Cortes de Cádiz, constitución de 1812, Fernando VII: absolutismo y liberalismo

1. LAS CORTES DE CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812.

La revolución liberal planteaba poner fin al Antiguo Régimen a través del patriotismo español. Cádiz fue una de las ciudades no invadidas por las tropas francesas, y por lo tanto era la ciudad ideal para celebrar unas Cortes Generales extraordinarias a través de la Junta Central. La elección de los diputados tropezó con ciertas dificultades, una de ellas era la ocupación de la Península, y en segundo lugar la presencia de los diputados de América. En estas cortes existían varias sensibilidades (los partidarios del absolutismo, que querían mantener la situación anterior a la guerra; los viejos ilustrados, como Jovellanos, partidarios de un régimen intermedio entre el viejo absolutismo y un nuevo modelo constitucional basado en la soberanía nacional; los liberales, que proponían una Cámara única que asumiera la soberanía nacional en una Constitución que recogiera los ideales de la Revolución Francesa, este último grupo fue el que triunfó en Cádiz debido a la ausencia de muchos diputados que no pudieron acudir por la guerra y fueron sustituídos por otros miembros gaditanos).

En Cádiz todos los estamentos se esforzaron por diseñar una obra legislativa, de esta manera surgen dos ¡partidos’: el absolutista y los liberales.

El 19 de marzo se aprueba la Constitución, ‘La Pepa’, que compatibilizará Tradición y las nuevas ideas procedentes de la Revolución Francesa. Los principios sobre los cuales se asentó la nueva Constitución fueron:

-La soberanía nacional.

-El reconocimiento de los derechos y libertades políticas y económicas.

-Igualdad ante la ley.

-División de poderes políticos: el legislativo (Cortes de cámara única), el ejecutivo (en manos del Rey y del Gobierno) y el judicial (independiente).

-La religión católica era la única en la nación española.

-El sufragio universal masculino. Para ser diputado era necesario tener unas determinadas rentas.

-La milicia nacional nace en defensa de la Constitución.

-La monarquía. El Rey promulgaba las leyes y tenía decisión de veto.

-La libertad económica. Con ella quedan abolidos los gremios, los señorías jurisdiccionales, los privilegios de la Mesta, la libertad de la industria y de contratación y se abre el programa de las desamortizaciones.

Esta Constitución no se aplicó debido a que en 1814 Fernando VII restauró el absolutimso. Estuvo vigente esta Constitución entre 1820 y 1821, y finalmnete ésta ha sido una referencia durante la historia contemporánea en España, hasta convertirse en un modelo para las revoluciones liberales.

2. FERNANDO VII, ABSOLUTISMO Y LIBERALISMO. LA EMANCIPACIÓN DE LA AMÉRICA ESPAÑOLA.

En 1814 el Imperio de Napoleón fue derrotado, y por el Tratado de Valençay, Fernando VII recobró de nuevo el cargo de rey. Se dan tres etapas:

  • Periodo absolutista (1814-1820). Los liberales habían puesto sus esperanzas en Fernando VII porque pensaban que iba a aplicar la obra legislativa de Cádiz. En cambio los absolutistas tenían fe en la restauración del orden anterior a la guerra. Por esta razón, a Fernando le denominaron “el Deseado”. En un documento cuyo título se denominaba “El Manifiesto de los Persas”, apoyado por 64 diputadas, apoyaba la restauración del absolutismo, que es lo que el monarca al final aplicó con la derrogación de la Constitución de Cádiz, y por lo tanto supuso el exilio de los liberales, además de favorecer a la Iglesia, que encarnó una cruzada contra los liberales y restableció la Inquisición, además de suprimir la libertad de expresión, de asociación y de que muchas universidades expulsaran a profesores liberales. Por todo esto a Fernando VII se le ha considerado como rey felón. Además en el exterior se propició el absolutismo debido a la derrota napoleónica en 1815 y como consecuencia de la misma se celebró en el Congreso de Viena, en donde las tesis defendidas por las monarquías autoritarias y el Reino Unido triunfan sobre el incipiente liberalismo. En España, la escasa formación del pueblo propició la vuelta del Antiguo Régimen, y así con el lema de “Vivan las cadenas” y el hecho de que la Guerra de la Independencia hubiera sido terrorífica (seguía presente en la mayor parte del pueblo), se favorecieron las tesis absolutistas.

  • Trienio liberal (1820-1823). Uno de los elementos más habituales de la historia contemporánea de España hasta 1981 eran los pronunciamientos, se definen como un tipo de intervención militar en la vida política a través de procedimientos no democráticas y que de alguna manera trata de sublevarse contra el gobierno anterior. En 1820 los militares estaban divididos entre los partidarios del absolutismo (nobleza) y los liberales (apoyados por las milicias). En España son los liberales quienes se pronunciaban. En 1820, un grupo de militares liberales liderados por Rafael Riego se pronuncia en Cabezas de San Juan y proclama la Constitución de 1812, a este pronunciamiento se unieron La Coruña y Barcelona. Con ello Fernano VII tuvo que acatar y jurar la propia Constitución, y admitir la libertad de prensa, los derechos individuales, la expulsión de los jesuítas y la disolución de las órdenes religiosas monárquicas.

    Los liberales se dividieron a su vez en moderados y exaltados, mientras los primeros pretenden pactar y llegar a un acuerdo con los absolutistas, los segundos pretenden profundizar en la Constitución, con un sufragio menos censitario y una reducción de los privilegios de los estamentos de la nobleza y el clero.

    Los absolutistas desde el primer momento junto con el monarca tuvieron como objetivo derrocar este régimen. En el Congreso de Viena, en 1822, la Santa Alianza (creada en 1815 en el Congreso de Viena) decidió intervenir en España con el objetivo de restaurar el absolutismo fernandino. En 1823 los 100.000 Hijos de San Luis invadieron España con el objetivo de salvar a Fernando VII y expulsar a los liberales.

  • Década ominosa (1823-1833). Este periodo se basó en la represión y la abolición de las libertades políticas de la Constitución de Cádiz y muchos liberales fueron ejecutados. La Iglesia se convirtió en la nueva aliada de Fernando VII, el exilio a otros países fue habitual en esta etapa. A pesar de ello la Administración se modernizó, la Hacienda siguió el modelo de los países europeos, se aprobaron leyes de comercio, que produjo un despegue en la economía que repercutió en la sociedad y en el comportamiento demográfico.

    Los liberales actuaron en sociedades secretas. En 1830 es derrocado el absolutismo en Francia y será sustituído por una dinastá que favoreció a las políticas liberales. Ante esta situación en España, los absolutistas exigieron mayor inmovilismo. En 1830 nace la primera hija de Fernando VII, Isabel, este nacimiento provocó un gran problema, porque según la Ley Sálica de 1713 se prohibía a las mujeres que reinaran, en 1789 en las Cortes se aprobó una disposición por la cual se anulaba la ley anterior. Los liberales moderados solicitan a Fernando VII que la futura Isabel sea la reina, pero los absolutistas defienden la ley de Felipe V y apoyan al hermano de Fernando, Carlos. Fernando VII se decantará por los liberales y dejará en el testamento como sucesora a su hija Isabel.

Con respecto a la emancipación de las colonias americanas, hay que indicar que con la Guerra de la Independencia surge en las colonias un sentimiento similar a los españoles de la Península, es decir, sienten que sus territorios están ocupados por fuerzas extranjeras y aspiran a liberarse de la soberanía española, que impedía a las minorías criollas ascender socialmente (reforma de Carlos III). Además Gran Bretaña alienta a dichos pueblos, también la posición española en la Guerra de la Independencia hace que este país quiera tener una revancha. Otro hecho es la influencia de la escuela española del s.XVI, que estableció la legitimidad de sublevarse en caso de tiranía, otra de las razones fue la organización en forma de Juntas Revolucionarias durante el periodo de la Guerra de la Independencia, y, finalmente, también influyeron las reformas ilustradas de Carlos III, que supuso el desarrollo de una burocracia peninsular en América, y por lo tanto el descontento de los criollos. Hay dos fases:

  • 1800-1815. Es el momento que coincide con la Guerra de la Independencia y es cuando se transmite el ideal revolucionario de EEUU y Francia. En este periodo se crean las Juntas Revolucionarias de Caracas, Buenos Aires y Santa Fe de Bogotá, que logran separarse de España. No obstante, la vuelta de Fernando VII hace recuperar tales territorios, a excepción de Argentina. En Nueva España la Iglesia se subleva contra un orden social injusto y proclama varios pronunciamientos, como el del Padre Hidalgo y Padre Morenas.

  • 1816-1824. La lucha estuvo más organizado con San Martín y Simón Bolivar. Culminaron con sus campañas en la Conferencia de Guayaquil. En 1816 San Martín consiguió un ejército que traspasó los Andes desde Argentina, y en este año consigue llegar a Chile, en 1820 avanzó hacia el Perú. Bolivar tuvo más dificultades y se le obligó a exiliarse a Jamaica, allí redacta “Las cartas de Jamaica”. Posteriormente reorganizó un ejército y pasó al continente y venció a los realistas en Carabobo y en Ayacucho.

    En 1821 Nueva España consigue a través del Plan de Iguala la independencia de México, siendo Iturbide el autor de este plan y el que se convertirá en monarca. Tras el proceso de independencia de las colonias americanas, estas se dividieron según los estados actuales de América Latina, a excepción de la gran Colombia, que estaba compuesta por las actuales Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá. Simón Bolivar fue el personaje clave puesto que su objetivo era la unión de todo el continente americano, sin embargo, este objetivo fracasó, las razones fueron las desigualdades sociales y económicas de estos pueblod, ya qye a partir de entonces se crea una élite social que contrastaba con un inmenso porcentaje de clases bajas, la influencia de Gran Bretaña y a partir de 1898 de EEUU, que convirtió a América Latina en un área periférica del continente. La frase del presidente norteamericano Monroe “América para los americanos” resume su situación político-económica y social.