El Descubrimiento de América y el Mundo en 1492
El descubrimiento de América fue un proceso histórico protagonizado por las coronas de Castilla y Portugal a finales del siglo XV. El objetivo principal era hallar una ruta comercial hacia Asia a través del océano Atlántico, ya que la vía tradicional por el Mediterráneo estaba controlada y amenazada por el Imperio Otomano. Este hito histórico fue impulsado por una combinación de causas económicas, políticas, científicas y religiosas.
Causas del Descubrimiento
- Económicas: La necesidad de encontrar nuevas rutas comerciales con Oriente (India y China) para acceder a especias y productos de lujo, así como la competencia entre Portugal y Castilla por liderar esta expansión.
- Científicas y tecnológicas: La difusión de la idea de la redondez de la Tierra, junto con la aparición de nuevos instrumentos de navegación (brújula, astrolabio) y el desarrollo de nuevas embarcaciones más aptas para la navegación atlántica, como la carabela.
- Religiosas: El deseo de extender el catolicismo y evangelizar nuevos pueblos, manteniendo vivo el espíritu de cruzada tras la Reconquista.
- Políticas y sociales: El afán de las monarquías por aumentar su riqueza y poder, y el deseo de aventura y ennoblecimiento de conquistadores y marinos.
Consecuencias del Descubrimiento
La llegada de los europeos a América tuvo profundas repercusiones políticas, sociales, económicas y culturales en ambos continentes.
Consecuencias para Europa
- Políticas: Se firmó el Tratado de Tordesillas (1494) entre España y Portugal para repartirse las tierras descubiertas. Se inició una intensa lucha entre los nuevos imperios europeos por el dominio de los mares y el control de las riquezas del Nuevo Mundo.
- Económicas: Los cultivos americanos (patatas, tomates, maíz, cacao) revolucionaron la alimentación y la agricultura europea. Se introdujeron nuevos animales y, sobre todo, la llegada masiva de metales preciosos (oro y plata) provocó un gran aumento de la circulación monetaria y una revolución de los precios. Se establecieron nuevas rutas comerciales y se produjo un auge del comercio internacional.
- Sociales: Millones de europeos emigraron a América en los siglos siguientes. Surgió el fenómeno del “indiano”, emigrantes que retornaban enriquecidos a sus lugares de origen.
Consecuencias para América
- Políticas: La caída y desaparición de los grandes imperios precolombinos (azteca, inca, maya). Los pueblos indígenas de las zonas más inaccesibles resistieron la conquista durante más tiempo.
- Económicas: Se introdujeron cultivos europeos (trigo, café, olivo) y nuevas especies ganaderas (ovejas, vacas, caballos). Se impuso un sistema de explotación intensiva de tierras y minas en beneficio de las metrópolis.
- Sociales: Se produjo una catástrofe demográfica de la población indígena debido a las enfermedades traídas por los europeos, las guerras de conquista y los trabajos forzados. Se introdujeron nuevas razas y surgió un intenso mestizaje (mestizos, mulatos, zambos). Se institucionalizó la esclavitud de la población africana. Nació una nueva clase social: la burguesía criolla, descendientes de europeos nacidos en América.
- Culturales: La cultura europea se impuso sobre la indígena. En el ámbito religioso, se difundió el cristianismo, y en el lingüístico, se impuso el castellano como lengua oficial.
Otros Hechos Relevantes de 1492
El año 1492 fue crucial para la historia de España por otros dos acontecimientos:
- La finalización de la conquista del Reino nazarí de Granada: El 2 de enero de 1492, tras casi diez años de guerra, los Reyes Católicos pusieron fin al dominio musulmán en la Península Ibérica, que había durado aproximadamente ocho siglos, incorporando a la Corona de Castilla el último reducto musulmán.
- La expulsión de los judíos: El 31 de marzo de 1492, los Reyes Católicos decretaron que todos los judíos debían convertirse al cristianismo o abandonar los reinos de España en un plazo de pocos meses.
El Proyecto Reformista del Conde-Duque de Olivares y la Crisis de 1640
Gaspar de Guzmán, el Conde-Duque de Olivares, asumió el papel de valido del rey Felipe IV en 1621. Su gobierno (1621-1643) se caracterizó por su talante autoritario, su política de centralización y la puesta en marcha de un ambicioso programa de reformas para fortalecer la Monarquía Hispánica. Su proyecto político se apoyaba en dos pilares fundamentales:
- La “reputación”: orientada a recuperar el prestigio y el protagonismo del Imperio español en la política europea, lo que implicaba una política exterior agresiva.
- La “reformación”: una serie de proyectos y reformas internas para fortalecer la monarquía y mejorar sus recursos.
Principales Proyectos de Reforma
- Creación de un banco estatal (Red de Erarios): Olivares propuso la creación de una red de bancos públicos, los erarios, que pagarían un interés a quienes depositaran su dinero. El objetivo era que la Corona dejara de depender de la banca extranjera para financiarse. Para su puesta en marcha, se requería un nuevo impuesto sobre la riqueza, pero las Cortes se opusieron y, en su lugar, se optó por aumentar los impuestos sobre productos básicos y la venta de cargos públicos.
- Unificación jurídica e institucional: Su principal objetivo era crear una monarquía unitaria, superando la estructura foral de los diferentes reinos. Buscaba que Felipe IV fuera un verdadero “rey de España” y no solo de sus distintos reinos. Para ello, propuso fomentar matrimonios entre las élites de Castilla y otros territorios o, si era necesario, recurrir a la fuerza. Este proyecto fracasó por la fuerte oposición de los reinos no castellanos.
- Creación de un ejército nacional permanente: la Unión de Armas (1625): Este proyecto pretendía crear un único ejército de 140.000 hombres, sostenido por todos los reinos de la monarquía en proporción a su población y riqueza. El objetivo era repartir el coste de la guerra, hasta entonces soportado principalmente por Castilla, y crear una fuerza militar más eficaz y poderosa. El proyecto fracasó por la oposición de los reinos de la Corona de Aragón (Aragón, Valencia y Cataluña), que lo veían como una vulneración de sus fueros.
La Crisis de 1640
El enorme esfuerzo militar y fiscal exigido por la participación en la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), sumado al malestar por las reformas centralizadoras, desembocó en la grave crisis de 1640, con dos escenarios principales:
- La sublevación de Cataluña: Tras varios enfrentamientos con la Corona, la revuelta estalló con el “Corpus de Sangre” (junio de 1640). Ante la presión militar, los catalanes aceptaron la soberanía francesa. La guerra fue larga y devastadora. Finalmente, las tropas de Felipe IV recuperaron el territorio, y los catalanes, descontentos con la monarquía centralista francesa de Luis XIV, aceptaron de nuevo la soberanía del rey español a cambio del respeto a sus fueros.
- La sublevación de Portugal: Aprovechando la crisis catalana, la nobleza portuguesa se levantó contra la monarquía y proclamó al Duque de Braganza como rey (Juan IV). Tras intentar sofocar la revuelta catalana, los esfuerzos por recuperar Portugal fueron insuficientes. Finalmente, se reconoció la independencia de Portugal en el Tratado de Lisboa (1668). Desde entonces, Portugal buscó la protección de Inglaterra para garantizar su independencia frente a España.
Caída de Olivares y Consecuencias
El fracaso de sus reformas y las graves crisis de 1640 provocaron la destitución del Conde-Duque de Olivares en 1643. Felipe IV lo cesó, sumiendo a la Monarquía Hispánica en una profunda crisis política, militar y económica de la que tardaría en recuperarse.