Historia y Periodización de la Civilización Griega
La cultura griega nació entre los siglos VIII y VI a. C. con el desarrollo de las polis como Atenas y Esparta. Tras vencer a los persas en las Guerras Médicas, Grecia vivió su máximo esplendor en el siglo V a. C., especialmente en Atenas. Después, las guerras internas (como la del Peloponeso) debilitaron al país y fue conquistado por Filipo II de Macedonia y su hijo Alejandro Magno, que creó un gran imperio. A su muerte (323 a. C.) comenzó la etapa helenística, cuando la cultura griega se mezcló con la oriental, hasta que Grecia fue dominada por Roma.
Periodos del Arte Griego
- Arcaico (siglos VIII–V a. C.)
- Clásico (475–323 a. C.): Etapa comprendida entre el final de las Guerras Médicas y la muerte de Alejandro Magno. Es el momento de máximo esplendor del arte griego. Esta etapa se puede subdividir en: primer clasicismo (475–450 a. C.), segundo clasicismo (450–399 a. C.) y periodo postclásico (399–323 a. C.).
- Helenístico (323–31 a. C.)
Arquitectura Griega: El Partenón
El Partenón se realizó en el siglo V a. C., durante el apogeo de Atenas bajo Pericles. Fue construido por los arquitectos Ictinos y Calícrates, con la colaboración de Fidias en las esculturas. Es un templo dórico, situado en la Acrópolis de Atenas, hecho de mármol pentélico.
Características Estructurales
Su base consta de tres escalones (estereobato) y culmina con el estilobato sobre el que se apoyan columnas dóricas, ocho en cada fachada frontal y diecisiete en los laterales. La estructura es períptera y octástila, y el interior de la cella estaba dividido en tres naves. El entablamento tiene las tres secciones horizontales características de la arquitectura griega:
- Arquitrabe liso.
- Friso con triglifos y metopas.
- Cornisa, sobre la que se levanta la cubierta a dos aguas.
La blancura del mármol contrastaba originalmente con policromía brillante en rojos, dorados y azules que decoraban los capiteles. En la Edad Media, el templo se convirtió en iglesia cristiana, y durante la dominación turca en el siglo XV pasó a ser mezquita.
Decoración Escultórica
Las metopas del friso exterior representaban la Centauromaquia, la Guerra de Troya, la Amazonomaquia y la Gigantomaquia, mientras que Fidias esculpió en el friso interior la procesión de las Panateneas en honor a Atenea. El Partenón representa la búsqueda de la perfección y la armonía a través de las matemáticas. Sus modelos de influencia incluyen el Megaron del arte micénico, y a su vez influyó en templos posteriores como el Templo de la Concordia en Sicilia. Otro templo de la Acrópolis de Atenas del siglo V a. C. es el Templo de Atenea Niké, dedicado a la diosa Atenea, de estilo jónico, tetrástilo y anfipróstilo, obra de Calícrates.
Escultura Griega Clásica
El Discóbolo de Mirón
Pertenece al primer clasicismo griego (siglo V a.C.), un período en el que la escultura evoluciona desde la rigidez del arcaísmo hacia un mayor naturalismo y búsqueda de equilibrio. Mirón representa a un atleta en el instante previo al lanzamiento del disco, captando el movimiento en potencia. El cuerpo combina una curva continua en el costado derecho con una línea en zigzag en el izquierdo, generando dinamismo dentro de una composición aún frontal y plana. El rostro sereno expresa el ideal clásico de contención y armonía. La temática exalta el cuerpo atlético como símbolo de perfección física y moral, en consonancia con los valores de la Grecia clásica, donde la belleza corporal se asociaba con la virtud.
Modelos e Influencias
Mirón se inspira en los kouroi arcaicos, pero rompe su rigidez para representar el movimiento natural del atleta. Su principal modelo es la observación directa del cuerpo humano y el estudio de la anatomía en acción, influido por el espíritu competitivo de los Juegos Olímpicos. Aunque su obra sigue ciertos esquemas arcaicos, introduce una comprensión nueva del movimiento que influirá directamente en escultores posteriores como Policleto, quien desarrollará el equilibrio perfecto del contrapposto. El Discóbolo se convierte así en un referente clave para la representación del cuerpo en tensión en toda la escultura clásica posterior.
El Doríforo de Policleto
Obra del primer clasicismo griego (c. 450 a.C.), representa la consolidación del ideal de belleza y proporción del cuerpo humano. Policleto establece el Canon de las siete cabezas, una fórmula matemática que define las proporciones del cuerpo perfecto. El Doríforo muestra a un atleta desnudo sosteniendo una lanza (actualmente perdida), con el peso apoyado en una pierna y la otra relajada, aplicando la postura del contrapposto, que une estabilidad y movimiento en armonía. La temática celebra la perfección física y espiritual del ser humano, reflejo del orden racional del universo, en línea con el pensamiento filosófico griego.
Modelos e Influencias
Policleto toma como punto de partida la búsqueda naturalista iniciada por escultores anteriores como Mirón, pero la lleva a la perfección mediante el estudio matemático de las proporciones. Se inspira también en la filosofía pitagórica, que relaciona la belleza con la armonía numérica, y en la idea platónica de un ideal de belleza universal. Su influencia posterior fue enorme: el Doríforo se convirtió en el modelo de equilibrio y proporción para toda la escultura griega y romana. Inspiró obras de Fidias y más tarde de escultores helenísticos, así como de artistas del Renacimiento, como Miguel Ángel, que retomaron sus proporciones para sus figuras atléticas y serenas.
Escultura Griega Helenística
Altar de Zeus en Pérgamo
Construido hacia el 180 a.C., durante el periodo helenístico, bajo el reinado de Eumenes II, el Altar de Zeus refleja el poder y esplendor del reino de Pérgamo, una de las capitales culturales más importantes de la época. Es una obra monumental situada en una gran terraza, con una amplia escalinata y un friso continuo que narra la Gigantomaquia, la lucha entre dioses y gigantes. Las figuras parecen salir del relieve, creando una composición envolvente que atrapa al espectador. El conjunto se caracteriza por su dramatismo, movimiento y energía: los cuerpos se retuercen, los rostros muestran pasión y las telas vuelan con fuerza, logrando un efecto teatral y emocional típico del arte helenístico. La temática simboliza la victoria del orden y la civilización (los dioses) sobre el caos (los gigantes), reflejando también el triunfo del reino de Pérgamo. En cuanto a modelos e influencias, el altar se inspira en la tradición clásica de los frisos del Partenón de Fidias, pero la supera en expresividad y dinamismo. Su estilo influirá profundamente en el Barroco, por su composición teatral, su intensidad emocional y el uso del relieve para implicar al espectador en la escena.
Historia y Periodización de la Civilización Romana
A finales del siglo VIII a.C., la península itálica estaba habitada por varios pueblos: los ligures, umbros, etruscos, samnitas, sabinos y latinos. De estos últimos nació Roma, fundada en el año 753 a.C. La historia de Roma se divide en tres grandes períodos:
- Monarquía (753–509 a.C.): Etapa oscura gobernada por reyes, los tres últimos de origen etrusco.
- República (509–31 a.C.): Comenzó tras la expulsión de los reyes etruscos. En esta etapa los romanos iniciaron la conquista y romanización de otros territorios, enfrentándose también a los cartagineses en las Guerras Púnicas.
- Imperio (31 a.C.–476 d.C.): Se estableció un sistema político encabezado por un emperador y dividido en provincias. A partir del siglo V, las tribus bárbaras del norte de Europa iniciaron la reconquista de los territorios del Imperio, hasta que en el año 476 d.C. Odoacro, rey de los hérulos, derrotó al emperador Rómulo Augústulo y puso fin al Imperio Romano de Occidente.
Las culturas etrusca y griega son las dos grandes influencias del arte romano.
Arquitectura Romana
Arquitectura Religiosa y Civil
En cuanto a edificios religiosos, destacamos los templos, que tienen una influencia clara del arte griego, sobre todo en la estética y la perfección. Otro edificio religioso muy importante es el Panteón (del griego pan: todos y theos: dios, por ello templo dedicado a todos los dioses).
El Panteón de Agripa y Adriano
Fue reconstruido por el emperador Adriano entre 118 y 128 d.C., aunque el templo original fue construido por Marco Vipsanio Agripa en época de Augusto. El material con el que está hecho es hormigón y granito, y supone una gran innovación técnica de la ingeniería romana. La fachada del pronaos tiene 16 columnas corintias, y lo que más destaca es su gran cúpula, donde los romanos demostraron su talento en la ingeniería. La cúpula representa el universo, y el óculo central, de casi 9 metros de diámetro, simboliza el sol y permite la entrada de luz natural. Los muros son muy gruesos y contienen nichos que ayudan a soportar la cúpula. Algunos de los elementos de la cúpula inspiraron construcciones posteriores, como la Basílica de San Pedro y la cúpula de Santa María de las Flores.
El Coliseo (Anfiteatro Flavio)
El Coliseo, llamado así por la monumentalidad de la estatua colosal de Nerón que originalmente estaba cerca, es un edificio lúdico construido durante el siglo I d.C. bajo los emperadores Vespasiano y Tito. Su función principal era el entretenimiento público, con espectáculos como combates de gladiadores, venationes y representaciones teatrales. Podía albergar unas 50.000 personas, y gracias a los vomitorios, los espectadores podían entrar y salir con gran rapidez. Su planta es elíptica y se construyó con materiales como mármol, hormigón y piedra. Contaba con el velarium, un enorme toldo que protegía al público del sol. La temática y el uso del espacio reflejan la importancia del ocio y la propaganda política en Roma, mostrando el poder del emperador a través de la magnificencia del edificio y los espectáculos que se realizaban en él. En cuanto a modelos e influencias, el Coliseo se inspira en los teatros griegos, especialmente en la organización escalonada de las gradas y la visibilidad para el público, pero adaptado a la escala monumental y al carácter anfiteátrico romano, combinando elementos de circos y espacios para multitudes.
Escultura Romana
Augusto de Prima Porta
La imagen presenta a Octavio Augusto, primer emperador de Roma (siglo I a.C). Se encuentra en el Vaticano, y está hecha de mármol, aunque esta es una copia, y la original era de bronce y está desaparecida. Está de pie y descalzo encima de un pedestal (en la de bronce va calzado). El emperador es representado con una túnica encima de la cual exhibe una coraza musculada esculpida con relieves y una capa. Esta capa le ciñe la cintura, y la aguanta con el brazo izquierdo. El brazo derecho lo tiene levantado, demostrando autoridad. Al lado de la parte inferior de la pierna derecha se encuentra la figura del Dios Cupido encima de un delfín (recurso que sirve para aguantar el peso del mármol). La composición utiliza el famoso contrapposto. Además, la cara del emperador no refleja la belleza ideal, sino que muestra las facciones individuales rejuvenecidas. Esta voluntad de más realismo se nota en los pliegues del vestido y en el trabajo detallado de los relieves de la coraza. Toda esta precisión no existe en la parte posterior de la figura. Esta escultura representa al emperador con la indumentaria militar propia de un general romano y tiene una función propagandística del estado. En la coraza hay escenas relacionadas con los dioses y la historia militar del personaje. Modelos de influencia: el realismo etrusco y el Doríforo griego. A partir de esta escultura, casi todos los emperadores se retrataron así, estableciendo un modelo de representación imperial.
La Columna Trajana
Dentro de la tipología del relieve, encontramos la Columna Trajana. Ahora está San Pedro arriba, pero en su momento estaba Trajano. Hay 200 metros de relieve realista, en los que se representan 155 escenas esculpidas con un total de 2.500 figuras humanas. El emperador Trajano aparece representado 59 veces a lo largo de la narración. La Columna Trajana fue realizada por Apolodoro de Damasco entre los años 107 y 114 d.C., durante el reinado del emperador Trajano, en el momento de máximo esplendor del Imperio romano. Se encuentra en el Foro de Trajano en Roma y fue levantada para conmemorar las victorias del emperador en las Guerras Dacias. Está hecha de mármol y alcanza unos 30 metros de altura, sobre un pedestal cuadrangular decorado. En origen estaba coronada por una estatua de bronce de Trajano, sustituida más tarde por una de San Pedro. A lo largo del fuste se enrolla una banda helicoidal de 200 metros de relieves que narra con gran detalle las campañas militares del emperador, con más de 2.500 figuras humanas representadas con gran realismo y movimiento. En el interior hay una escalera de caracol que lleva hasta la parte superior. El tema principal es la exaltación del poder de Roma y de la figura del emperador, destacando su autoridad, organización y la fuerza del ejército romano. Además, la columna guardaba en su base las cenizas de Trajano, funcionando también como mausoleo. Como modelo e influencia, se inspiró en relieves helenísticos como el Friso del Altar de Zeus de Pérgamo, y a su vez sirvió de ejemplo para monumentos posteriores como la Columna de Marco Aurelio en Roma y la Columna Vendôme en París.