Lírica Latina: Orígenes y Desarrollo
La poesía lírica latina surgió en el siglo II a.C. a partir de modelos griegos. La poesía se convirtió en un documento testimonial de las pasiones y estados de ánimo de sus autores, aunque en su gran mayoría murieron muy jóvenes.
Horacio (Quintus Horatius Flaccus)
Tuvo una discreta participación en los asuntos públicos de Roma. Prefería la vida retirada en su finca cerca de la urbe, bajo el patronazgo de Mecenas y con el visto bueno de Augusto. Se dedicó al “ocio creador”. Su producción es muy abundante, destacando:
- Odas: En ellas expone sus pensamientos y sentimientos sobre aspectos muy diversos de la vida. En breves pinceladas resume sus ideales, como la aurea mediocritas (el justo medio) o el carpe diem (aprovecha el día). El tono de las Odas es más bien comedido y mesurado, y su perfección formal, notable.
- Epodos: Expresados con la agresividad y violencia propias de este tipo de composición de origen griego, destinada al insulto y al improperio. No obstante, otros también son de carácter lírico.
- Carmen Seculare: Un himno de tono propagandístico escrito en el año 17 a.C., encargado por el emperador Augusto. Poema para ser cantado por un coro mixto de jóvenes y doncellas, en el que se rogaba a los dioses de Roma que gozara de paz y abundancia eterna.
Horacio es el gran purista de la poesía lírica latina. Distante, calculador y comedido, es más frecuente que se aprecie más la calidad técnica de sus poemas que el vigor o mensaje de sus versos.
Catulo (Gaius Valerius Catullus)
Vivió aproximadamente entre 87-54 a.C. Es el más representativo de los líricos latinos con su obra Catulli Carmina. En su mayoría son vibrantes poemas de amor en los que cuenta su relación con Lesbia, amada que hacía enloquecer al amante. Catulo es innegable deudor de la poesía griega de Safo.
Ovidio (Publius Ovidius Naso)
Vivió entre el siglo I a.C. y el I d.C. Su obra no fue del agrado del emperador Augusto, por lo que fue exiliado. Su gran aportación a la literatura universal es Las Metamorfosis, una visión del mundo en clave poética donde la imaginación se desborda, tiñéndose de musicalidad y ritmo. La mayoría de los mitos y leyendas que trata Ovidio en esta obra tienen su origen en la cultura griega, pero él les da un tono particular, al igual que a la estructura.
Obras Didácticas y Menores de Ovidio:
- Fastos: Poemas de carácter didáctico referentes al calendario romano.
- De medicamine faciei feminae: Un curso de maquillaje.
Obras Líricas de Ovidio:
- Amores: Un conjunto de poemas un tanto frívolos que exponen todos los lances con que puede toparse una pareja de amantes, donde la protagonista es Corina, que es más un personaje literario que real.
- Ars amandi: Un tratado para seducir y conservar ese amor.
- Remedia Amoris: Se trata de una poesía más didáctica que lírica, al menos para nuestra sensibilidad actual.
- Tristia: Cinco libros escritos en su destierro.
Tíbulo (Albius Tibullus)
Conservamos 16 elegías de tema amoroso dirigidas a Delia, una mujer de un estrato social inferior al suyo; a Plania, una plebeya de la que Tíbulo parece estar enamorado; o al muchacho Marato. El segundo libro está dedicado a otra mujer, Némesis, por la cual siente una gran atracción.
Propercio (Sextus Propertius)
Vivió en el siglo I a.C. Tiene cuatro libros de elegías. Los tres primeros se centran en la figura de Cintia (Hostia, hija del poeta Hostio, o Roscia, nieta del actor Roscio). En el cuarto libro, Propercio parece haber perdido su obsesión por Cintia y da cabida a temas relacionados con leyendas romanas.
Oratoria Romana: Retórica y Poder
La oratoria está ligada a la libertad de expresión: cuanto mayores son las libertades públicas, mayor es la democracia y mayores son las posibilidades del género de la oratoria. La oratoria romana floreció en tiempos republicanos y fue declinando en la época imperial, sin llegar nunca a perder su importancia, pero sí su vigor.
La Oratoria Preciceroniana
Se manifestaba con las laudationes funebres (elogios fúnebres) de un personaje ilustre, pronunciadas por uno de sus allegados o familiares más próximos en voz alta, ensalzando sus facetas positivas en la esfera de su actividad pública y después en su vida privada. Por ejemplo, la loa realizada por Q. Cecilio Metelo por la muerte de su padre.
La Oratoria Ética (Siglo II a.C.)
La oratoria romana se consolidó porque los contactos con Grecia fueron más frecuentes. Aparecieron entonces dos figuras que, aun compartiendo la preocupación por el aspecto ético de la oratoria, considerándola una disciplina morum (disciplina de las costumbres), eran totalmente opuestas por su formación y su mentalidad.
Catón (Marcus Porcius Cato)
Con una sobriedad y una austeridad notables, le interesaba mucho más el contenido del discurso que la forma. Siempre fiel a sus principios: Roma por encima de todo y los mores maiorum (costumbres de los antepasados) como la verdadera guía de la conducta de la sociedad.
Escipión (Publius Cornelius Scipio Aemilianus)
A diferencia de Catón, que se cerraba en banda a todo lo griego, Escipión y su círculo se mostraron totalmente abiertos y receptivos a ella. Escribió discursos elegantes, breves y sobrios. Por otra parte, con Sulpicio Galba se fijaron los dos estilos de la oratoria: el estilo ático (sencillo y conciso) y el estilo asiático (ampuloso y exagerado).
Cicerón (Marcus Tullius Cicero)
Vivió entre 106-43 a.C. Defensor de la República, no veía con buenos ojos el triunfo de César. Después de la muerte de este, arremetió contra Marco Antonio dedicándole unas Filípicas que le costaron la vida.
La Obra Oratoria de Cicerón
Se puede dividir en dos grupos:
- Discursos Judiciales: Pronunciados ante un tribunal, tanto en calidad de abogado defensor como fiscal acusador. Los más destacados son:
- Pro Fonteio y Pro Rabirio (ambos procesos por prevaricación y malversación de fondos).
- In C. Verrem (siete discursos demoledores contra Cayo Verres, haciendo que se destierre él mismo).
- Discursos Políticos: Pronunciados en el Senado o Foro. Los más destacados son:
- Catilinarias (cuatro discursos contra Catilina, el cual, al no ser elegido cónsul, tramó una conspiración).
- Filípicas (catorce discursos virulentos contra Marco Antonio).
La Obra Retórica de Cicerón
Cicerón llevó a cabo una fecunda actividad como crítico literario y teórico de la retórica. Explicó esta teoría en obras como De Oratore y Brutus, entre otras. También explicó:
- Las cinco partes del proceso que exige el discurso: inventio (hallazgo de argumentos), dispositio (ordenación), elocutio (estilo), memoria (memorización) y actio (puesta en escena).
- La estructura de un discurso: exordium (introducción), narratio (exposición de hechos), argumentatio (pruebas) y peroratio (conclusión).
- La finalidad del orador: instruir, deleitar y emocionar.
La Oratoria Posciceroniana
Séneca el Viejo (Marcus Annaeus Seneca)
Vivió en el siglo I d.C. Con su obra Oratorum et rhetorum sententiae, divisiones, colores, que recogía dos tipos de ejercicios que debían desarrollar los alumnos:
- Suasoriae: Se presentaba a personajes míticos o históricos instantes antes de tomar una decisión trascendente.
- Controversiae: De contenido jurídico, se trataba de enfrentamientos como acusador y defensor de alguien a partir de supuestos prácticos.
Quintiliano (Marcus Fabius Quintilianus)
Escribió Institutio Oratoria (doce libros), que constituye el tratado de retórica más importante del mundo romano y que complementa y perfecciona los escritos de Cicerón. Explica cómo debe formarse un orador desde que nace hasta que triunfa, y pone énfasis en algo que ya había dado a entender Catón: la importancia de la moralidad del orador (vir bonus dicendi peritus).