La Catedral de Notre Dame de París: Icono del Gótico Medieval
La Majestuosa Fachada Occidental
La fachada principal de Notre Dame es la occidental, correspondiente a los pies de la iglesia. Responde a la tipología de fachada gótica en H, similar a la que encontramos en la catedral de Laon, también en Francia. La fachada principal muestra una distribución en pisos y está dividida en tres portadas exteriores, lo que aparenta tener tres naves desde el exterior en lugar de las cinco que realmente presenta. En el exterior, se logra un perfecto equilibrio entre la línea horizontal y la vertical. Esto se debe tanto a que las torres que flanquean la fachada rematan en terraza, como a que al impulso ascensional de los portales se opone la horizontal dibujada por la Galería de los Reyes sobre las portadas y la galería superior de columnas en la base de las torres, sobre el rosetón.
En el primer nivel de la fachada aparece la triple portada, formada por tres grandes arcos abocinados, que sigue siendo el lugar preferente para la escultura con una intención docente y catequética. En el Portal del Juicio Final hay esculturas que representan la resurrección de los muertos, un ángel que coloca en una balanza pecados y virtudes, y criaturas malditas que llevan las almas pecadoras rumbo al infierno. El tímpano está dividido en tres partes: en la primera se representa el Limbo de los Justos; en la segunda, los elegidos a un lado y los condenados a otro en el Juicio Final; y en la última, Cristo mostrando las heridas de sus manos, acompañado de los ángeles que sostienen los símbolos de la Pasión. Dada la altura de la nave central, la relativa delgadez de sus muros exigió la construcción de cuatro contrafuertes exteriores que se intercalan en la fachada principal sin sobresalir mucho del edificio, sirviendo como elemento de separación entre las tres portadas. Todos los huecos de ventanales y rosetones que aparecen en las fachadas están decorados con vidrieras, lo que permite que la luz en el interior remita al ideal de espacio místico perseguido por los arquitectos de la época.
Contexto Histórico y Simbolismo de Notre Dame
La Catedral de Notre Dame de París, en Francia, es una obra cumbre de la Edad Media, iniciada en el año 1163 y terminada hacia el año 1250. Es de estilo gótico, en su etapa “preclásica” o de iniciación.
Ubicación Estratégica
Se encuentra sobre una isla situada en medio del Sena, la Île de la Citée, uno de los núcleos originarios de la ciudad de París, la antigua Lutecia fundada por los romanos.
Historia Constructiva y Restauraciones
La Catedral de Notre Dame fue erigida sobre templos preexistentes, concretamente celtas, romanos y prerrománicos. Frente a la fachada principal se encuentra la explanada donde está el Punto Cero de Francia. No se conocen los nombres de quienes la iniciaron en el siglo XII, pero se sabe que en el siglo XIII, Jean de Chelles y Pierre de Montreuil, los dos arquitectos más reputados de su tiempo, realizaron varias ampliaciones y reformas en este edificio. También se menciona la sustitución del chapitel sobre el crucero, de 96 metros de altura, que fue destruido durante la Revolución Francesa.
La catedral es el monumento característico de la arquitectura gótica, en la que se reúnen todas las características esenciales del estilo. Se erige en el centro de la urbe sobre antiguas construcciones, normalmente religiosas.
El Rol de la Catedral en la Sociedad Medieval
Inicialmente, el obispo dirigía o promocionaba la obra, pero en su construcción participaba, mediante donaciones o trabajo personal, el esfuerzo comunal de todos los ciudadanos, quienes terminaban sintiéndola como algo propio. El tañido de sus campanas marcaba las horas y el ritmo de vida en la ciudad. La catedral, por tanto, representa la labor de la ciudad durante siglos y, consecuentemente, el edificio adquiere un valor documental no solo del momento en que se construyó, sino también de su devenir histórico.
La catedral se convierte, además, en un símbolo, produciéndose entre las ciudades cercanas una especie de emulación por poseer la catedral más esbelta y elevada. Mientras tanto, el pueblo llano rezaba y se divertía en su interior con el teatro litúrgico que en las festividades de la Navidad y la Semana Santa se representaba en sus naves. La catedral era también el centro de los asuntos públicos. Notre Dame fue, asimismo, lugar de reunión de las corporaciones gremiales y municipales.
La arquitectura gótica tiene en las catedrales sus edificios más emblemáticos. El simbolismo se aprecia también en el ábside, como símbolo de la cabeza del cuerpo de Cristo, y en la orientación hacia el Este, por donde sale el sol. Los motivos decorativos se concentran, por tanto, en el exterior del templo, donde también hallamos gárgolas de carácter animalístico, utilizadas como desagüe del tejado.
La catedral ha experimentado profundas transformaciones a lo largo del tiempo y ha sido restaurada, siendo testigo activo de la turbulenta historia de Francia. Sufrió los embates antimonárquicos y antirreligiosos de la Revolución Francesa a finales del siglo XVIII, sufriendo graves daños las esculturas de los reyes de Judea de su fachada, que fueron destruidas al confundirlas con los reyes de Francia. Por otro lado, ha sido un referente literario de primer orden, gracias a la célebre novela…
Antecedentes y Consecuentes Arquitectónicos
Precedentes Directos
Laon es su más directo precedente; en ambas catedrales encontramos cinco naves que, en la zona de la cabecera, generan doble deambulatorio y un transepto no marcado hacia el exterior.
Influencia y Trascendencia
La trascendencia de este edificio radica en que Notre Dame tuvo una gran influencia en la arquitectura gótica del siglo XII. Su influjo se notó poco en España, ya que en nuestro país la influencia provino de las catedrales “clásicas” francesas, es decir, las de Chartres, Reims…
El Arte Gótico: Un Viaje a Través de la Baja Edad Media
Definición y Evolución del Estilo Gótico
El término ‘gótico’ se refiere no solo a un estilo artístico, sino a toda una civilización y a un período histórico que es prácticamente sinónimo de la etapa denominada Baja Edad Media. Se desarrolla después del arte románico y coincide en el tiempo con Bizancio o el Islam, que se difundieron en otras zonas.
Orígenes del Término y Revalorización
La denominación de ‘arte gótico’ se debe al pintor manierista italiano Giorgio Vasari del siglo XVI, quien alude a este estilo como “gótico” o propio de “godos”, es decir, gente bárbara y carente de buen gusto. Habría que esperar a mediados del siglo XVIII y, más concretamente, al siglo XIX, con el Romanticismo y el auge de los historicismos, para encontrar en Europa una justa y positiva valoración de este movimiento artístico y cultural. La Catedral de Salisbury, con su fachada tipo pantalla, es una iglesia paradigmática del gótico inglés del siglo XIII. Existen variantes nacionales y regionales bastante acusadas.
Variantes Regionales del Gótico Europeo
Mientras que en Alemania el gótico tuvo una gran pervivencia, pasando prácticamente de este estilo al barroco, sin apenas arquitectura renacentista. Su obra principal es la Catedral de Colonia.
En cuanto a España, el arte gótico tuvo mucha difusión espacial y temporal, destacando las catedrales de Burgos y León. A esta etapa corresponden la arquitectura cisterciense y las primeras catedrales francesas, situadas en la región de Île-de-France, como Saint-Denis, Noyon, Senlis, Laon y París.
Períodos Clave de la Arquitectura Gótica
Gótico Clásico
Se desarrolla en el siglo XIII. Se construyen las grandes catedrales de Chartres, Reims y Amiens.
Gótico Radiante
Lo encontramos desde la segunda mitad del siglo XIII. En esta etapa se imponen las vidrieras, a las que la arquitectura únicamente sirve de marco y soporte.
Gótico Flamígero o Florido
Es su etapa final. Todo se vuelve ornamental.
Características Arquitectónicas del Gótico
Tipología y Función de los Edificios
Tipológicamente, la arquitectura gótica es esencialmente religiosa (catedrales e iglesias), pero también podemos encontrar, aunque en menor medida, palacios urbanos, lonjas de comercio y ayuntamientos.
Elementos Constructivos Distintivos
El arco apuntado ayuda a transmitir el peso de las bóvedas. Otros arcos utilizados en la arquitectura gótica son el arco conopial y el carpanel. La clave de la bóveda es la dovela central que la cierra. Con el tiempo, las bóvedas evolucionaron desde los modelos más simples, como la bóveda de crucería sencilla (formada por dos nervios cruceros que se cruzan en el centro), hasta los más complejos, como las bóvedas estrelladas (cuando los nervios se cruzan formando estrellas) o las bóvedas en abanico (características del gótico inglés). Los nervios de la bóveda suelen prolongarse en baquetones o columnillas adosadas a lo largo de los fustes de los pilares hasta el suelo. Esta nueva técnica permite ganar altura al edificio. El muro también se desmaterializa en el alzado interior de la iglesia (arcadas, triforio y claristorio) y en las fachadas con un gran ventanal circular vidriado, el rosetón.
Plantas y Estructuras de las Iglesias Góticas
En lo que concierne a las plantas de las iglesias, suelen ser en el gótico de cruz latina, con los brazos del transepto más cortos que en el románico. Las catedrales tienen tres o cinco naves longitudinales, siendo la central de mayor altura y anchura que las laterales, un crucero destacado en planta y una cabecera con girola y capillas radiales o absidiolos. Otros elementos distintivos son las agujas y pináculos de forma piramidal o cónica que rematan las cimas de las torres, y los gabletes.
La Escultura Gótica: Narrativa y Emoción
La escultura adquiere en el siglo XIII un gran esplendor en Francia, desde donde se extiende a toda Europa. La imagen se libera del temor al Dios justiciero y de los miedos apocalípticos; el mundo terrenal es un reflejo de la grandeza de un Dios de amor, infinitamente misericordioso. Los siglos XII y XIII alumbran una escultura monumental concentrada en las portadas y que comienza a independizarse de la arquitectura. Ya no es un aviso severo al fiel, sino una invitación a acceder a la gloria celestial presente en el interior. La escultura, al igual que en el románico, se convirtió en el principal elemento de ornamentación de las fachadas, y los tímpanos, las arquivoltas, las jambas, el dintel y el mainel o parteluz se poblaron de multitud de estatuas que representaban temas religiosos con cierta intencionalidad didáctica, configurando una portada real, cuyos mejores ejemplos se hallan en las catedrales de Chartres y Reims.
La Pintura Gótica: Luz y Color en las Vidrieras
Durante el período gótico, la sustitución de la superficie mural de las catedrales por amplias vidrieras supuso una enorme reducción del espacio que el románico concedía a la pintura. Ello provocó el abandono progresivo de la pintura mural al fresco, excepto en Italia, generalizándose en su lugar la pintura sobre tabla (retablos) y la pintura de vidrieras.
El Contexto Socio-Cultural del Arte Gótico
La Visión Teocéntrica y la Función Didáctica del Arte
El arte gótico es expresión del cristianismo medieval. La cultura de la sociedad gótica, como la románica, era teocéntrica: todo giraba en torno a Dios. La base o fundamento de este arte fue siempre el credo religioso, el cristianismo, que condicionó totalmente sus manifestaciones artísticas. En una población mayoritariamente analfabeta como era la medieval, el arte se convirtió en un medio de difusión de la verdad religiosa y sus misterios, tanto en las bellas artes como en las artes decorativas. La imagen era la “Biblia de los iletrados”.
Artistas, Mecenazgo y la Nueva Burguesía
Al abordar el arte gótico, cabe destacar el frecuente anonimato de sus artistas, aunque no fuera sistemático. El artista gótico trabajaba principalmente para la Iglesia, para los reyes y sus cortes, quienes en muchas ocasiones se convertían en sus mecenas o protectores. Sin embargo, uno de sus principales promotores fue la “nueva burguesía”, que, con una economía creciente, encargó obras de importancia. Prueba de ello son el fenómeno de las Cruzadas y las peregrinaciones. Fue una etapa de esplendor cultural y artístico. Órdenes como los Franciscanos y Dominicos, principalmente, fundaron escuelas y, más tarde, universidades, que se convirtieron en grandes centros de la enseñanza intelectual, artística y cultural de Europa. Este cambio afectó también al fenómeno religioso, el cual vio cómo su vertiente espiritual e intangible era sustituida por una religión más sentimental y humana, con un claro reflejo en la creación artística escultórica y pictórica.