Climatología de España: Dominios Climáticos y Problemáticas Asociadas

Dominios climáticos de España

Clima atlántico u oceánico

Se localiza en las áreas litorales de la cornisa cantábrica y de la costa gallega. Este clima presenta precipitaciones abundantes, superiores a 1000 mm, distribuidas regularmente a lo largo del año, al estar bajo la acción de las borrascas del frente polar. En cuanto a las temperaturas, los veranos son frescos (ningún mes tiene una temperatura media igual o superior a 22ºC) y los inviernos suaves (la temperatura media del mes más frío está entre 6ºC y 10ºC). La amplitud térmica se sitúa entre 10º y 12ºC.

Existe una variedad de este clima, conocida como oceánico de transición, cuyas diferencias son una temperatura anual más baja, precipitaciones menos abundantes y una mayor amplitud térmica, al disminuir la influencia marina.

Clima mediterráneo

Se sitúa al sur de las áreas con clima atlántico, exceptuando las zonas de montaña, y abarca también las Islas Baleares, Ceuta y Melilla. Su principal característica son las precipitaciones escasas (entre 250 y 800 mm anuales), repartidas irregularmente a lo largo del año, con un marcado verano seco. Se pueden distinguir tres subtipos:

a) Mediterráneo marítimo

Se localiza en las áreas costeras peninsulares del Mediterráneo (a excepción de Almería, Murcia y el sur de Alicante), en la costa atlántica andaluza, en las islas Baleares, Ceuta y Melilla. Sus características son:

  • Temperaturas cálidas (media anual entre 15º y 18ºC), con veranos calurosos (superan los 22ºC) e inviernos suaves (el mes más frío no baja de 10ºC).
  • La amplitud térmica es moderada y varía entre los 12º y 15ºC, debido a la influencia termorreguladora del mar Mediterráneo.
  • Las precipitaciones son escasas (entre 300 y 750 mm) e irregulares.
  • Presenta una acusada sequía estival. Las máximas precipitaciones se dan en otoño y primavera, y las mínimas en verano.

b) Mediterráneo continentalizado o de interior

Localizado en el interior peninsular, tiene un marcado carácter de continentalidad. Sus características son:

  • Precipitaciones escasas (entre 300 y 650 mm) repartidas de forma irregular a lo largo del año, concentrándose en primavera y otoño. En verano presentan una aridez estival muy acusada.
  • Temperaturas extremas: presenta una gran amplitud térmica anual (superior a 16ºC), con inviernos muy fríos y veranos muy cálidos (temperaturas medias superiores a 22ºC).

c) Mediterráneo subdesértico o estepario

Se localiza en el sureste peninsular y destaca por tener unas precipitaciones muy escasas e irregulares, por debajo de los 300 mm al año. Presenta una prolongada aridez, con veranos muy calurosos e inviernos suaves o fríos.

Clima subtropical de las Islas Canarias

Es el clima propio de las Islas Canarias, caracterizado por precipitaciones insuficientes e irregulares, lo que provoca un problema de escasez de agua. Las temperaturas son altas a lo largo del año, con una amplitud térmica anual muy baja (aproximadamente 8ºC), debido a su situación meridional, próxima al trópico y a las costas africanas. En este clima domina la influencia del anticiclón de las Azores y el viento alisio del noreste.

Clima de montaña

En España también podemos encontrar un clima de montaña en los territorios situados por encima de los 1000 m de altitud. Se caracteriza por precipitaciones muy abundantes (superiores a los 1000 mm al año) y una temperatura media anual baja (inferior a 10ºC), por lo que las precipitaciones caen frecuentemente en forma de nieve.

Problemáticas asociadas al clima en España

La aridez y la sequía

La aridez es un problema estructural en gran parte del territorio español, que se manifiesta a través de sequías periódicas, entendidas como un déficit pluviométrico temporal y prolongado respecto a las precipitaciones medias de un territorio. Gran parte de España se encuentra dentro del dominio climático mediterráneo, caracterizado por:

  • Sequías periódicas debidas a su posición meridional.
  • Su relativa proximidad al cinturón de anticiclones subtropicales.

La principal causa de las sequías es la instalación sobre el territorio español de situaciones anticiclónicas prolongadas que desvían hacia el norte las borrascas atlánticas. Este fenómeno se ve agravado por causas antrópicas, como las características socioeconómicas y la gestión, más o menos eficaz, de los recursos hídricos.

Las zonas más afectadas son el área de clima mediterráneo, especialmente el sur y sureste peninsular y las islas Baleares. En las actividades urbanas, industriales y turísticas, la sequía provoca desabastecimiento y restricciones. La aridez y la sequía tienen también efectos medioambientales negativos.

La escasez de insolación en la España atlántica

La cornisa cantábrica registra los niveles más bajos de insolación de la península (menos de 60 días despejados al año), debido a:

  • La latitud septentrional.
  • La existencia de relieves montañosos paralelos a la costa.
  • La dinámica atmosférica, con frecuentes componentes ciclónicos (borrascas).

Además, la densa vegetación, la proximidad al mar y la abundancia de agua aumentan la humedad del aire y facilitan la nubosidad.

La falta de insolación repercute en algunas actividades económicas, como las agrarias y el turismo, al igual que en la disponibilidad hídrica y energética.

La escasez crónica de agua en Canarias

Este problema se mitiga gracias a los acuíferos, que suponen la principal fuente de recursos hídricos en este archipiélago. Las islas menos afectadas por la escasez son las más occidentales y las que presentan un mayor relieve.