Panorama de la Literatura Romana: Épica, Lírica, Teatro y Prosa Clásica

Épica Latina: Orígenes y Evolución

La Épica es una manifestación literaria de carácter narrativo con lenguaje solemne, que cuenta hazañas legendarias de héroes. Vinculada a la tradición oral, usa música y no tiene ni autor ni texto fijo. Pertenece a la épica culta y presenta tres características principales:

  • Influencia homérica.
  • Utilización de la historia nacional.
  • Influencia de la poesía alejandrina.

Livio Andrónico enseñó en Roma la lengua griega, tradujo la Odisea en versos saturninos, dio a conocer los poemas de Homero en Roma, y sustituyó los elementos míticos y legendarios por sus propias gestas históricas. El primer poeta que escribe una obra así es Nevio (Bellum Punicum), con versos saturninos sobre la Primera Guerra Púnica. Con Ennio, la épica se consolida; su obra Annales se considera como la epopeya nacional romana hasta la aparición de la Eneida. Fue el primero en utilizar el hexámetro y contiene sentimientos típicos: un gran amor y admiración por Roma. De esta influencia surgen poemas narrativos extensos de tema mitológico (como las Metamorfosis de Ovidio). Virgilio (Eneida) se inspiró en los poetas homéricos, se aproxima a la épica arcaica de Ennio y de Nevio, ensalzando a los héroes de su historia nacional. La Eneida fue compuesta por encargo del emperador Augusto. Su tema central es la leyenda de Eneas, héroe que sobrevivió a la destrucción de Troya y fundó un asentamiento troyano en Italia (poema de extraordinaria complejidad). Lucano (Farsalia) representa la épica romana historicista en estado puro, ya que el poema relata la guerra civil entre César y Pompeyo.

Teatro Latino: Géneros y Autores Clave

El Teatro Latino es el único género literario que en la época de la helenización ya se había enriquecido en Roma con una abundante tradición popular. Entre estas manifestaciones preliterarias relacionadas con la escena destacan la fábula atelana, los carmina fescennina y el mimo. El texto es en verso, las partes cantadas y el acompañamiento habitualmente utilizado para cualquier tipo de representación es la fábula.

Tipos de Teatro Latino:

  • Crepidata: Tema griego, se caracteriza porque los actores usaban el coturno.
  • Praetexta: Se basa en Roma, toma el nombre de la toga orlada que llevaban los hombres ilustres en Roma.
  • Palliata: Tema griego, los actores se cubrían con el pallium, o manto griego.
  • Togata: Comedia sobre temas romanos, vestían la toga.

La comedia es el género por excelencia. Los autores más representativos son: Plauto y Terencio. La mayoría de las obras son fábulae palliatae, y destaca el prólogo: exposición del argumento a cargo de un actor o de un personaje simbólico. Los prólogos de Plauto son joviales, pretenden divertir, tienen carácter expositivo e incluyen chistes y advertencias jocosas. Los prólogos de Terencio tienen una mayor profundidad y contienen la réplica del autor a los ataques de que era objeto. Las obras conservadas están inspiradas en el teatro griego: personajes griegos, viven en Grecia, visten a la griega y tienen nombres griegos, pero hablan en latín y recrean ambientes romanos. En todas se produce la contaminatio: proceso creativo que consiste en mezclar dos o tres argumentos de obras griegas originales, incluso de autores diferentes, dando origen a la obra romana.

Autores Destacados:

  • Plauto: Se le atribuyen 150 obras, pero se conservan 21. Muestra un gran dominio del lenguaje popular y facilidad para conectar con los gustos del público. Sus obras son imitadas, adaptadas y representadas.
  • Terencio: Compone comedias de acción más sencillas y sus personajes son menos grotescos y más cuidados psicológicamente. Es más respetuoso que Plauto, con un latín más elegante. Se conservan 6 comedias.

La tragedia, se piensa que no alcanzó la popularidad de la comedia. Solo quedan escasos fragmentos de la época republicana y son poco atractivos. El único nombre destacable es Séneca, con 10 tragedias suyas inspiradas en Esquilo, Sófocles y Eurípides.

Poesía Lírica Latina: Innovación y Sentimiento

La Poesía Lírica comienza en plena influencia helenística y cuando las circunstancias políticas y sociales habían abocado los ánimos de los ciudadanos. Dentro de la poesía lírica latina se incluyen diversos campos temáticos y diversos tipos de composición. Sin embargo, todo ello estaba sometido a unas ciertas reglas genéricas sobre la estructura del poema. Los precedentes de la poesía lírica son los Carmina sacra o cantos religiosos. Las características de esta nueva poesía siguen siendo semejantes a las de la lírica griega: polimetría, musicalidad y expresión de sentimientos personales. Fue producto literario del círculo de Catulo, y sus célebres epigramas retóricos, precedente de los neotéricos. Se llama así a un grupo de poetas considerados renovadores cultistas de la poesía latina del momento. Pedían el abandono de la épica, insistiendo en un nuevo tratamiento poético que gira en torno al culto a la forma perfecta y a la introducción de un nuevo tema. La obra maestra que tenía que escribir el neotérico era el epilio.

Poetas Líricos Romanos:

  • Catulo: Máximo representante de los neotéricos, se conservan todos sus poemas. Su inclusión en la lírica se debe a su calidad de líder.
  • Horacio: Equilibrio entre helenismo y romanismo. Escribe Epodos (17 poemas cortos de tono violento) y Odas (composiciones agrupadas en 4 libros).
  • Ovidio: Amores (conjunto de elegías de tema amoroso) y Heroidas (cartas apasionadas o epístolas poéticas que Ovidio atribuye a heroínas míticas).

Oratoria y Retórica en Roma: El Arte del Discurso

La Oratoria se concibe como el arte de hablar bien, con corrección y de manera persuasiva y convincente. La Retórica es el arte del discurso, es decir, la Oratoria reducida a un sistema susceptible de ser enseñado. La oratoria comienza a practicarse en época muy temprana; el primer discurso fue el de Apio Claudio, con motivo de la guerra contra Pirro. Durante estos primeros años la oratoria se desarrolla teniendo como elemento fundamental la improvisación delante de un auditorio; cuando se obtiene conciencia de su valor literario, se fija por escrito. La oratoria se convierte también en un instrumento educativo de primera magnitud y en la principal causa del desarrollo de la prosa latina. Como en todas las manifestaciones culturales, en la evolución de la oratoria, la retórica tiene una importancia decisiva la progresiva helenización. Es la época de los Escipiones, de Catón y de los Gracos: por primera vez en un ambiente de libertad se enfrentan y se contrastan distintas maneras de entender el papel de Roma en el mundo. Las escuelas de retórica griega encuentran en Roma un campo más amplio que en las ciudades helenísticas. Esta oposición al establecimiento de las escuelas de retórica por parte de los más conservadores, cristaliza en el decreto de expulsión de rectores y filósofos.

Principios de la Retórica:

  1. Para la elaboración de discursos es imprescindible el conocimiento de distintos recursos:
    • Inventio (contenido de las ideas y argumentos)
    • Ordo (disposición de ideas)
    • Elocutio (expresión lingüística)
    • Memoria (proponía pautas para memorizar)
    • Pronuntiatio (desarrolla técnicas para la declamación)
  2. Según la finalidad del discurso:
    • Genus laudativum (ceremonias relacionadas con la religión)
    • Genus deliberativum (oratoria pública)
    • Genus iudiciale (discursos de acusación y defensa ante tribunales)
  3. Estilo o tono:
    • Genus grande (estilo elevado)
    • Genus medio (estilo medio)
    • Genus tenue (estilo elegante)
  4. En el ámbito de la retórica se distinguen tres escuelas:
    • Neo-ática: Estilo clásico de Atenas, oratoria espontánea, carente de artificio.
    • Asiática: Tono brillante, exuberante y florido.
    • Rodio: Estilo próximo al asianismo, aunque más moderado.
  5. Cuatro partes de una estructura:
    • Exordio (parte inicial, debe atraer al auditorio)
    • Narratio (exposición detallada)
    • Argumentatio (presentación de los argumentos)
    • Peroratio (conclusión, breve, enérgica e impactante)

En los dos últimos siglos de la República, destaca la figura de Cicerón. La notable preparación técnica de los oradores y las enseñanzas estilísticas de las escuelas de retórica no son ajenas a la musicalidad y claridad. En el género de la Oratoria poseemos de Cicerón 58 discursos dedicados a causas civiles, criminales y discursos políticos (como las Filípicas). En cuanto a la Retórica, destacan De Inventione, Brutus y Orator, y dos tratados técnicos. Los autores de tratados de retórica más representativos son: Séneca el Viejo (se conserva una serie de declamaciones con los títulos de Suasoriae y Controversiae, ejercicios prácticos) y M. Fabio Quintiliano, quien escribe Institutio Oratoria, 12 libros que constituyen el tratado de retórica más importante del mundo romano).

Historiografía Romana: Narrativa y Propósito

La Historiografía es el género literario que tiene como objeto exponer los sucesos acaecidos a un determinado pueblo mediante el estudio y narración de los hechos del pasado. Es el género en prosa más importante de la literatura romana. La historiografía romana fue mucho menos rigurosa que la griega y de intención más moralizante. Los romanos utilizaron la historia como instrumento político para justificar su supremacía sobre los demás pueblos, para destacar el protagonismo de las familias dominantes. Emplearon para ello no solo la selección y presentación de los hechos, sino también la manifestación de sus opiniones, de manera directa con intervenciones en primera persona, o indirectas, con abundantes discursos puestos en boca de protagonistas.

Fuentes de la Historiografía Romana:

  1. Textos públicos: Archivos de los colegios sacerdotales en los que los sacerdotes anotaban los acontecimientos más importantes y documentos oficiales.
  2. Textos privados: Archivos familiares de las familias patricias en los que recogían los cargos importantes que desempeñaban los miembros.

Los autores griegos de historiografía fueron referentes de los romanos. De Polibio tomaron su método riguroso, de Tucídides tomaron el sentido moral de la historia. Los primeros historiadores romanos fueron analistas que escribían relatos de acontecimientos por orden cronológico y no por temas. Los primeros analistas romanos escribían en griego y se contentaron con narrar los hechos acaecidos sin establecer relaciones temáticas o de causa y efecto, entremezclándolos con fábulas y relatos de prodigios. El historiador más antiguo es Catón, su obra Orígenes se ocupaba de la historia de Roma e Italia. Julio César escribe La Guerra de las Galias y Guerra Civil, y Salustio escribe La Conjuración de Catilina y La Guerra de Yugurta. El carácter moralizante y político de la historiografía latina se acentuará a partir del Imperio. Se producirá una radicalización política: habrá historiadores adictos al nuevo régimen y otros enemigos de este. La censura se encargaría de destruir la obra de los más críticos. Tito Livio escribió Ab Urbe Condita, 142 libros que abarca desde la fundación de Roma hasta la época de Augusto. Tácito dejó escritas dos obras, Annales e Historias. La historiografía posterior se caracteriza por su falta de inspiración e interés. Se limitan a elaborar resúmenes de los historiadores o imitarlos.

La Fábula Latina: Crítica Social y Moral

La Fábula es un relato en el que intervienen animales que reproducen defectos y comportamientos de los hombres y que concluyen en una moraleja. El origen de la Fábula surge en Grecia, donde surge como manifestación popular en oposición a la poesía solemne. La épica era un tipo de poesía que respondía a la concepción de la vida de los nobles y aristócratas, mientras que la fábula se situaba en el otro extremo, representando al pueblo. Se transmitían de forma oral. Dos características acompañaban al desarrollo: el carácter popular y un fuerte matiz reivindicativo. Las fábulas eran la crítica satírica del pueblo, de los esclavos y los pobres.

Fedro y la Fábula Latina:

Fedro es el creador de la fábula latina como género literario. Las noticias que tenemos de la vida de Fedro proceden de la totalidad de los epílogos y prólogos de sus obras. Publica en el reinado de Tiberio y continúa en los de Calígula. Publicó con el título de Fabulae Aesopiae un centenar de fábulas repartidas en 5 libros. Escritas en senarios yámbicos, verso de la comedia y del mimo. En general, las fábulas esópicas que sirvieron de modelo a Fedro constituían una reivindicación burlona del pueblo llano frente a los privilegiados. Tal vez algunas de sus fábulas fueron consideradas como sátiras políticas porque llegó a ser acusado y condenado a muerte. Las fábulas tienen siempre el mismo esquema: un relato de animales con moraleja que puede preceder o seguir el relato. Fedro escribe con un estilo sencillo y natural, especialmente cuando no moraliza. En los prólogos de su obra muestra particularmente orgulloso de su brevitas dicendi. Llama la atención el hecho de que ninguno de sus contemporáneos haga mención de él: parece como si la literatura oficial de su época lo olvidara a propósito. Después de Fedro no tenemos noticias de que se cultive el género fabulístico hasta la época tardía.

La Sátira Romana: Humor, Crítica y Moral

La Sátira designa un género literario que se desarrolla en Roma. Es aquella que censura o ridiculiza, suele ser picante y mordaz. Es el género más característico del latín. Reconocemos en ella diversas influencias del griego. Hay hasta cuatro composiciones de carácter satírico:

  1. Satura dramática (se mezclan cantos, música y el mimo, pero parece ser que no ha ejercido ninguna influencia como género independiente).
  2. De carácter burlesco y moralizante (mezcla elementos diversos tanto desde el punto de vista formal como en el contenido, no solo se escribían en verso, sino también en prosa).
  3. De género literario (composiciones sobre diversos temas pero en las que se incluye una crítica mordaz desde un punto de vista muy personal de personas concretas y de la sociedad en general).
  4. Sátiras Menipeas (se repartían desigualmente en prosa y verso con intencionalidad más didáctica).

Autores de Sátira:

  • Lucilio: Escribió 30 libros de sátiras de las que nos han llegado 1300 versos. Trata temas de actualidad y lo hace con un lenguaje vivo. La sátira era totalmente libre en su forma y permitía mezclarlo todo: argumentos, entonación y metros distintos (hexámetro dactílico). Se caracteriza por su agresividad y el empeño moralizante, refleja toda la sociedad romana de la segunda mitad del siglo II a.C.
  • Varrón: Escribió 150 Sátiras Menipeas, destaca la miscelánea de prosa y versos muy variados. En su obra critica los vicios de la sociedad de su tiempo, su hilo conductor es la vida continua, ajustándose a la lengua de la conversación culta.
  • Horacio: Alude a Lucilio, es de temperamento más apacible, menos inclinado a la agresividad o al sarcasmo, por lo que sus obras son más irónicas que airadas. Trata temas muy variados como el que nadie esté contento con su suerte, el intento por evitar los vicios, los defectos ajenos. Destaca su cuidado con el verso, lo deja perfecto.
  • Persio: 6 sátiras con los siguientes contenidos: ataque a la depravación política, crítica a la superstición y mezquindad, crítica a los estudiosos de la filosofía, defensa de la conocida paradoja de los estoicos, reflexión estoica sobre las riquezas.
  • Juvenal: Es el último de los grandes satíricos. Escribió 16 sátiras, distinguiendo la crítica áspera y pintoresca de los vicios. Su época es propicia para la sátira, pues vivió un extenso periodo desde la dinastía Julio-Claudia a los Antoninos. Su estilo nos recuerda a Lucilio: muy claro, llama a las cosas por su nombre usando la parodia, la ironía y el humor negro. Maneja el verso con soltura y habilidad, sintetizando los pensamientos.

El Epigrama Latino: Brevedad, Ingenio y Sátira

El Epigrama se usa para referirse a composiciones destinadas a ser grabadas en piedra. Fueron composiciones breves pensadas para su inscripción con carácter funerario. Este tipo de epigrama arcaico se documenta en Roma. El Epigrama literario, difundido en la época helenística, tiene su origen en estas inscripciones y de ellas toma gran parte de sus características: brevedad, concisión, ingenio y vivacidad expresiva, y pasa a expresar la más variada gama de sentimientos. En la segunda mitad del siglo I a.C., encontramos la obra de C. Valerio (Catulo), narrando los vaivenes de su relación con Lesbia. Las características del epigrama son la brevedad, concisión y tono festivo o sarcástico. Es a menudo picante, atrevido, grosero e incluso soez. Los ataques son frecuentemente muy virulentos.

Marcial y el Epigrama:

Marcial es el único escritor que adopta el epigrama como forma exclusiva para expresar sus ideas y sentimientos. La primera colección figura como un libro aparte y se titula Liber Spectaculorum, fue compuesto para celebrar la inauguración del Coliseo. A este libro siguieron dos nuevas obras ocasionales: Xenia y Apophoreta, pequeños poemas dedicados a acompañar los regalos. Su obra más importante fueron 1500 epigramas agrupados en 12 libros y basados en la concisión y acierto de una idea. El metro más utilizado es el dístico elegíaco. En algunos libros coloca como introducción un prefacio en prosa. Como obra literaria sus epigramas responden a una postura de reacción contra los usos y modos literarios importantes de su tiempo. Era una época en la que predominaba un gusto clasicista, imponiéndose las declamaciones y descripciones de carácter épico. La intención de Marcial es representar la sociedad de su tiempo: busca provocar más la risa o la burla que la reprobación. No tiene intención moralizante. Nunca utiliza el ataque personal, separándolo de los otros poetas satíricos. Tenía gran aceptación por el pueblo, pero despertaba críticas entre poetas clasicistas.