Conceptos Fundamentales de Biogeografía
- Bosque Caducifolio: Bosque característico de zonas de clima oceánico, formado por árboles o arbustos que pierden su follaje durante una parte del año y entran en letargo, coincidiendo con la época fría (invierno). Especies representativas son el haya y el roble.
- Bosque Perennifolio: Bosque formado por especies que nunca pierden el follaje completo a la vez. Está asociado al clima mediterráneo, compuesto por especies que han desarrollado diversos sistemas para adaptarse a la aridez. Por ejemplo, la encina.
- Dehesa: Término que hace alusión a un tipo de bosque esclerófilo abierto, con escasa cobertura forestal (especies como la encina, el alcornoque y el quejigo) y extensas áreas arbustivas y pastizales. Combina el uso forestal con un aprovechamiento agrícola y pastoril. Su origen es resultado de la actividad humana. Son muy importantes, por ejemplo, en Extremadura.
- Endemismo: Especies propias y exclusivas de determinadas localidades o regiones. Por ejemplo, la Violeta del Teide.
- Flora: Conjunto de especies vegetales naturales de un territorio, adaptadas y en equilibrio con las características físicas del mismo (clima, relieve, suelos). En la mayor parte de las ocasiones, ha sido alterada y modificada por la ocupación humana. Así, por ejemplo, podemos hablar de la flora característica de la Región Eurosiberiana de Clima Atlántico.
- Paisaje Geográfico: Cualquier área de la superficie terrestre donde interactúan elementos naturales y humanos, dando lugar a una configuración y apariencia singulares. Se suele hablar de paisajes humanizados y naturales.
Estudio de Casos: Distribución y Aprovechamiento de Especies Clave
Ejercicio 1: Distribución Geográfica y Factores Naturales
a) Provincias con presencia importante de Haya (1 punto)
La presencia del haya es importante en: Lugo, Asturias, Cantabria, Vizcaya, Guipúzcoa, Álava, La Rioja, Burgos, Huesca, Navarra, Lleida y Girona.
b) Relación entre la distribución de especies y los caracteres naturales de la Península (2 puntos)
Bosque Caducifolio (Haya y Roble):
El haya y el roble son característicos de la región eurosiberiana, que coincide con el dominio climático oceánico, de temperaturas suaves todo el año y precipitaciones abundantes y regulares, lo que permite el desarrollo del bosque caducifolio. El haya es un árbol que necesita gran humedad y no tolera la aridez. Se adapta a los suelos silíceos y calizos, entre los 800 y 1.500 m. El roble se desarrolla a menor altitud que el haya y está más adaptado a los suelos silíceos.
Bosque Perennifolio (Alcornoque y Encina):
El alcornoque y la encina pertenecen a la España mediterránea, con precipitaciones escasas e irregulares y un verano seco y caluroso, condiciones que permiten el desarrollo del bosque perennifolio. Las especies mediterráneas se adaptan a la aridez estival desarrollando mecanismos de adaptación como raíces profundas y hojas pequeñas.
- La encina tiene capacidad para adaptarse a suelos y climas diversos, por lo que es la más extendida en la Península. Resiste las frías temperaturas invernales, pudiendo alcanzar los 2000 m en Sierra Nevada.
- El alcornoque es un árbol silicícola más exigente en humedad que la encina, y no soporta tanto el frío invernal, por lo que se extiende fundamentalmente por el oeste de la Península.
c) Actividades económicas relacionadas con el Alcornoque y la Encina (1 punto)
Encina: Su madera, muy dura y resistente, se usa para usos tradicionales como carpintería exterior y utensilios de trabajo; también para la producción de leña y carbón vegetal, de gran rendimiento.
Alcornoque: También se usa su madera para el carbón vegetal, aunque ofrece peores resultados que la encina, y su dureza permite fabricar toneles y barcos. Pero la principal actividad económica procede de su corteza, el corcho, cuyas propiedades de resistencia al fuego y aislante permiten gran cantidad de usos: sellado de botellas, revestimiento de suelos y paredes, plantillas de calzado, aislante acústico y térmico en la construcción y artesanía (objetos de decoración, maquetas…). España cuenta con el 30% de la producción mundial de corcho.
Aprovechamiento Común: Los frutos de la encina y del alcornoque, las bellotas, se utilizan para cebar animales, sobre todo a los cerdos ibéricos en las dehesas.
Distribución Detallada y Adaptaciones Específicas
a) Localización del Alcornoque y la Encina
Las Comunidades Autónomas donde se localiza el alcornoque son: Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana y Cataluña.
Las provincias en las que no hay encinas son: A Coruña, Lugo, Ourense, Pontevedra, Asturias, Cantabria, Vizcaya, Guipúzcoa (ambas con matizaciones), Álava, León, Palencia, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas.
b) Relación del Alcornoque con el Suelo Silíceo
El alcornoque se extiende sobre suelos silíceos y es intolerante a las calizas y las arcillas. Por ello, existe una clara relación entre la distribución del alcornoque y el área de las rocas silíceas. Así, la especie se encuentra al oeste de la Península, zona preferentemente silícea. Otros sitios con alcornocal coinciden con áreas silíceas aisladas, como la Sierra de Grazalema, el Sistema Central o la mitad norte de la Cordillera Costero-Catalana.
c) Adaptación Ecológica de la Encina
La encina es una especie de gran amplitud ecológica que puede aparecer en situaciones climáticas y edáficas muy diversas. Aunque prefiere los suelos silíceos, la podemos encontrar en los calizos y arcillosos. Es capaz de colonizar suelos pobres y se localiza desde el nivel del mar hasta cerca de 2000 metros en Sierra Nevada y en climas muy continentalizados.
Le basta con 350-400 mm de precipitación y tolera hasta los 1000 mm siempre que el suelo no retenga el agua, como ocurre con las calizas. No se adapta bien a la aridez del sureste peninsular ni a condiciones de continentalidad extrema o litología marcadamente caliza.
Su adaptación a las condiciones de las distintas variedades de clima mediterráneo es excepcional, sobre todo a la aridez:
- Corteza gruesa protectora.
- Hojas pequeñas, coriáceas (duras) y de color verde oscuro por el haz, donde apenas tienen estomas para reducir la transpiración.
- Los estomas se concentran en el envés, protegidos por pilosidades y con un color verde claro.
- Los ejemplares jóvenes y las ramas más bajas tienen espinas.
- A las hojas se les atribuye un heliotropismo negativo, tratando de eludir la radiación solar vertical.
- Se ramifica pronto para conseguir copas globulares donde abunden las ramas bajas, con la intención de proteger el suelo de la radiación solar y conservar al máximo su humedad.
- Desarrolla amplias y profundas raíces para buscar el máximo grado de humedad.
d) Tipos de Bosques y Factores de Presencia Forestal
Especies del bosque caducifolio son el haya y el roble, aunque algunos robles son marcescentes, es decir, la hoja cambia de color en otoño (amarilla, rojiza, parda) y muere, pero permanece en el árbol hasta la primavera, cuando se desarrolla la hoja nueva.
Especies del bosque perennifolio son el alcornoque y la encina. El principal rasgo del bosque mediterráneo es su carácter perennifolio.
La causa de la mayor presencia de masas forestales en el norte y oeste peninsular es doble:
- Factores Naturales (Climáticos): Mayor nivel de precipitaciones y menor grado de continentalidad (debido a la influencia marítima). En contraste, el interior, el sur y el este peninsular presentan mayor índice de aridez y continentalidad, además de una fuerte sequía estival. La fachada atlántica se caracteriza por una vegetación exuberante, propia de un clima de temperaturas suaves y humedad abundante y bien distribuida a lo largo del año.
- Factores Edáficos y Económicos: Una parte importante de la banda occidental de España pertenece a la Iberia silícea, donde los suelos son poco fértiles y resultan muy pobres para la agricultura. Por eso predomina en estas zonas la actividad ganadera y forestal.
En las penillanuras y relieves poco empinados encontramos el paisaje de la dehesa, un sistema agrario basado en el aprovechamiento mixto forestal y ganadero: encinas y alcornoques (bellota) y ganado porcino, ovino o bovino, de grandes explotaciones que ocupan suelos de mediocre calidad. Las dehesas conforman amplios paisajes en el occidente peninsular y en Andalucía. En zonas de relieve más abrupto o peor calidad de los suelos, sobre todo en el norte y noroeste peninsular, domina el uso forestal, representado por los hayedos y los robledales.
Existe gran coincidencia entre los espacios forestales y las áreas de montaña. Ello es consecuencia de la escasa o nula aptitud agrícola de las montañas y de la repoblación forestal.
Factores Determinantes de la Diversidad Biogeográfica
Las formaciones biogeográficas, y especialmente la vegetación, vienen condicionadas por diversos factores:
- Clima: Adaptación de las especies a unos determinados umbrales de temperatura y precipitación.
- Posición Geográfica: La situación de España como encrucijada entre Europa y África favorece el encuentro y desarrollo de especies originarias de ambos continentes. Hay que tener en cuenta los cambios climáticos, especialmente las glaciaciones, que dieron origen a las especies relictas (que perviven de situaciones climáticas anteriores). Por último, el aislamiento y la situación subtropical de Canarias favorecen la importancia de los endemismos.
- Relieve: La altitud y las vertientes (barlovento-sotavento y solana-umbría) introducen variaciones en las condiciones climáticas que favorecen el escalonamiento de la vegetación en altura.
- Suelos (Edáficos): Hay determinadas especies vegetales que requieren un tipo de suelo específico, dando lugar a especies adaptadas a suelos silíceos (silicícolas) y calizos (calcófilas).
- Acción Antrópica: Las actividades humanas han provocado la modificación y deterioro de los paisajes, llevando a cabo agresiones como la deforestación.
Regiones Biogeográficas de la Península Ibérica y Canarias
4.1. Región Eurosiberiana
Esta región coincide con las zonas de clima oceánico o atlántico, caracterizado por las altas y regulares precipitaciones y las temperaturas templadas. Se extiende por el norte peninsular: Galicia, Cornisa Cantábrica y zonas de los Pirineos.
Las formaciones vegetales características son el bosque templado oceánico o bosque caducifolio, el matorral atlántico o landa y el bosque marcescente.
- Bosque Templado Oceánico (Caducifolio): Bosque denso y umbrófilo, formado por especies caducifolias como el roble y el haya, aunque el ser humano ha introducido otras como el castaño, el pino y el eucalipto. Dada su densidad, el sotobosque se caracteriza por su pobreza.
- Matorral Atlántico (Landa): Se desarrolla en las zonas en las que la vegetación original ha sido destruida por la acción humana o donde la pobreza de los suelos no permite el desarrollo del bosque. Está formado por arbustos leñosos como el tojo, el brezo, la retama y el piorno. Cuando esta formación es destruida por el ser humano da lugar a la formación de prados.
- Bosque Marcescente: Se desarrolla en las zonas de clima oceánico de interior, donde las temperaturas son más extremas y las precipitaciones menores. Esto da lugar a un bosque formado por especies adaptadas a la aridez (xerófilas) y al frío, como quejigos y rebollos. El término marcescente procede del carácter caedizo parcial de sus hojas.
4.2. Región Mediterránea
Esta región se extiende por las zonas de clima mediterráneo, caracterizado por unas precipitaciones escasas e irregulares, con fuerte sequía estival, y unas temperaturas templado-cálidas. Ocupa la mayor parte de la Península, con la excepción de las zonas de clima oceánico y de montaña.
Las formaciones vegetales características son el bosque esclerófilo mediterráneo y el matorral mediterráneo.
- Bosque Esclerófilo Mediterráneo: Se caracteriza por la existencia de especies perennifolias que presentan adaptaciones xerófilas como la gruesa corteza, las copas globulares y hojas coriáceas (duras y espinosas). Las especies primarias son la encina, el alcornoque, el algarrobo y el acebuche. El ser humano ha introducido los pinares.
- Matorral Mediterráneo: Se desarrolla en las zonas deforestadas por el ser humano o donde los suelos pobres y la aridez no permiten el desarrollo del bosque. Está formado por matorrales xerófilos. En función de su densidad y altura podemos distinguir, de mayor a menor: la maquia, la garriga y la estepa.
4.3. Región Macaronésica (Islas Canarias)
Esta región coincide con las Islas Canarias, donde predomina un clima subtropical con temperaturas cálidas a lo largo del año y bajas precipitaciones, aunque muy variado por las condiciones del relieve (altitud y vertientes). Debido a sus características climáticas y su aislamiento, son frecuentes los endemismos.
Debido a los condicionantes del relieve, la vegetación se organiza en pisos:
- Piso Basal (hasta 400 m): Predominan matorrales xerófilos como el cardón y la tabaiba. El ser humano ha introducido chumberas y pitas.
- Piso Intermedio o de Transición (hasta 600-800 m): Presencia de especies endémicas como el drago y la palmera canaria.
- Piso Montano Termocanario (hasta 1.200-1.400 m): El aumento de precipitaciones permite el desarrollo del bosque laurisilva y del fayal-brezal.
- Piso Montano Mesocanario (hasta 2.000 m): Predomina el pino canario.
- Piso de Altas Cumbres (por encima de 2.000 m): Predominio de matorrales de alta montaña y especies herbáceas con numerosos endemismos, como la Violeta del Teide.
4.4. Vegetación de Montaña
Al igual que en la Región Macaronésica, la altitud y las vertientes varían las condiciones climáticas, por lo que la vegetación se estructura en pisos:
- Piso Basal (hasta 800-1.000 m): Se mantiene la misma vegetación de las zonas limítrofes.
- Pisos Montanos (hasta 2.200 m): Se desarrollan formaciones características de la región eurosiberiana, como los bosques caducifolios de robles y hayas y las landas, teniendo gran extensión los pinares (ya sean originarios o de repoblación).
- Piso Alpino (hasta 3.000 m): Predominan formaciones herbáceas como los prados.
- Piso Nival (por encima de 3.000 m): Predominan especies rupícolas como musgos y líquenes.
4.5. Vegetación de Ribera
En las riberas de los ríos existen unas condiciones de humedad constante que favorecen la formación del bosque de ribera (o bosque galería), formado por especies caducifolias e hidrófilas como los alisos, sauces, chopos, álamos, fresnos y olmos.