Fuentes de Energía Primaria en España: Carbón, Petróleo, Gas y Nuclear

El Carbón

El carbón es una roca combustible de color negro, formada por la descomposición de restos vegetales a lo largo de millones de años; su calidad y su poder calorífico dependen de la antigüedad de este proceso: es mayor en los carbones de la era Primaria (antracita y hulla) que en los de la era Secundaria (lignito). Su destino son las industrias siderúrgica y cementera, las calefacciones domésticas y, fundamentalmente, la producción de electricidad en centrales térmicas. La producción interior de carbón se localiza en trece grandes cuencas, entre las que destacan la asturiana-leonesa-palentina, la de Teruel y la de Puertollano. En la actualidad, sufre problemas como el agotamiento de algunos ricos yacimientos, la baja calidad de otros, la carestía por el predominio de minas subterráneas (lo que dificulta el uso de máquinas potentes y propicia accidentes), el descenso de la demanda doméstica e industrial y la competencia del carbón importado de otros países (Colombia, Rusia, República Sudafricana, Indonesia, EE. UU. y Australia). Estos problemas obligaron, desde 1990, a una fuerte reconversión impuesta por la UE, lo que supuso el cierre de numerosas minas. En la actualidad, esta política contempla el fin de la minería no competitiva entre 2013 y 2018. Entre ambas fechas, podrán recibir ayudas las minas no competitivas destinadas a su cierre definitivo en 2018 y las regiones mineras afectadas. Desde 2019 solo seguirán produciendo las minas competitivas y las que hayan devuelto entonces las ayudas europeas recibidas.

El consumo de carbón, muy destacado hasta 1960, tiende a decrecer, ya que la producción eléctrica gana en eficiencia e incrementa el uso del gas natural y de fuentes renovables. Además, la crisis de 2008 ha reducido la actividad económica y la demanda de industrias muy consumidoras (cementeras).

El Petróleo

El petróleo es un aceite mineral de color muy oscuro, compuesto por una mezcla de hidrocarburos. Se forma por la descomposición y almacenamiento en las capas geológicas de animales y plantas que vivieron hace millones de años en un medio marino o lacustre.

Su destino principal es la producción de electricidad (en centrales térmicas) y, sobre todo, la obtención de derivados en refinerías para el transporte y la industria (gasoil, gasóleo, gasolina, fueloil, nafta, queroseno…) y en industrias petroquímicas (azufre, amoniaco, acetona). Dado que el petróleo se importa por mar, las centrales térmicas, las refinerías y las petroquímicas se localizan en la costa peninsular (excepto en el caso de Puertollano).

La producción interior de petróleo es insignificante y se limita a los yacimientos de la plataforma continental de Tarragona. Esta producción se inició con el descubrimiento del yacimiento de Ayoluengo (Burgos), que proporcionaba un crudo de pésima calidad, y creció tras el descubrimiento de los yacimientos de la plataforma continental de Tarragona. Pero desde mediados de 1980, las escasas reservas han provocado un continuo descenso. Por tanto, no permite el autoabastecimiento y requiere costosas importaciones de países de Oriente Medio (Irán, Arabia Saudí, Irak), África (Nigeria), América Latina (México, Venezuela) y Europa (Rusia, Reino Unido).

El consumo de petróleo es el más elevado en el mix energético, aunque tiende a decrecer desde 2005 (por su reducido uso en la generación eléctrica, donde ha sido sustituido por otras fuentes; la disminución de la demanda del transporte y la disminución de la demanda doméstica). Su auge en España se produjo en la década de 1960 y ha sido desde entonces la principal fuente de energía. La subida de su precio en 1973 no redujo el consumo hasta 1979. Entre 1980 y 1985, el consumo descendió a causa de la crisis económica y del aumento del consumo del carbón. Entre 1986 y 2005 se recuperó ante la demanda del transporte y, desde entonces, el consumo de petróleo decrece. Para 2020 se prevé un continuo descenso por su sustitución por el gas en la generación de electricidad, la mejora de la eficiencia de los vehículos y el desarrollo del automóvil eléctrico.

El Gas Natural

El gas natural es una mezcla de hidrocarburos gaseosos, en la que predomina el metano. Se encuentra en yacimientos subterráneos, solo o asociado al petróleo.

Su destino es el uso calorífico en la industria y los hogares (cocinas, calefacciones), la obtención de derivados en la industria petroquímica (etileno, naftas…) y, sobre todo, la producción de electricidad en centrales térmicas (convencionales o de ciclo combinado) y la producción conjunta eléctrica y térmica en instalaciones de cogeneración (el calor sobrante de quemar el gas para obtener calor o frío en una industria se emplea para producir vapor y generar electricidad).

La producción interior de gas es insignificante y se localiza en los yacimientos del golfo de Cádiz. Por tanto, es necesario importarlo (en forma líquida a través de barcos metaneros procedentes de Catar, Argelia, Libia, Nigeria, Trinidad y Tobago y Egipto) y en forma gaseosa (a través de los gasoductos que conectan con los yacimientos internacionales: Argelia, Noruega y Portugal).

Su consumo se inició en 1969 y, desde finales de la década de 1980 hasta 2005, ha experimentado un gran crecimiento gracias a su alto poder calorífico, sus precios más bajos y su menor contaminación. Desde 2005, el consumo decrece por la mayor aportación de las fuentes renovables a la producción de electricidad y por los efectos de la crisis de 2008. Para 2020 se prevé el crecimiento del consumo, al sustituir al petróleo en la generación de electricidad y extenderse la red gasista por todo el territorio.

La Energía Nuclear

La energía nuclear puede ser de dos tipos:

La energía nuclear de fisión

Es la que se utiliza actualmente. Procede de la fisión o separación de átomos pesados de uranio.

Su destino principal es producir electricidad en siete centrales nucleares. También se emplea en medicina. La producción se realiza con uranio importado de Níger y abastece la totalidad de las necesidades nacionales. El consumo y la producción nuclear en España comenzaron en 1969 y crecieron a partir de la crisis del petróleo, pero desde 1987 su expansión se paralizó (“moratoria nuclear”) debido a la oposición de la opinión pública ante los problemas que comporta (dependencia externa, riesgo de accidentes, problemas de almacenamiento de los residuos radiactivos: actualmente se realiza en la mina de El Cabril, Córdoba). Su futuro es incierto (algunas centrales anticuadas deberán desmantelarse y existe un debate entre quienes la defienden y quienes la rechazan). Para 2020 se prevé la disminución de su peso en el mix energético.

La energía nuclear de fusión

Está en experimentación. Consiste en la unión de isótopos ligeros de hidrógeno. El problema es que la fusión necesita temperaturas muy altas y no se han resuelto el inicio y el control de la reacción nuclear. España cuenta desde 1998 con una instalación experimental en Madrid y participa en proyectos internacionales de investigación.