El contexto histórico y cultural de la Edad Media
La Edad Media literaria en España se inicia con la aparición de las jarchas (siglo XI) y se prolonga hasta el siglo XV. La cultura se difunde a través de tres cauces principales: los monasterios, el Camino de Santiago y la Escuela de Traductores de Toledo.
La lírica tradicional peninsular
Las jarchas, las cantigas de amigo y los villancicos constituyen las principales modalidades de una lírica popular común en toda la península ibérica.
Las jarchas
- Antigüedad: Desde mediados del siglo XI hasta mediados del siglo XIV.
- Tema: Queja amorosa de una mujer por la ausencia del amado (habib), expresada como una confidencia a su madre, hermanas o amigas.
- Métrica: Irregular e imprecisa. Suelen aparecer al final de un poema más largo en árabe o hebreo llamado moaxaja, funcionando como su estrofa final.
- Lengua: Mozárabe.
- Estilo: Sencillo y directo, tanto en la forma como en el contenido.
Las cantigas de amigo
- Antigüedad: Desde el siglo XII hasta finales del siglo XIV.
- Tema: Similar a la jarcha, es una queja amorosa femenina por la ausencia del amado, pero en este caso la confidente puede ser también la naturaleza (el mar, las olas, los árboles).
- Métrica: Regular y precisa, caracterizada por el uso de estructuras paralelísticas y el leixaprén (repetición).
- Lengua: Galaicoportugués.
- Estilo: Intensamente lírico y más elaborado que el de las jarchas.
Los villancicos
- Antigüedad: Desde finales del siglo XIV y durante el siglo XV.
- Tema: Aunque predomina la queja amorosa, abarca una mayor variedad temática (trabajo, fiestas, bodas, etc.).
- Métrica: Irregular, con una estructura compuesta por un estribillo inicial (el villancico propiamente dicho) y una glosa o desarrollo.
- Lengua: Castellano.
- Estilo: Caracterizado por su brevedad, sencillez y dinamismo.
El Mester de Juglaría y la épica castellana
La épica medieval castellana no tiene una relación directa con el mundo grecolatino. Sus primeras manifestaciones son los cantares de gesta, poemas narrativos que relatan hazañas heroicas. Se cree que su origen puede estar en los cantos que los pueblos germánicos entonaban antes de las batallas para infundir valor.
Características de los cantares de gesta
El término cantar alude a que eran relatos destinados a ser cantados o recitados por los juglares. Por su parte, la palabra gesta (del latín gesta, “hechos”) se refiere a las hazañas de los héroes épicos. De estas denominaciones se desprenden sus rasgos principales:
- Carácter informativo: Servían para informar al pueblo de grandes acontecimientos en una sociedad con poca difusión de la escritura.
- Realismo: A diferencia de la épica de otros países, la castellana se caracteriza por su verosimilitud y la historicidad de sus personajes y escenarios.
- Carácter nacional: Exaltan a héroes locales que representan los valores e ideales de una comunidad.
En cuanto a la métrica, los cantares de gesta se caracterizan por versos de medida irregular (anisosilábicos), divididos en dos hemistiquios y agrupados en tiradas monorrimas de extensión variable con rima asonante. Utilizan un estilo oral formulario, con recursos como epítetos épicos (“el que en buena hora nació”) para facilitar la memorización y recitación del juglar.
El Poema de Mío Cid
El Poema de Mío Cid, datado tradicionalmente a mediados del siglo XII, es el cantar de gesta castellano más antiguo que se conserva casi completo. Su argumento exalta la figura del héroe castellano Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, quien es injustamente desterrado por el rey Alfonso VI.
El tema central de la obra es el proceso de recuperación de la honra perdida por el héroe. La estructura del poema se divide en tres partes o cantares:
- Cantar del destierro: Narra cómo el Cid abandona Castilla, se adentra en tierra de moros y consigue sus primeras victorias.
- Cantar de las bodas: Se centra en la conquista de Valencia. El rey perdona al Cid y concierta las bodas de sus hijas con los infantes de Carrión.
- Cantar de la afrenta de Corpes: Relata la humillación que sufren las hijas del Cid a manos de sus maridos. El poema culmina con la reparación de esta afrenta y unas nuevas bodas que suponen el máximo ascenso social del héroe.
El Mester de Clerecía
Características generales
Conocemos como Mester de Clerecía la literatura producida por clérigos y hombres cultos durante los siglos XIII y XIV. Su finalidad es principalmente didáctica y moralizante. Sus características principales son:
- Métrica: Utilizan la estrofa denominada cuaderna vía, que consiste en cuatro versos alejandrinos (14 sílabas) con una única rima consonante (AAAA).
- Temática: Sus temas son predominantemente religiosos (vidas de santos, milagros de la Virgen), aunque también abordan asuntos históricos y novelescos.
- Estilo: Aunque parten de fuentes escritas, su estilo busca ser claro y accesible, alternando un lenguaje culto con elementos populares.
Gonzalo de Berceo: el primer poeta castellano
Gonzalo de Berceo (siglo XIII) es el primer poeta en lengua castellana de nombre conocido. Su obra, de temática exclusivamente religiosa, se puede clasificar en tres grupos:
- Obras hagiográficas: Vidas de santos, como la Vida de San Millán de la Cogolla.
- Obras mariológicas: Dedicadas a la Virgen María, entre las que destaca su obra maestra, los Milagros de Nuestra Señora.
- Obras litúrgicas: Sobre ceremonias y dogmas del culto cristiano.
El Arcipreste de Hita y el Libro de Buen Amor
Ya en el siglo XIV, la obra más importante y compleja del Mester de Clerecía es el Libro de Buen Amor, de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita. Esta obra se aleja del didactismo estrictamente religioso para ofrecer una visión mucho más amplia, realista y satírica de la vida medieval.
El libro se presenta como una autobiografía ficticia en la que el autor narra sus fracasadas aventuras amorosas. Este hilo conductor sirve para insertar una gran variedad de materiales: episodios alegóricos, cuentos, fábulas y composiciones líricas.
En cuanto a la métrica, aunque Juan Ruiz emplea la cuaderna vía, también utiliza otras formas más variadas y populares, lo que demuestra su gran innovación.
El propósito de la obra es ambiguo. El propio autor advierte sobre la doble interpretación del “buen amor”: el amor divino frente al “loco amor” mundano. Esta ambigüedad es una de las claves de la riqueza del libro.
La prosa medieval en castellano
Las primeras manifestaciones de la prosa en romance castellano aparecen durante el reinado de Fernando III el Santo (primera mitad del siglo XIII) y consisten principalmente en traducciones de textos latinos.
Los inicios: la prosa alfonsí
El auténtico creador de la prosa castellana es Alfonso X el Sabio (segunda mitad del siglo XIII). En su corte, impulsó un vasto proyecto cultural que convirtió el castellano en una lengua de cultura, apta para la ciencia, la historia y el derecho, fijando su ortografía y enriqueciendo su léxico.
El desarrollo de la prosa literaria: Don Juan Manuel
La prosa propiamente literaria nace en el siglo XIV. La figura más destacada es el infante Don Juan Manuel (1282-1348), autor de El conde Lucanor, obra cumbre de la prosa de ficción del siglo XIV. Se trata de una colección de cincuenta y un cuentos o exempla (ejemplos) con una finalidad didáctica, unidos por un mismo marco narrativo: el conde Lucanor plantea un problema a su consejero, Patronio, y este le responde contándole un cuento del que se extrae una enseñanza.