Arquitectura Renacentista
Uno de los pilares básicos es la recuperación de la antigüedad. La arquitectura presentaba un arqueologismo con referencias al mundo clásico. Se comenzaron a usar espacios a la medida del ser humano, con un énfasis en la horizontalidad. Las plantas eran centralizadas o basilicales. Las arcadas presentaban arcos de medio punto con entablamento. Los techos eran planos o con bóvedas de cañón, a veces con casetones. La decoración era muy clásica y sobria, en contraste con el gótico. La belleza dependía de la proporción, el ritmo y la simetría, con predominio de líneas rectas. Se utilizaban frontones, columnas y pilastras para decorar. Los materiales empleados eran ladrillos, sillar almohadillado y el aparejo ordinario, a menudo combinados con mármol. Se empleaba el orden gigante (columnas que abarcaban más de un piso).
Tipologías Principales:
- Los palacios: edificios urbanos con planta rectangular o cuadrada y cerrada. La fachada presentaba tres cuerpos superpuestos con órdenes columnarios o aparejos más desbastados. La puerta principal se ubicaba en la fachada y contaban con patio interior.
- Las iglesias: con plantas basilicales o de cruz latina, alzados diáfanos e iluminados con cúpulas. Destacan dos tipos de fachadas diseñadas por Alberti, como las de Santa Maria Novella o San Andrés de Mantua.
- Otras tipologías incluían villas rurales.
Arquitectura del Quattrocento
Filippo Brunelleschi, el primero en destacar, se formó en el sistema gótico de los gremios, pero se convirtió en un teórico del arte y un artista de gran espiritualidad. Fue multidisciplinar, destacando en orfebrería, escultura y arquitectura. Su primera obra fue la cúpula de Santa Maria del Fiore en Florencia, realizada con criterios de racionalidad, simetría y autosustentación. Contribuyó con varios templos siguiendo modelos de basílica romana, como los de San Lorenzo y el Santo Espíritu. Tuvo numerosos discípulos, como Michelozzo. León Battista Alberti fue un humanista y arquitecto. Entre sus obras destacan Santa Maria Novella, la descripción de la ciudad romana, y los palacios que proyectó para la familia Rucellai.
Arquitectura del Cinquecento
Caracterizado por un importante clasicismo renacentista, en el segundo tercio de siglo sus características se enriquecen, dando lugar a variaciones, novedades y licencias que marcan la entrada al manierismo. El foco se trasladó a Roma, con la remodelación de la ciudad impulsada por algunos Papas. La principal obra fue la Basílica de San Pedro del Vaticano. Uno de los mejores fue Miguel Ángel. También destacan Bramante, con un lenguaje limpio y depurado. Entre sus obras se encuentran el Templete de San Pietro, con un tholos de orden dórico-toscano, y varios edificios en el Vaticano. Y Andrea Palladio, quien, con un lenguaje clásico, introdujo variaciones y visiones personales muy manieristas. Las villas palladianas son una síntesis de la arquitectura clásica y manierista.
Escultura Renacentista
Se recupera el arte de la antigüedad y se caracteriza por el antropocentrismo, además de que renace el concepto de canon clásico. Se utilizan temas cristianos y mitológicos, con una notable presencia del desnudo. Los materiales empleados eran bronce, mármol, madera, piedra, yeso o terracota. Se busca representar la tercera dimensión en relieve, mezclando el naturalismo gótico con la imitación de modelos antiguos, como el retrato ecuestre, los medallones o los tondos.
Escultura del Quattrocento
Comienza en 1401 con un concurso para realizar las segundas puertas del Baptisterio de Florencia, ganado por Ghiberti. Este artista realizó las segundas y las terceras, estas últimas denominadas por Miguel Ángel como “Las Puertas del Paraíso”. Destaca por el uso de la perspectiva lineal. En su taller se formó Donatello, cuya obra abarca todo tipo de materiales y soportes. Posee un carácter innovador y experimental, logrando en sus relieves una perfección perspectiva y compositiva. Utiliza el desnudo y el realismo, e introduce el retrato psicológico con mayor personalidad. Otros artistas destacados son Verrocchio o Antonio del Pollaiolo.
Escultura del Cinquecento
Caracterizado por el manierismo, con la influencia de Miguel Ángel, quien destaca en la escultura, aunque su estilo es clásico con licencias personales. El tratamiento de los volúmenes es realista y contundente, y las miradas y gestos son tensos y expresivos. Sus obras más importantes son en mármol, material que prefería por la relación física que implicaba. El Laocoonte marca un antes y un después, y su escultura se vuelve más movida, tensa y expresiva, como el Moisés. Al final de su vida, la escultura se torna más espiritual y optimista, alargando las figuras y dejándolas sin pulir, lo que aumenta la carga emocional.
Pintura Renacentista
Pintura del Quattrocento
Sería la expresión más genuina y novedosa del Renacimiento, ya que se sabía poco de la pintura antigua y se configuró de forma experimental a partir de investigaciones. La mayoría de pintores se formaron en talleres góticos, y las características del gótico estaban en auge. La gran preocupación fue la representación fiel de la realidad con reglas de perspectiva lineal o geométrica. Incluía naturalismo, paisajes y volúmenes iluminados con luces homogéneas, y presentaba simetría y proporción clásicas en representaciones triangulares. Las técnicas empleadas eran el fresco sobre muro y el temple sobre tablas, con temas alegóricos, religiosos y el desnudo. Destaca el mecenazgo, y la pintura se convirtió en un instrumento de prestigio y propaganda política. Los artistas comenzaron a considerarse parte de la élite social.
Masaccio
Importante figura que utiliza la perspectiva geométrica, influido por sus amigos Brunelleschi y Donatello. Sus obras poseen un gran verismo gracias a la luz, volúmenes robustos y contundentes, y miradas expresivas con resabios góticos, como la solemnidad de las escenas. Sus obras más destacadas son los frescos de las iglesias florentinas de Santa Maria Novella y Santa Maria del Carmine; el más importante es El Tributo de la Moneda.
Fra Angélico
El gótico internacional estaba plenamente vigente en el siglo XV, por lo que muchos pintores, aun conociendo las nuevas técnicas y los nuevos sistemas de representación, seguían utilizando recursos goticistas. El principal pintor de este tipo fue Guido di Pietro (1395-1455), conocido como Fra Angélico (debido a su condición de religioso). Su pintura (sobre todo la del último periodo de su vida) posee un carácter sincrético, ya que aunó elementos góticos (colores vibrantes, posiciones estereotipadas, delicadas y aristocráticas de los personajes, uso del dorado, etc.) y renacentistas (marcos arquitectónicos de logias con columnas clásicas, arcos de medio punto, etc., recursos perceptivos, composiciones equilibradas y simétricas, luces diáfanas, etc.). Sus obras son de temática religiosa, y las principales consisten en Anunciaciones, de las que la más famosa se puede disfrutar en el Museo del Prado.
Botticelli
Alessandro di Mariano Filipepi, conocido como Sandro Botticelli (1445-1510), es el máximo exponente de la corriente poética y refinada de corte neoplatónico que intentó aunar el cristianismo con el idealismo paganizante. Su pintura sufrió una importante evolución, ligada a los avatares políticos y sociales de la República de Florencia. Al principio, como miembro del círculo intelectual agrupado alrededor de Lorenzo de Médicis y la Academia Neoplatónica de Marsilio Ficino, solía ignorar los logros de la perspectiva, prefiriendo el idealismo, la pureza de líneas, las formas curvilíneas, lánguidas y suaves, de rostros ovalados y elegantes, con miradas dulces. La temática es, en consonancia, de carácter alegórico, paganizante y religioso. De su primera época destacan La Primavera (1478) y El Nacimiento de Venus (1480, sobre lienzo), obras alegóricas de fuerte simbolismo. En 1481, Lorenzo de Médicis envió a Sixto IV una embajada cultural para decorar los frescos de la Capilla Sixtina, formada por los principales pintores del momento en Florencia (Ghirlandaio, Perugino y Pinturicchio, entre otros), coordinada por Botticelli. Este realizaría una serie de frescos sobre la vida de Moisés en los que utiliza algunos recursos eticistas (representar en una misma escena varios momentos), pero emplea fondos arquitectónicos y escenas muy movidas y de gran volumetría. Destaca El Castigo a los Rebeldes. También son importantes sus madonnas, que sitúa en ocasiones en un tondo, como la del Magnificat. La temática moralizante y religiosa fue la común al final de su vida, momento en el que se convirtió a las doctrinas de Savonarola, llegando incluso a destruir algunas de sus obras de tema pagano. Son ejemplos de esta época La Calumnia (donde se representa una alegoría de Apeles) y, sobre todo, la Natividad Mística, donde recurre a elementos goticistas para resaltar su fuerte contenido cristiano y tradicionalista.
Pintura del Cinquecento
En el siglo XVI, tras los cien años (el Quattrocento) de continua investigación y experimentación, se conquistó la cumbre del pleno clasicismo, el punto que serviría prácticamente de referencia señera a toda la pintura posterior. A inicios del Cinquecento, convergerán en un mismo espacio temporal tres grandes genios (Miguel Ángel, Rafael y Leonardo da Vinci) que supondrán la culminación de todo un proceso y, por tanto, el inicio de un movimiento de disgregación, iniciado por el propio Miguel Ángel, el manierismo, que desembocará en el barroco ya en el siglo XVII (el Seicento).
Por otra parte, se desarrolló en Venecia una escuela pictórica con un desarrollo paralelo a la florentina y la romana, que se caracterizaría por el empleo del óleo y la primacía del color sobre el dibujo. Es la pintura de grandes genios como Tiziano, Giorgione o El Greco, inspirados en los cuatrocentistas Mantegna y Bellini. Además, el Renacimiento se expandiría ahora por toda Europa, dejando de ser un fenómeno únicamente italiano. Es el momento histórico de grandes genios como los alemanes Alberto Durero y Hans Holbein.
El Culmen de la Pintura Renacentista
Como hemos visto en escultura o en arquitectura, la pintura de los grandes genios del Cinquecento (Leonardo, Miguel Ángel y Rafael) eclipsaría a varias generaciones de grandes y afamados pintores, como el clasicista Pinturicchio o los manieristas Parmigianino o Bronzino, por lo que no debemos caer en el error de pensar que solo existieron los nombrados gigantes. La pintura del Cinquecento es una evidente evolución de la del Quattrocento, pero tiene características muy definidas que la diferencian de la anterior, esencialmente:
- El uso del óleo (por influencia veneciana).
- Las composiciones en triángulo equilátero.
- La conquista de la perspectiva aérea.
- El uso cada vez más generalizado del claroscuro para construir los volúmenes.
- La evolución del retrato, especialmente en la aparición del retrato psicológico y la modalidad de tres cuartos.
Leonardo da Vinci
(1452-1519) encarna el arquetipo de artista total, del artista humanista del Renacimiento. No solo fue pintor, sino que fue arquitecto, teórico, inventor, ingeniero militar, grabador, alquimista, etc. Como ejemplo de su inquietud intelectual, basta decir que su famoso Tratado lo escribió de manera que se lee correctamente solo si se refleja en un espejo. En cuanto a su pintura, tiene un claro origen quattrocentista (trabajó en el taller de Verrocchio), pero introdujo ciertas novedades que crearían escuela. La más importante de ellas es el sfumato leonardiano, referido tanto a la perspectiva aérea como al difuminado de los contornos, que otorga a sus pinturas una característica suavidad. Sus pinturas se caracterizan por contener figuras serenas, en composiciones en triángulo equilátero, con los rostros ovalados sobre fondos paisajísticos que se degradan en la gama fría para dar profundidad. Entre sus principales obras tenemos, cronológicamente: La Virgen de las Rocas, Dama con Armiño, La Última Cena y La Gioconda (la Mona Lisa).
El sfumato es la gran creación de Leonardo da Vinci como pintor. Se trata de un artificio pictórico que consiste en prescindir de la línea, del dibujo, de los contornos netos y precisos del Quattrocento y envolverlo todo en una especie de niebla imprecisa que difumina los perfiles y produce una impresión de inmersión total en la atmósfera; el paisaje adquiere así una misteriosa dimensión y los personajes un encanto distante y enigmático. Ejemplo: La Gioconda de Leonardo da Vinci, siglo XVI.
La Escuela Veneciana
Como ya se mencionó, a lo largo del Quattrocento se fue gestando una escuela pictórica con características propias en el territorio de la importante república mercantil de Venecia. En este caso, al estar en permanente contacto con los territorios del norte de Europa, pronto se utilizó el óleo como recurso principal y se tendió a dar más relevancia al color que al dibujo. Pese a esto último, uno de los pintores que más influencia tendría en la Escuela Veneciana sería Andrea Mantegna (1431-1506), pintor paduano emparentado con los Bellini, los mejores pintores venecianos de la época. La pintura de Mantegna es totalmente clasicista y escultórica, con un increíble uso del color, perfecto dominio de la perspectiva y el escorzo, y una perfecta volumetría destacada por el dibujo limpio y neto. Sin embargo, Mantegna también utiliza recursos eticistas procedentes de Flandes, por lo que su pintura aporta también el verismo y el colorido de los primitivos flamencos. La pintura veneciana del siglo XVI utiliza como soporte del óleo el lienzo, y perfecciona la perspectiva aérea y el uso del claroscuro en una pintura muy plástica, densa, con dominio de la mancha sobre la línea y un característico aspecto de tiza en los brillos. La primera generación estaría protagonizada por los Bellini, pintores de escenarios venecianos e influencia, como se ha dicho, de Mantegna. Una segunda generación estaría protagonizada por Giorgio Zorzi di Castelblanco (1477-1510), llamado Giorgione. Este pintor utiliza una característica luz cristalina y dorada en sus cuadros, repletos de citas clásicas, desnudos femeninos y paisajes que presentan una conseguida perspectiva aérea, como en sus celebradas obras La Tempestad, Concierto Campestre o Venus Dormida, que serían imitadas hasta la saciedad en el futuro. Giorgione era un pintor atípico, que no hacía bocetos y aplicaba el color de manera directa, por lo que en sus obras podemos encontrar muchos pentimenti. Dentro de esta segunda generación de pintores venecianos se encuentra un discípulo de Giorgione, Tiziano Vecellio (1490-1576), quien abundó en el estilo de su maestro, superándose. Su dominio del color es excelente, modelando cuerpos femeninos muy voluptuosos en temáticas clasicistas y logradas texturas, en atmósferas intimistas y luminosas, como en su Venus de Urbino. Tiziano llega al culmen de la maestría en el retrato, de agudísima profundidad psicológica. Su tratamiento del color preludiaba la pintura barroca, sobre todo la española, sobre la que ejercería una importante influencia. De hecho, Tiziano fue un diplomático al servicio de la Monarquía Hispánica, y se trata de uno de los primeros casos en los que un artista alcanzó la nobleza a través de la pintura, considerada hasta entonces un trabajo manual y, por tanto, indigno para un aristócrata.
Glosario de Términos Artísticos
- ÓLEO:
- En la pintura al óleo, los colores se disuelven en aceites (de linaza o nuez), mezclados con esencia de trementina y resinas. Conocido desde la Antigüedad, fue perfeccionado en la primera mitad del siglo XV por los primitivos flamencos, responsables de su difusión a partir de entonces (ejemplo: El Matrimonio Arnolfini de Van Eyck, del siglo XV). La pintura al óleo al principio se aplicó sobre tabla, pero ya en pleno Renacimiento se generalizó el uso del lienzo.
- TEMPLE:
- Técnica pictórica, usada ya en la antigüedad y, sobre todo, aplicada sobre tabla en la Edad Media, durante el Románico (siglos XI y XII) y el Gótico (siglos XIII al XV), que se vale de diversas materias (yema de huevo, cola, leche, cera, etc.) como aglutinante de los colores. Ejemplo: Frontal de Altar de la Seu d’Urgell, Románico, siglo XII.
- ALMOHADILLADO:
- Paramento de sillería donde la cara visible de los sillares ha sido labrada a manera de almohadilla. Las juntas están biseladas o rehundidas para dar la sensación de relieve. Es típico de la arquitectura del Renacimiento (siglos XV y XVI). En España, el ejemplo más característico es el Palacio de Carlos V en la Alhambra de Granada, de Pedro Machuca, del siglo XVI.
- ESCORZO:
- Modo de representar una figura que en la realidad estaría dispuesta perpendicular u oblicuamente al plano en que ha sido representada. En realidad, toda perspectiva exige la existencia de un escorzo, pero solo se habla de él cuando es acusado, para referirnos a un cuerpo en posición muy oblicua o perpendicular a nuestro nivel visual. Son muy característicos de algunos pintores del Renacimiento y del Barroco, como por ejemplo en el Cristo Yacente de Andrea Mantegna (siglo XV) o en La Conversión de San Pablo de Caravaggio (principios del XVII).
- GRUTESCO:
- Ornamento consistente en seres fantásticos (humanos, animales y vegetales) enlazados y combinados para formar un todo. Es un tema propio del Renacimiento, inspirado en los hallados en algunos edificios romanos, como la Domus Aurea de Nerón, y suele estar formado por una cabeza o un torso.
- LINTERNA:
- Torre pequeña más alta que ancha y con ventanas, colocada sobre la parte más alta de la cúpula para iluminar el interior del edificio; tiene su origen en algunas construcciones romanas, como el Panteón de Agripa y la Sala de la Domus Aurea de Nerón. La linterna ha tenido un uso muy frecuente desde la arquitectura renacentista (siglos XV y XVI). Ejemplo: La Cúpula de San Pedro del Vaticano de Roma, de Miguel Ángel, siglo XVI.
- MANIERISMO:
- Hacia la tercera década del siglo XVI se produjo una reacción anticlásica que ponía en cuestión los ideales de belleza del Renacimiento. El origen del concepto está en la expresión italiana “alla maniera di…”, es decir, siguiendo la línea de Miguel Ángel, Rafael, Leonardo, etc. Se caracteriza por crear un estilo artificial, dando importancia a los excesos, el contraste, la curiosidad y la sofisticación, tanto en arquitectura como en escultura y pintura.
- SFUMATO:
- Es un efecto vaporoso que se obtiene por la superposición de varias capas de pintura extremadamente delicadas, proporcionando a la composición unos contornos imprecisos, así como un aspecto de vaguedad y lejanía.
- TONDO:
- Italianismo que significa cuadro de forma circular. También adorno circular rehundido en un paramento. El formato circular para los cuadros fue recuperado por los artistas del Renacimiento italiano (siglos XV y XVI), que lo relacionaban con las medallas clásicas. Ejemplo: El Tondo Doni, de Miguel Ángel, siglo XVI.
- DÍPTICO:
- El retablo evoluciona durante el Gótico, siendo las tablas laterales abatibles con el fin de cerrar el conjunto. En este caso, su cara exterior se pinta con tonos grises, “grisallas”, que semejan esculturas. La creación de estos retablos supuso una gran novedad: la pintura se independiza del muro y se hace más humana y anecdótica, favoreciendo la composición e incluso la devoción popular.
- MADONNA:
- Italianismo para referirse a la Virgen en la Historia del Arte, sobre todo a partir del Estilo Gótico (siglos XIII-XV).
- TRÍPTICO:
- El retablo evoluciona durante el Gótico (siglos XIII al XV), pasando de una tabla a dos (“díptico”), tres (“tríptico”) o a muchas (“políptico”), siendo las tablas laterales abatibles con el fin de cerrar el conjunto. En este caso, su cara exterior se pinta con tonos grises, “grisallas”, que semejan esculturas. La creación de estos retablos supuso una gran novedad: la pintura se independiza del muro y se hace más humana y anecdótica, favoreciendo la composición e incluso la devoción popular.