Evolución Urbana en España: Proceso, Sistema y Ejes de Desarrollo de Ciudades

Proceso de Urbanización en España: Etapas y Factores Clave

Llamamos proceso de urbanización a la progresiva concentración de población, actividades económicas e innovaciones destacadas en la ciudad, así como a la difusión de estos procesos hacia su entorno.

Las ciudades han existido desde la antigüedad, resultado de un largo proceso histórico. Sin embargo, el crecimiento sostenido de la población urbana y el aumento del número y la dimensión de las ciudades es un fenómeno relativamente reciente. Se inició hace 200 años en Europa Occidental y estuvo vinculado a la consolidación del sistema capitalista y al proceso de industrialización.

Las razones que explican el desarrollo de la urbanización y su desigual distribución territorial se refieren, fundamentalmente, al crecimiento de actividades económicas con un fuerte poder de atracción de mano de obra. No obstante, no deben olvidarse otras razones de carácter histórico, cultural, geoestratégico o político-administrativo que también han podido potenciar el crecimiento urbano. Los principales factores son:

  • La industrialización ha sido el factor de urbanización más importante. Así, la concentración del desarrollo industrial desde los inicios de la industrialización española en las regiones cantábrica, vasca y catalana explica su temprano desarrollo urbano.
  • El turismo ha provocado un aumento muy rápido de la urbanización, aunque ha afectado a espacios más reducidos. La afluencia masiva de turistas extranjeros y españoles a las costas mediterráneas ha transformado la vida y la estructura de un gran número de pueblos que se han convertido en ciudades residenciales especializadas en el sector servicios: Salou, Gandía, Benidorm, Roquetas de Mar, Torremolinos, Fuengirola o Marbella.
  • La influencia ejercida por una gran ciudad que actúa incrementando el proceso urbanizador de los núcleos y ciudades próximos. La gran ciudad se convierte así en el centro difusor de la urbanización; este sería el caso de Madrid o de las capitales de provincia.
  • La transformación de los sistemas y técnicas de producción agraria, que terminaron provocando un excedente de mano de obra en el campo que se vio obligado a emigrar a la ciudad.
  • El desarrollo de la agricultura especializada y de regadío (Valencia, Murcia, Almería o Canarias) que ha hecho que la población se concentre en núcleos urbanos y se descongestionen las áreas industriales tradicionales, provocando un aumento de la urbanización en sus regiones periféricas.

Consecuencias del Fenómeno Urbano

Las consecuencias de este fenómeno son:

  • En cuanto a las consecuencias territoriales, destaca el despoblamiento del medio rural y la consiguiente concentración de la población en las ciudades más grandes. De esta manera, el proceso de urbanización ha supuesto una progresiva pérdida de peso de la población residente en municipios de menos de 10.000 habitantes.
  • Las consecuencias sociodemográficas implican la relocalización de las características demográficas y provocan cambios en los comportamientos demográficos de la población urbana. Por ejemplo, se han visto alterados los índices relativos a la composición por edad de la población, que refleja un aumento de la población joven y un descenso en la fecundidad.
  • Las consecuencias medioambientales son las que más se valoran hoy día. Las más importantes son el aumento en el consumo de energía y recursos, la degradación de los paisajes y entornos naturales y la contaminación atmosférica, del agua y de los suelos.

El Sistema Interurbano Español: Jerarquía, Funciones y Zonas de Influencia

Las ciudades constituyen un sistema, la red urbana, que cumple un papel destacado en la organización del espacio. El sistema de ciudades está formado por unos elementos (las ciudades) y por las relaciones que se establecen entre ellos; por tanto, hace referencia a las relaciones jerarquizadas que se establecen entre las ciudades. Así, cada ciudad tiene una posición referida no solo a su localización en el territorio, sino también según su situación respecto al resto de las ciudades que conforman la trama o red urbana de un país o territorio en un determinado momento.

Las ciudades tienen unas características (tamaño y funciones) a partir de las cuales ejercen su influencia sobre un área más o menos amplia (local, regional, nacional o mundial) y ocupan una posición jerárquica dentro del sistema urbano.

Existe un sistema mundial de ciudades en el cual el sistema urbano español no es más que un subconjunto dependiente en muchas ocasiones de las decisiones que se toman a miles de kilómetros de distancia. Así, por ejemplo, la decisión de una gran compañía multinacional acerca de su ubicación en España puede tomarse desde Nueva York y, sin embargo, dicha decisión resulta clave para el desarrollo de la ciudad elegida. Por ello, actualmente no es posible estudiar un subsistema de forma aislada sin considerar el sistema global del que forma parte.

La nueva economía global se articula sobre la base de redes de ciudades, ya que en ellas se concentran las actividades estratégicas, la tecnología y los centros de decisión. El reto de los agentes urbanos consiste en saber situar su ciudad en esa red global de ciudades, porque del papel que tenga en ella depende, en parte, la riqueza de la ciudad y el bienestar de sus ciudadanos. De ahí el interés de las ciudades por modernizar sus telecomunicaciones y sus transportes. Se trata de facilitar su conexión y accesibilidad para atraer el interés de organismos internacionales o de empresas multinacionales, con el fin de que establezcan en esa ciudad su sede central u organicen congresos o grandes acontecimientos, como los Juegos Olímpicos.

La red urbana mundial es competitiva, pero a la vez también se establecen entre las ciudades relaciones de cooperación, como la «Red C6», integrada por varias ciudades del suroeste de Europa para defender sus intereses, o el grupo «Eurocities», dedicado a la creación y transferencia de tecnología de aplicación en las ciudades.

Factores de Posicionamiento en la Red Urbana Global

La posición de una ciudad dentro de la red mundial de ciudades depende de:

  • Su vinculación con los circuitos de comunicación rápida (aeropuertos, trenes de alta velocidad) y de telecomunicaciones (conexión con la red de satélites, cableado de fibra óptica, etc.).
  • Su capacidad para adquirir protagonismo en una actividad o función determinada y de su conexión con el mundo mediante las Tecnologías de la Información (TI).
  • Su capacidad para generar nuevos conocimientos aplicados a actividades económicas y basados en la capacidad de obtener y procesar información estratégica. Por ello, necesita un sistema educativo de calidad, una infraestructura y una calidad de vida que atraiga a los profesionales de más alto nivel, así como instituciones de investigación para incorporar las innovaciones tecnológicas al sistema productivo de la ciudad.
  • Su flexibilidad a la hora de ofrecer condiciones óptimas a las empresas e instituciones que deseen instalarse en la ciudad. Esto implica políticas urbanas creativas que armonicen los intereses de la comunidad con los intereses privados.

Evolución del Sistema Urbano Español

El sistema de ciudades español, con respecto a las principales aglomeraciones urbanas europeas, presenta una posición periférica. El centro neurálgico de la actividad económica urbana está constituido por una gran dorsal que se extiende desde el sureste de Inglaterra hasta el noroeste de Italia, a través del eje del Rin, incluyendo aglomeraciones tan importantes como Londres, París, Ámsterdam, Bruselas, Fráncfort, Stuttgart y Milán. El otro gran eje abarca el noreste-centro de Italia y el levante español a través del sur de Francia.

Los cimientos del actual sistema urbano español se encuentran en la época romana, pero será a mediados del siglo XX, coincidiendo con los efectos del proceso de industrialización, cuando este se consolide. A partir de entonces, el sistema urbano propio de la época preindustrial, basado en la región, pierde importancia, para dar paso al provincial y fortalecerse el sistema urbano estatal. En la consolidación de este último influyó de manera decisiva la creación de carreteras de ámbito nacional y el desarrollo de las vías de ferrocarril.

Además, el desarrollo industrial, localizado en el País Vasco, Cataluña y Madrid, determinará que el sistema de ciudades se base en dos grandes centros urbanos: Madrid y Barcelona.

Otras ciudades que aumentarán su importancia serán Bilbao, Valencia, Murcia, Zaragoza y, en general, las capitales de provincia que se convierten en centros rectores del sistema urbano de ámbito provincial.

Las características que revistió el proceso de industrialización y urbanización de estos años trajeron también como consecuencia la aparición de fuertes desequilibrios territoriales; para corregirlos, se diseñaron los Planes y Polos de Desarrollo a finales de los años 60, que contribuyeron a potenciar el desarrollo de algunas ciudades y a equilibrar la red urbana. Los más destacados fueron los de Vitoria, Pamplona, Burgos, Zaragoza, Logroño, Valladolid, La Coruña, Vigo, Sevilla, Huelva, Granada y Córdoba.

La etapa postindustrial empezó a manifestarse en los últimos años de la década de los 70 y se caracteriza por: la desindustrialización de la población activa, la reindustrialización tecnológica, la terciarización social y económica con una mayor especialización en servicios avanzados, el descenso en el ritmo de crecimiento de la población y el aumento de la movilidad personal y de la información.

Estas nuevas circunstancias obligaron a buscar el sostenimiento de la dinámica urbana en otros factores, dando lugar a la creación de parques o polígonos tecnológicos donde se concentran industrias de alta tecnología; destacan los de Barcelona, Madrid, Málaga, Sevilla, Valencia, País Vasco, etc.

Otro fenómeno importante es la terciarización de las ciudades, con el consiguiente desarrollo de las actividades ligadas al sector terciario superior y de apoyo a la producción: innovación tecnológica, informatización, comunicación, comercialización, etc.

La desindustrialización y la terciarización provocarán cambios significativos en el sistema de ciudades. La desindustrialización motivará el estancamiento y la crisis de las ciudades más intensamente industrializadas en la etapa anterior (País Vasco, Cantabria, Asturias); la terciarización, por su parte, consolidará ejes litorales urbanos y ayudará al sostenimiento de los centros provinciales. El resultado será una nueva estructura del territorio caracterizada por la inserción de las ciudades españolas en la red europea y la configuración de un espacio más descentralizado.

Principales Áreas y Ejes Urbanos de España

Las ciudades se organizan de forma jerárquica sobre el territorio, ya que no todas tienen la misma importancia ni desempeñan las mismas actividades. La primacía de una ciudad sobre otra puede medirse por diferentes criterios; se suele utilizar como medida el volumen de población, que indica la capacidad de atracción de un núcleo urbano y la importancia de las funciones que desempeña. En el sistema urbano español podemos diferenciar los siguientes niveles:

Jerarquía de Ciudades en España

  • Metrópolis nacionales: forman el primer nivel jerárquico; en él se encuentran Madrid y Barcelona, aglomeraciones que superan los tres millones de habitantes. Ejercen su influencia sobre todo el territorio nacional y se relacionan con otras metrópolis internacionales. Sus funciones son muy diversificadas, aunque destaca la de ser sedes de servicios altamente especializados.
  • Metrópolis regionales de primer orden: este nivel lo integran ciudades como Valencia, Sevilla, Málaga, Bilbao y Zaragoza. Su población oscila entre 500.000 y 1.500.000 habitantes, y su influencia se extiende fundamentalmente al ámbito regional, pero mantienen lazos intensos con las metrópolis nacionales. Destacan por ser centros de servicios administrativos y comerciales especializados.
  • Metrópolis regionales de segundo orden: en este nivel se encuentran ciudades como Murcia, Alicante, Granada, Santander, etc., con una población comprendida entre 200.000 y 500.000 habitantes. Conjuga el ser centros de servicios especializados (universidad) con otras funciones del sector secundario o terciario. Mantienen relaciones con las capitales regionales y su ámbito de influencia es menor.
  • Ciudades medianas: engloban capitales de provincia y ciudades que experimentan un dinamismo económico, como Segovia, Burgos, Castellón, Avilés o Algeciras. Su población está en torno a los 50.000 a 250.000 habitantes. Son centros comerciales y de servicios de ámbito provincial (sanitarios, educativos).
  • Ciudades pequeñas o villas: tienen una población de menos de 50.000 habitantes. Sus funciones son menos especializadas y su área de influencia es comarcal.

Ejes de Desarrollo Urbano en España

En la actualidad, el sistema de ciudades tiende a articularse formando lo que se conoce como ejes de desarrollo. Un eje de desarrollo se produce cuando las ciudades se articulan en torno a un conjunto de infraestructuras de transporte terrestre, fundamentalmente carreteras, a las que se une la concentración de actividades y de población. Los ejes que conforman el sistema urbano español son los siguientes:

  • Eje Mediterráneo o Levantino: extendido desde Gerona hasta Murcia, es uno de los que tienen más potencial de desarrollo. Está plenamente consolidado desde el punto de vista de la red urbana; su nivel de urbanización es muy elevado y presenta una estructura económica muy diversificada: industrial, terciaria, agrícola, etc.
  • Eje del Ebro: discurre desde Bilbao hasta Tarragona y, aunque ofrece un gran potencial, presenta algunos vacíos demográficos en las provincias de Huesca, Zaragoza y Lérida.
  • Eje Cantábrico: se desarrolla desde el País Vasco hasta Galicia. Presenta algunas discontinuidades y está marcado por las relaciones en sentido norte-sur; es el espacio más debilitado porque, además del declive minero-industrial, carece de recursos sustitutivos. Su alto nivel de urbanización, heredero de las etapas anteriores, convive con un declive urbano, un débil crecimiento económico y una red urbana estancada y poco integrada en las redes vecinas.
  • Eje Atlántico Gallego: concentra la mayor parte del sector productivo gallego y forma parte de un eje de mayor envergadura que se prolonga hacia Oporto.
  • Madrid: su situación central dentro del sistema de infraestructuras le confiere una posición de conexión entre varios ejes. Tiene un gran peso dentro del sistema económico español, aunque sufre problemas de congestión; por ello, está extendiendo su área de influencia a las provincias limítrofes.
  • Eje Litoral Andaluz: constituye un corredor de gran importancia turística y es, además, la continuación del Eje Mediterráneo y un enclave de conexión con África.
  • Eje Transversal Andaluz: se articula en torno a la Autovía del 92 y pretende el desarrollo de las ciudades situadas en el llamado Surco Intrabético y la conexión del territorio interno andaluz con el Levante.
  • Eje Madrid-Andalucía: además de presentar problemas orográficos, hay grandes zonas con potenciales demográficos muy bajos a su paso por Castilla-La Mancha y parte de Andalucía; sin embargo, los ámbitos más meridionales del eje, como la zona de Sevilla y el área de Jerez de la Frontera y Cádiz, tienen un fuerte crecimiento demográfico.
  • Eje Oeste o Ruta de la Plata: extendido desde Huelva y Sevilla hasta el Principado de Asturias, mantiene en todo el interior tasas demográficas bajas, aunque comprende dos focos de alto potencial.