase I a IV, incluyendo una cantidad no determinada de suelos de clase V. La integración de este último tipo de suelos está determinada por aspectos económicos derivados del alto costo de los trabajos para ponerlos bajo riego. Para la conservación del potencial hidrológico del país se considera necesario, entre otras medidas, la conservación de los bosques del país, ya que el mantenimiento de los caudales de agua está directamente relacionado con las condiciones de las reservas de vegetación.

Para la conservación de los bosques del país, cuya área total fue estimada por la FAO en 1.100.000 hectáreas, se está poniendo en práctica un programa de reforestación a través de la Dirección General Forestal del Gobierno Dominicano.

En cuanto al potencial hidroeléctrico de la República Dominicana, no se dispone de un cálculo detallado del mismo. Se ha calculado que el 32.2% de la energía eléctrica que produce el país proviene de recursos hidráulicos. Especialistas en la materia consideran que está subevaluada la capacidad hidroeléctrica de los 50 proyectos de esa naturaleza que se han estudiado o diseñado en el país para los próximos 50 años. La capacidad hidroeléctrica de esos proyectos se evalúa en 2.517 GWH anuales, con 1.013 MW de capacidad a instalarse.