El Mosaico del Cortejo de la Emperatriz Teodora (San Vital, Rávena)
El Cortejo de la Emperatriz Teodora es un mosaico bizantino del Siglo VI, perteneciente a la Primera Edad de Oro del arte bizantino. Está situado en la iglesia de San Vital, en Rávena (Italia). El autor es desconocido.
Es una obra de carácter áulico, ya que representa a la familia imperial, y fue concebida para mostrar la grandeza y suntuosidad del Emperador y de la Iglesia bizantina.
Simbolismo y Composición
En el mosaico, la emperatriz Teodora se representa casi como una divinidad, ubicada en el centro de la imagen, flanqueada por dos cortesanos y varias doncellas que realizan una ofrenda al recién consagrado templo.
- Teodora en el centro: Viste de púrpura y es representada más alta que los demás para resaltar su estatus.
- Riqueza: Hay abundancia de joyas.
- Poder Imperial: En las faldas de la emperatriz se ven representados los Tres Reyes Magos, demostrando su poder imperial.
- La cortina: Se abre, aludiendo a los misterios y al interior de la iglesia.
- La fuente: Situada detrás de la cortina, representa la fuente de la vida eterna (Cristo).
Este mosaico celebra el triunfo sobre la religión arriana. Además, cabe destacar que es una obra que no tiene perspectiva y no es naturalista. Las figuras son rígidas, sin apenas volumen y frontales, con escaso movimiento y rostros poco singularizados. Tiene escaso realismo, ya que interesa más el simbolismo, lo cual se aprecia claramente en el uso del color.
La Arquitectura Bizantina: La Iglesia de Santa Sofía de Constantinopla
La Basílica de Santa Sofía (Sabiduría Divina) de Constantinopla (la actual Estambul) fue erigida por el emperador Justiniano entre el 532 y 537 d.C. sobre los restos de dos iglesias anteriores, destruidas en los disturbios de Nika.
Sus dimensiones son enormes, un claro ejemplo del poder bizantino, reflejado también en su diseño (basado en construcciones romanas como el Panteón). Encarnaba a la vez la idea imperial y el culto cristiano.
Fue construida por dos ingenieros especializados en construcciones militares: Isidoro de Mileto y Artemio de Tralles, con el objetivo de incorporar las mayores innovaciones técnicas de la época.
En esta basílica se fusionan la lógica griega y el pragmatismo romano. Esto se aprecia en la ambiciosa escala y los sistemas constructivos de Roma, junto con la tradición del uso de la bóveda y el misticismo del cristianismo oriental.
Características Clave de Santa Sofía
Santa Sofía constituye la última gran creación de la arquitectura antigua y el mejor ejemplo de las características del arte bizantino. Sus principales rasgos son:
1. Concepción Simbólica
- Es una construcción religiosa al servicio del poder imperial.
- Posee enormes dimensiones.
- Gran riqueza en sus materiales interiores.
- La luz es muy simbólica, interpretada como inspiración divina.
- La cúpula se utiliza como representación del orden cósmico y terrenal.
- Muestra del poder del emperador mediante tribunas exclusivas en el segundo piso.
2. Sistemas y Elementos Constructivos Romanos
- Materiales: Ladrillo, hormigón, piedra y otros más ligeros para la cúpula.
- Materiales nobles: Mármol y bronce (utilizados en muros y arcos).
- Muros cubiertos con mosaicos.
- Elementos sustentantes: Muros macizos y enormes pilares.
3. Planta Basilical y Centralizada
- Planta basilical de tres naves con tribunas, un atrio, doble nártex y un ábside al final de la nave central.
- Se combina la planta basilical (rectangular) con la sensación de un espacio centralizado provocado por el empleo de la cúpula.
- Antecedentes: Arquitectura imperial romana y arte paleocristiano oriental.
4. La Cúpula como Elemento Fundamental
- La cúpula se utiliza como símbolo del cielo y el cosmos, del poder cesaropapista del emperador y de la estabilidad del imperio. En su centro se encuentra la divinidad.
- Las pechinas son triángulos curvilíneos que se utilizan para pasar del espacio cuadrado inferior al circular superior.
- Se utilizaron semicúpulas y contrafuertes exteriores para apoyar el empuje de la cúpula central, trasladando los esfuerzos al exterior.
5. Valoración del Espacio Interior
- El interior es mucho más ornamentado que el exterior, que es más austero.
- Concepción del espacio interior como fluido, que parece expandirse.
- Uso simbólico de la luz como representación de la divinidad mediante ventanas coloreadas.
6. Empleo de Nuevos Tipos de Capiteles
Se observa una simplificación del orden corintio, dando lugar a capiteles de cesta o troncocónicos.
El Mosaico Bizantino y la Iconografía Sacra
El mosaico bizantino tiene su origen en el mosaico paleocristiano, y este a su vez en el mosaico romano. Al igual que en el arte paleocristiano, el mosaico será el revestimiento ideal para la decoración de muros, bóvedas, cúpulas e iglesias.
Características del Mosaico Bizantino
Su empleo frecuente se debe a varias razones:
- Necesidad de cubrir los muros, a menudo construidos con materiales pobres, con materiales ricos para dar un aspecto de suntuosidad y esplendor.
- Necesidad de transmitir mensajes asociados al poder del Estado y la Iglesia.
Se crean grandes composiciones, enormemente coloristas y efectistas, cuyo aspecto varía en función de la luz incidente.
Materiales Empleados
- Mármol y piedra de distintos colores.
- Cerámica vidriada.
- Láminas de oro y plata (teselas).
Jerarquización y Ubicación
Dado que la función del mosaico era mostrar la grandeza del Imperio y de la Iglesia, unidas por la figura del Emperador, existe una clara jerarquización en la ubicación de las figuras según su importancia. Esta puede aparecer tanto en sentido longitudinal como en vertical.
- Jerarquización Longitudinal: Las decoraciones marcan el camino hacia el sitio más sagrado, destinado a la Eucaristía y a la divinidad. Por ejemplo, en la cúpula se representa al Pantocrátor y en la bóveda del ábside a la Virgen.
- Jerarquización Vertical: Se produce una diferenciación de planos:
- Parte más alta: El mundo celestial (Cristo, ángeles).
- Plano inferior: La Virgen y los santos.
- Plano intermedio: Personajes de la iglesia (obispos, diáconos).
- Plano inferior: El mundo terrenal (fieles, donantes).
Principales Temas de Representación
- Carácter Religioso: La Virgen, Cristo, escenas bíblicas.
- Carácter Áulico: Representación de la familia imperial y altos dignatarios.
- Temas Mixtos: Representación de la divinidad junto al emperador.
- Símbolos Cristianos: El crismón, la cruz.
Iconografía Clave del Arte Bizantino y su Influencia
1. El Pantocrátor (Cristo Todopoderoso)
Es Cristo en majestad, sentado en su trono, con la mano derecha en actitud de bendecir y sosteniendo en la otra mano las Sagradas Escrituras. Su actitud suele ser mayestática, lejana e inexpresiva. Es representado normalmente en cúpulas de las iglesias o en las bóvedas de los ábsides principales. Es habitual que posea una actitud apocalíptica.
Trascendencia: Tendrá gran influencia en el arte del Occidente medieval, dando lugar al Pantocrátor de los ábsides y de las portadas románicas, donde a menudo se representa el Juicio Final. Una variante es el Cosmocrator, Cristo sentado en un globo terrestre, como señor del universo (ejemplo en San Vital de Rávena).
2. La Virgen Theotokos (Madre de Dios)
Es representada de distintas formas:
- Virgen con el Niño (Trono de Dios): Normalmente está sentada y se comporta como el Trono del Niño, que a menudo tiene el gesto del Pantocrátor. Son representaciones muy hieráticas, donde no suele existir una relación afectiva entre la madre y el hijo. Dará origen a representaciones románicas y góticas como la Reina de los Cielos.
- Virgen Amamantando al Niño (Galaktotrophousa): Dará lugar a las Vírgenes de la leche posteriores.
- La que Muestra el Camino (Hodegetria): La Virgen señala al Niño, indicando que Él es el camino, y aludiendo también a que su propio camino será morir en la cruz. Normalmente el Niño tiene en sus manos un pergamino con las Sagradas Escrituras.
3. La Deésis
Es la representación, normalmente, de la Virgen y San Juan Bautista orando por los hombres, actuando de mediadores ante Cristo. Esta representación aparecerá tanto en el arte románico como en el gótico y en el arte posterior.
Conclusión
El arte bizantino, a través de sus imponentes estructuras arquitectónicas como Santa Sofía y la riqueza simbólica de sus mosaicos, no solo sirvió como vehículo de la fe cristiana y del poder imperial, sino que también estableció las bases iconográficas y estéticas que influirían profundamente en el desarrollo del arte medieval occidental, marcando un legado duradero en la historia del arte universal.